Volkswagen es la única marca que —actualmente— tiene en su catálogo coches de un litro de cilindrada y coches de seis litros de cilindrada.
El modelo con el que ha entrado en la categoría de berlinas de mayor cilindrada es el Phaeton, un coche lujoso fabricado también con lujo (los operarios trabajan sobre un suelo móvil de parqué, sobre el que se desplazan los coches).
Me parece que el Phaeton tiene la calidad y las cualidades dinámicas que también se encuentran en otros modelos de marcas de lujo consolidadas, como Audi, BMW y Mercedes.
La calidad de los materiales y de la terminación es muy buena. Es incluso mejor que la de las primeras unidades del BMW Serie 7 que vimos. La suavidad y el silencio de marcha de la versión que hemos probado (seis cilindros con cambio automático), sin llegar al extremo del doce cilindros, resulta muy confortable.
Las prestaciones son las que cabe esperar; son 241 CV contra más de dos toneladas de peso. Siempre hay aceleración bajo el pedal, pero hay coches muchos menos potentes que aceleran igual. La estabilidad es buena, aunque le falta la agilidad de un Mercedes Clase S.
Hemos probado la versión de cinco plazas, aún más cómoda para los ocupantes de las plazas traseras resulta la de cuatro. En el equipamiento están casi todos los elementos que puede llevar hoy un coche moderno de este tipo, pero no todos (falta, por ejemplo, el freno de estacionamiento automático).
El salpicadero lleno de mandos y botones requiere un periodo de aprendizaje, pero me parece más fácil de manejar que los sistemas que concentran muchas funciones en un solo mando, como el i-Drive de BMW.
Entre las berlinas mayores de 5 metros, la única que nos consta que tiene un nivel de prestaciones y un precio semejante al del Phaeton V6 de gasolina es el BMW 730d (que es Diesel). Con motor de gasolina, el mismo nivel de precio y un equipamiento semejante a esta versión del Phaeton no hay ninguna otra berlina. Lo más cercano es el Mercedes S 350, que cuesta 7.310 € más que esta versión del Phaeton.