El Tayron es un SUV que, por tamaño (4,79 metros de longitud), se sitúa dentro de la gama de Volkswagen entre el Tiguan y el Touareg. Se puede pedir con cinco o siete plazas (al mismo precio) y tiene como principales alternativas a los Hyundai Santa Fe, Kia Sorento, Nissan X-Trail, Peugeot 5008, Renault Espace, SEAT Tarraco o Škoda Kodiaq. En general se trata de un coche muy apropiado para viajar en familia porque tiene un habitáculo muy amplio (incluso la tercera fila es aprovechable), con muchas atenciones hacia los pasajeros y con un equipamiento abundante (más información en las impresiones del interior).
El Tayron más asequible —1.5 eTSI de 150 CV— cuesta 44 785 euros, un precio superior al de la mayoría los modelos citados en el párrafo anterior (las dos únicas excepciones son los Hyundai Santa Fe y Kia Sorento, ambos mucho más potentes; el primero cuesta mucho más y el segundo lo mismo). Frente al Tiguan, la diferencia de precio a igualdad de motor y nivel de equipamiento es de algo más de 3000 euros, una cifra que puede llegar a compensar si se necesita la mencionada tercera fila de asientos o, en general, más espacio para pasajeros y equipaje (ficha comparativa).
Esas ventajas frente al modelo en el que está basado (el Tiguan) vienen dadas por el aumento de la longitud de la carrocería, que es 25 centímetros superior, pero también por el incremento de la distancia entre ejes (o batalla), que igualmente es mayor (hay 11 centímetros de diferencia; ficha comparativa). La plataforma, eso sí, es la misma, la MQB Evo que también CUPRA utiliza en el Terramar o Škoda en el Kodiaq.
Gama de motores
La gama de motores es muy amplia e incluye versiones de gasolina con y sin hibridación ligera, Diesel e híbridas enchufables. Las de gasolina son tres: un 1.5 eTSI de 150 caballos que incluye microhibridación a 48 V (etiqueta ECO de la DGT) y dos 2.0 TSI, uno con 204 CV y otro con 265 (y ambos con tracción total; el más potente aún no está disponible). De ciclo Diesel hay dos, ambos con un bloque de 2,0 litros: TDI 150 CV con tracción delantera y TDI 193 CV con tracción total.
Y por último las versiones híbridas enchufables, de las que también hay dos versiones: eHybrid de 204 CV y eHybrid de 272 CV. Las dos incluyen un motor de gasolina de 1,5 litros de cilindrada con 150 o 177 CV (depende de la versión), uno eléctrico de 116 CV y una batería de 19,7 kWh útiles que admite recargas tanto en corriente alterna (a un máximo de 11 kW) como en continua (a 50 kW). La autonomía en modo eléctrico es muy parecida en las dos versiones (124 y 119 km respectivamente) y prácticamente idéntica a la que Volkswagen declara para las versiones híbridas enchufables del Tiguan, que es un modelo más pequeño y ligero (125 y 122 km).
Impresiones de conducción
Durante la presentación del modelo a la prensa condujimos dos versiones: 1.5 eTSI de 150 CV y 1.5 eHybrid de 272 CV, ambas con el acabado R-Line, las llantas opcionales de 20 pulgadas (neumáticos 255/40) y la suspensión adaptativa DCC Pro. Y al menos con esta configuración, el Tayron es un coche muy equilibrado, que no sobresale de manera evidente en ningún aspecto pero que tampoco tiene grandes carencias. Un Volkswagen, al fin y al cabo. Donde más a gusto se siente es en carreteras de tipo autopista, donde los ajustes menos firmes de la suspensión adaptativa junto con el buen aislamiento acústico hacen que viajar sea un acto placentero, tanto para conductor como para los acompañantes. Tampoco se defiende mal en carreteras con curvas (el balanceo es muy limitado y permite circular a un ritmo alto con facilidad y mucha seguridad), pero no es el terreno para el que está pensado (al fin y al cabo es un coche grande y relativamente pesado, especialmente las versiones híbridas enchufables).
