Con las mejoras descritas en el apartado de información general —sistema multimedia y materiales de recubrimiento—, el ID.3 es un coche mejor resuelto y, sobre todo, que deja una mejor impresión entre lo que se paga y lo que se recibe a cambio. El modelo anterior no era un mal coche, pero los aspectos comentados anteriormente empañaban el agrado de uso y, en determinadas ocasiones, podían llegar a resultar frustrantes. En el modelo renovado sigue habiendo detalles mejorables (los comentamos un poco más abajo), pero ahora es un producto más redondo.
El sistema multimedia es uno de los elementos en los que Volkswagen ha trabajado para su mejora. La pantalla es más grande que antes, de 12 pulgadas en lugar de 10 (imagen e imagen), pero lo interesante es que ahora lleva una nueva versión del sistema operativo de Volkswagen, la 3.5. Con ella, según la marca, se resuelven los problemas que observamos en otras versiones del ID.3, pero también de otros modelos de la gama ID: «cuelgues», inacción de ciertas funciones (cambio de la temperatura del climatizador o reseteo del ordenador de viaje, por ejemplo) y, en ocasiones, lentitud a la hora de moverse entre menús. Y es cierto que varios de esos problemas no los hemos experimentado durante la semana que hemos tenido el coche, pero otros han seguido apareciendo: a veces tarda más de lo deseable en responder y, en dos ocasiones, no fue posible modificar el volumen de la música (un truco que descurbrimos para resolverlo fue utilizar el sistema de reconocimiento de voz; al hacerlo, el sistema volvia a responder con los mandos habituales).
Con esta versión 3.5 del sistema operativo, Volkswagen también ha incluido nuevas funcionalidades, como por ejemplo un planificador de rutas mejorado que ahora tiene en cuenta factores como la situación del tráfico en tiempo real (y también estimaciones en base a registros previos), el estado de carga de la batería y la potencia de carga de las estaciones por las que hemos de pasar. En base a todo ello, el sistema tiene capacidad para ofrecer varias alternativas para un mismo recorrido: dos recargas cortas a alta potencia o una sola más larga y a baja potencia (por ejemplo). El problema, como antes, es que esa base de datos de punto de recarga es incompleta y no ofrece la mejor opción posile.
Por lo demás, el rendimiento de dicho sistema es correcto: los menús son intuitivos, la pantalla tiene una buena resolución y la visibilidad es correcta en condiciones de luz adversas. Lo mismo ocurre con la pantalla que hace las veces de instrumentación, que por otra parte no ha recibido ningún cambio: es pequeña (5,3 pulgadas), pero cumple perfectamente con su cometido y permite personalizar ligeramete la información que se muestra. Eso sí, ahora muestra la información del ordenador de viaje, algo que antes no era posible.
El segundo de los aspectos en los que Volkswagen ha hecho cambios es el uso de materiales en algunos puntos del habitáculo. En el salpicadero y las puertas del modelo anterior se combinaban algunas superficies bien tratadas, cubiertas con materiales blanditos y con buen aspecto (parte superior del salpicadero, por ejemplo), con otras que desentonaban en un vehículo de este tipo (y sobre todo de este precio, como los guarnecidos de las puertas). El ID.3 2024 es distinto en este sentido gracias al empleo de tapizados y materiales más vistosos y con un tacto claramente más agradable. Especialmente llamativo resulta el cambio observado en las puertas, pues el plástico rígido y de aspecto basto ha dado paso a uno ligeramente acolchado y a amplias superficies tapizadas.
No se trata de un coche en el que se respire un ambiente lujoso, ni mucho menos, pero ahora está mucho mejor resuelto en este sentido y, en general, se percibe que el aspecto de los materiales empleados se corresponde mucho más con el precio que se paga por él.
Hasta aquí los aspectos positivos, que efectivamente los hay y que resuelven en gran medida las «pegas» que tenía el ID.3 2020. Sin embargo, Volkswagen se ha dejado por el camino algunos detalles que siguen estando mal resueltos y que empañan en cierta medida el agrado de uso. Es el caso de la superficie táctil que hay bajo la pantalla del sistema multimedia, (sirve para subir y bajar el volumen o la temperatura), que sigue sin estar retroiluminada y que, a oscuras, cuesta acertar a pulsar de manera adecuada. O los mandos de los elevalunas (hay dos para las cuatro ventanillas; se conmutan con un botón), que denotan un ahorro de costes evidente. También pasa algo parecido con el mando de las luces, que igualmente es una superficie táctil, sin apenas relieve (requiere apartar la vista de la carretera para pulsar en el sitio adecuado) y con los mandos capacitivos del volante, que en no pocas ocasiones se pulsan sin querer al maniobrar.
Volkswagen es consciente de que algunos de estos detalles son mejorables, ya que modelos como el ID.7 o el Tiguan, de más reciente aparición, son distintos en este sentido (tienen retroiluminación en la barra táctil bajo la pantalla y botones «físicos» en el volante). Sin embargo, en el ID.3, al menos de momento, no es así.
Por lo demás, el ID.3 2024 sigue siendo idéntico al modelo anterior, por lo que las impresiones del interior de éste siguen siendo válidas en la mayoría de aspectos (todos, salvo los relativos al multimedia y los materiales de recubrimiento). En las plazas posteriores sobresale frente a la mayoría de sus rivales en cuanto a espacio para las piernas (hay más que en un Golf, por ejemplo) y es normal en cuanto a anchura entre puertas y altura libre al techo. Dos adultos de hasta 1,85 metros de estatura, aproximadamente, viajarán sin problemas de espacio; tres ya no, pero es algo que ocurre con todos los modelos de características similares (e incluso más grandes).
El maletero tampoco cambia. Con 385 litros de capacidad, se encuentra entre la media frente a sus rivales (listado de todos ellos). Los hay que tienen más (el Nissan LEAF y el Kia e-Niro, ambos con más de 400 l), otros que tienen más o menos lo mismo (CUPRA Born y Renault Megane E-TECH Electric) y otros que tienen menos (MG4 Electric o BYD Dolphin).