Su tablero de instrumentos plagado de botones resulta intuitivo, pero es preciso dedicarle unas horas a aprendérselo bien si se quiere sacar partido. Resulta imprescindible hacerlo con el coche parado (comentario sobre el manual).
Desde el asiento del conductor quedan relativamente a mano la multitud de mandos; estos son los que hay en el salpicadero y la puerta, y estos son los que hay en la consola.
Hay algún mando duplicado, cuya función es accesible a través del «botón multifunción» situado bajo la pantalla de «infotenimiento». Pero esta duplicidad, en todo caso, no molesta.
Los botones o teclas, a mi juicio, resultan más intuitivos que un «mando multifunción de las multifunciones» al estilo del BMW Serie 7. Pero hay que leer para elegir una de las doce funciones visibles (de primera mano, porque luego hay más) y ejecutables mediante la pantalla central.
Es difícil recordar (al menos en los siete días en los que yo tuve el coche) dónde están situados los botones «VEHICLE», «SETTINGS» o «AC», por decir tres de los doce disponibles. Buscarlos en la consola obliga a separar la vista de la carretera más tiempo del prudencial. Quizá hubiera sido mejor situar la pantalla por debajo de esta fila de teclas.
Lo más correcto, desde el punto de vista de la seguridad vial, sería no leer los botones, pero a veces es necesario cambiar el ordenador por el climatizador o por el navegador (comentario sobre el navegador), o realizar otras operaciones. Por ejemplo, si el coche avisa en marcha de que una rueda se está deshinchando, si quieres más información hay que acudir al botón «VEHICLE» para ver qué rueda pierde aire.
Regular la temperatura del climatizador no requiere adentrarse en el sistema de «infotenimiento». Una más de las múltiples teclas disponibles permite regular la temperatura de la zona de conductor y acompañante con un solo clic.
Si es el pasajero posterior quien tiene calor o frío, podrá servirse él mismo con una tecla para aclimatar su zona, si el coche lleva el climatizador de cuatro zonas (imagen). Si no, tendrá que ser el conductor quien actúe sobre el climatizador. Justamente ese botón es el que queda más cerca del volante y es más fácil de recordar.
A cada lado de la pantalla hay cuatro teclas «multifunción», que sirven para ejecutar lo que está escrito a su lado en la pantalla. En más de una ocasión pulsé directamente sobre la pantalla (como si fuera una pantalla táctil) para hacer lo que ponía en ese lugar escrito. Las funciones más útiles del ordenador, el navegador y el teléfono pueden controlarse desde las teclas del volante.
Por debajo de este nivel están los botones de la radio, que también se puede operar con facilidad desde el volante, por lo que no parece descabellado que vayan situados en un punto tan bajo de la consola central.