El aumento de la distancia entre ejes con respecto al Tiguan (hay 11,4 centímetros de diferencia; ficha comparativa) trae consigo una mejora apreciable en cuanto a espacio longitudinal en la segunda fila de asientos, algo que apreciarán especialmente las personas de talla superior a la media que tengan que viajar en ellas. En esta cota hemos medido un máximo de 78 centímetros (con las banquetas de los asientos completamente retrasadas) y un mínimo de 62 (con las banquetas en su posición más adelantada), dos cifras que colocan a este Tayron entre los mejores en este sentido, únicamente mejorado por el Kia Sorento y empatado con el Peugeot 5008. El mencionado Tiguan, que se trata de un coche espacioso en términos generales, tiene cuatro centímetros menos que el Tayron en este sentido, tanto con las banquetas adelantadas como con ellas retrasadas (ficha comparativa).
Lo que no cambia es la anchura entre puertas a la altura de los hombros, que con 139 centímetros se queda escasa para llevar con comodidad a tres adultos. Además, como suele ser habitual, el hipotético ocupante de la fila central tendrá que lidiar con un asiento menos confortable (tanto respaldo como banqueta son claramente más duros) y con un tunel central muy voluminoso que le obligará a adoptar una postura poco natural. Hay alternativas mejores en este sentido (el Kia Sorento o el Peugeot 5008, por ejemplo), pero incluso esas no son especialmente adecuadas para llevar a tres personas en esta fila de asientos.
La altura libre hasta el techo la hemos medido en una unidad que llevaba instalado el techo panorámico de cristal, un elemento que por norma general roba unos centímetros en esta cota. Con todo, los 95 centímetros que hemos contabilizado son suficientes para que se puedan acomodar personas de estatura media o incluso un poco superior sin que la cabeza les roce contra el techo (calculo que hasta 185 cm de estatura aproximadamente). En este sentido también hay alternativas mejor resueltas, pero las diferencias no son especialmente abultadas en ninguno de los casos (los mejores en esta cota son los Ebro S800 y Mitsubishi Outlander, con 98 cm).
Queda claro, por tanto, que el Tayron es un coche muy amplio, pero además también es muy práctico por la cantidad de elementos de confort que ofrece a sus pasajeros. El acceso a la segunda fila de asientos, por ejemplo, es muy cómodo porque las puertas abren en un ángulo muy amplio y porque las banquetas de los asientos quedan muy cerca del borde de la carrocería. Además, una vez dentro, los ocupantes tienen a su disposición un climatizador independiente del de las plazas delanteras, unas banquetas con ajuste longitudinal, respaldos con varias posiciones de inclinación, cortinillas para las ventanillas o un par de puntos de luz bastante potentes. Los anclajes Isofix son muy accesibles (an algunos modelos es poco menos que una tortura llegar a ellos), aunque solo dispone de dos (no hay en la plaza central).
Llegar a la tercera fila de asientos no resulta tan cómodo y agradable como a la segunda, algo que, por otra parte, es habitual en todas sus alternativas. El mecanismo de acceso está bien pensando y es cómodo de accionar (solo se ha de tirar de un mando que hay en la parte superior del asiento de la segunda fila y a continuación empujar el mismo hacia delante), pero el hueco que libera es pequeño —17 cm en la zona de los pies y solo 95 cm de altura— y tiene unas formas irregulares, por lo que exige un poco de agilidad y contorsionismo a la persona que se vaya a sentar en ellas. Y lo mismo ocurre al salir: como las puertas quedan relativamente lejos de estas dos butacas, es necesario asir algún elemento del habitáculo para tomar impulso y llegar a ellas.
Como las banquetas de la segunda fila están divididas en dos porciones asimétricas (no los respaldos, quo lo están en tres), es recomendable acceder a la tercera por la parte derecha del vehículo, que es donde se encuentra la porción más pequeña (y ligera) de asiento.
El espacio que hemos medido en esta tercera fila no es suficiente como para poder acoger a dos adultos con comodidad, pero es mejor que la media en la mayoría de las cotas y suficiente para que dos niños ya algo crecidos (y que no necesiten sillita) puedan viajar sin mayores problemas. Según nuestras mediciones hay entre 56 y 72 cm de espacio longitudinal (varía en función de la posición de la segunda fila), 121 cm de anchura (empatado con el mejor hasta la fecha en este sentido, el Peugeot 5008) y 84 cm de altura libre hasta el techo (también cerca de los mejores). Eso sí, como ocurre en la mayoría de modelos de características similares, las banquetas van situadas muy cerca del suelo, obligando a adoptar una posición poco natural (con las rodillas muy flexionadas). En esta fila de asientos no hay anclajes Isofix, algo con lo que si cuenta, por ejemplo, el Hyundai Santa Fe.
Cuando no se utilizan las dos plazas de la tercera fila, se pueden plegar y guardar bajo el piso del maletero. Tanto el plegado como el desplegado es un proceso sencillo: simplemente hay que tirar de unas palancas que hay en la parte superior del respaldo de cada asiento y acompañar el movimiento (si uno quiere) con unas cintas que hay tras los respaldos. Las tres plazas de la segunda fila también se pueden plegar cuando no se utilizan, si bien en este caso se ha de hacer mediante dos palancas que hay en las paredes laterales del maletero. Adicionalmente y solo en las versiones con el acabado más sencillo (Más), es posible abatir el respaldo del asiento del pasajero de la primera fila. Con todos ellos plegados, Volkswagen dice que se pueden transportar objetos de hasta 2,92 metros de longitud.
Para el maletero, Volkswagen da unas cifras de capacidad enormes: 885 litros en las versiones de cinco plazas, 850 en las de siete y 705 en las híbridas enchufables (que son siempre de cinco plazas). No obstante, son datos que no se pueden comparar con los de otros modelos porque están medidos con los asientos de la segunda fila completamente adelantados y con los respaldos en su posición más próxima a la vertical, una configuración que hace poco operativas estas plazas y que no se suele utilizar.
Sea como fuere, se trata de un espacio de carga muy amplio y muy fácil de aprovechar, con ganchos metálicos y perchas en las paredes laterales, una toma de 12 V y un par de plafones de iluminación de tipo led. Las versiones de cinco plazas, además, tienen un piso que se puede colocar a dos alturas distintas y un doble fondo de generosas dimensiones (este último elemento también lo tienen las versiones de siete plazas, pero es mucho más pequeño). Además, hay un hueco especialmente diseñado para guardar la cortinilla que cubre la carga (de tipo carrete) cuando no se utiliza.
El salpicadero y las dos plazas delanteras del Tayron son prácticamente idénticas a las del Tiguan (solo hay detalles decorativos diferentes), por lo que toda la información relativa recogida aquí es perfectamente válida en esos aspectos. En general se trata de una zona agradable en cuanto a los materiales utilizados y los ajustes entre las distintas piezas, espacio disponible y funcionamiento de las pantallas (de 10,25 pulgadas en la instrumentación y de 12,9 o 15 pulgadas para en sistema multimedia). El único aspecto mejorable es la ergonomía, pues prácticamente la totalidad de las funciones del vehículo se han de manejar desde la pantalla central (incluidas las del climatizador) o desde una superficie táctil que hay bajo la misma. No obstante, con el paso del tiempo y el uso, resulta algo más sencillo habituarse a ello.