Como es lógico dada la diferencia de potencia entre las versiones mencionadas (150 y 272 CV), las prestaciones son muy dispares. La de 150 CV puede resultar suficiente si no le damos mucho valor a la capacidad de aceleración, que es solo correcta con dos personas y, suponemos (no lo hemos conducido en tales circunstancias), más bien escasa si se lleva a más gente (que por otra parte es para lo que está pensado este coche). La de 272 CV no da la impresión de acelerar acorde con la potencia declarada, pero de lo que no hay duda es de que hay empuje más que suficiente como para solventar con agilidad todas las circunstancias que se nos puedan presentar en la carretera. Además, cuando funciona en modo eléctrico, se mueve con una suavidad y un silencio de marcha muy agradables.
Sobre la autonomía eléctrica real de esta última versión solo podemos dar un dato: partiendo con el 80 % de la carga y circulando principalmente por autopista, conseguimos recorrer unos 60 km sin utilizar ni una gota de combustible (con la batería completa serían algo más de 70, por lo tanto). En carreteras menos exigentes o en ciudad, donde el consumo eléctrico es menor, la autonomía eléctrica estimada rondará los 90-100 km. Claramente menor que la homologada, pero suficiente como para cubrir las necesidades diarias de una gran mayoría de conductores.
Algunos detalles del interior y equipamiento
Los datos que Volkswagen ha dado para el maletero del Tayron son muy llamativos: 885 litros para las versiones de cinco plazas, 850 para las de siete y 705 para las híbridas enchufables (que solo pueden tener 5 plazas). Pero tienen un truco: están medidos con la segunda fila de asientos completamente adelantada y con los respaldos colocados en su posición más cercana a la vertical. Por tanto, no son datos que podamos comparar con los de otros modelos de características similares. De lo que no hay duda es de que se trata de un maletero muy amplio y aprovechable, con varias soluciones prácticas para mantener la carga ordenada y con un portón que, desde el nivel de equipamiento más sencillo, tiene apertura y cierre automatizados.
Salvo por los cambios relativos a la instalación de una tercera fila de asientos y el espacio disponible debido al aumento de la batalla, el interior del Tayron es prácticamente idéntico al del Tiguan. En el salpicadero hay dos pantallas, una para la instrumentación (10,25 pulgadas) y otra para el sistema multimedia (12,9 o 15,0 pulgadas). Este último incluye el sistema operativo MIB4, tiene un sistema de reconocimiento de comandos vocales con ChatGPT y es compatible tanto con Android Auto como con CarPlay sin necesidad de cables.
El Tayron está disponible con dos niveles de equipamiento llamados Más y R-Line. En el más sencillo ya se incluyen elementos como el climatizador de tres zonas (dos para las plazas delanteras y una para las traseras), las llantas de aleación de 19 pulgadas, un sistema de iluminación ambiental con diez colores a elegir, la cámara trasera de ayuda al estacionamiento, unos faros de ledes con conexión automática de iluminación de largo alcance, levas para el cambio, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico o un sistema de acceso y arranque sin llave. Las versiones R-Line, además de añadir unos parachoques específicos, incluyen unos asientos deportivos y con masaje, un conjunto de cámaras que generan varias vistas del vehículo, unos faros matriciales de ledes (IQ Light), navegación para el sistema multimedia o un cargador inalámbrico para el teléfono móvil, entre otros (ficha comparativa de equipamiento entre los dos niveles disponibles).
Además, opcionalmente, es posible pedir un techo solar panorámico, un sistema de sonido del especialista Harman/Kardon, asientos delanteros eléctricos, calefactados y ventilados, suspensión adaptativa DCC Plus o el mencionado sistema multimedia con pantalla de 15,0 pulgadas.
Es novedad la inclusión de unos logotipos retroiluminados, tanto en la parte frontal como en la trasera (como en el Golf o el Touareg).