Hay un tipo especial de neumáticos, llamados «de invierno», diseñados para circular cuando la temperatura es baja (menos de 7º C), con lluvia muy intensa o nieve.
Con este tipo de neumáticos no es necesario montar cadenas cuando es obligatorio hacerlo en los neumáticos de verano (que son los utilizados en la mayoría de los casos en España). Los neumáticos de invierno suelen estar más limitados en cuanto a velocidad máxima; nuestro Golf 5p Sport 1.4 TSI 122 CV DSG 7 vel. tiene homologados neumáticos de invierno con código de velocidad «Q» (hasta 160 km/h), cuando los de verano deben ser al menos «H» (hasta 210 km/h). Para comprobar el rendimiento de unos neumáticos de invierno, decidimos montar un juego en el Golf.
Los Michelin Pilot Exalto PE2 que teníamos en el momento del cambio no estaban totalmente apurados (según las condiciones, no creemos aconsejable apurarlos hasta el límite legal); los Hankook Ventus Prime que trajo nuestro Golf de fábrica, después de recorrer poco más de 46.500 km, estaban muy desgastados y de forma irregular (artículo), aunque las condiciones de uso no han sido las mismas. Los Hankook rodaron por algunas carreteras muy abrasivas y por el circuito del Jarama cuando comprobamos la capacidad total del depósito (artículo), aunque circulamos a ritmo suave, procurando que el esfuerzo fuera similar al de una conducción normal. Tenemos la sensación de que, globalmente, el uso que les hemos dado a los Michelin ha sido algo menos exigente.
En el momento del cambio los Michelin habían recorrido casi 48.800 km; las ruedas delanteras tenían aproximadamente 3 mm de surco y las traseras algo menos de 2 mm, ya cerca del límite legal (1,6 mm). El desgaste no ha sido perfectamente regular (los hombros estaban algo más desgastados) pero consideramos que ha sido satisfactorio. Aquí puede consultarse una imagen sobre el desgaste de las ruedas delanteras y aquí el de las traseras, en el momento del cambio.
Para adquirir los neumáticos de invierno, utilizamos el servicio que presta la empresa i-neumáticos.es. El cliente elige los neumáticos a través de la página web o por teléfono, y esta empresa lo monta en talleres concertados (en los centros de las ciudades donde dan servicio) o bien una furgoneta con todo el equipo necesario se desplaza para instalarlos a domicilio. De esta forma, el cliente puede estar aprovechando el tiempo mientras le cambian los neumáticos en una calle cercana a su casa o lugar de trabajo.
La página web no da información sobre la disponibilidad de los neumáticos. Llamamos por teléfono y nos informaron de los modelos que tenían en los almacenes (y que por tanto requerían menos tiempo de espera: una semana). Tenían unos de marca Pirelli, otros Dunlop y alguno más de marcas menos conocidas. Nos decidimos por los Pirelli W210 SnowSport 205/55/R16 91 H, al precio de 113 € por neumático con todo incluido (montaje, equilibrado, válvula, tasa de desecho del neumático viejo e inflado con nitrógeno). En otros servicios de venta de neumáticos por Internet el precio del neumático y el envío era menor, pero luego hay que sumar el precio del montaje (que depende del taller que se elija).
A los cinco días nos llamaron para concertar la cita y quedamos para el cambio, que realizaron en la calle. Durante todo el proceso el trato fue excepcional, pero como dimos el nombre de nuestra empresa al hacer el pedido y uno de los trabajadores de i-neumáticos.es tiene relación con personas de la redacción de km77.com, no podemos estar seguros de haber recibido el mismo trato que un cliente cualquiera.
El cambio de los neumáticos a domicilio puede ser muy conveniente, pero en nuestro caso la calle era curva y no muy ancha, por lo que tuvimos sensación de que era peligroso realizar allí el trabajo (crónica del cambio en el Blog 100.000 km en Golf). En una zona más amplia y con menos tráfico hubiéramos estado mucho más tranquilos.
El mayor problema de este proceso ha sido que los neumáticos que nos han montado se fabricaron a finales de julio de 2007. Es decir, tenían casi dos años y medio cuando fueron montados en nuestro Golf. Preguntamos a Pirelli, y ellos consideran aceptable un máximo de tres años (respuesta completa de Pirelli). Nosotros consideramos que deberían habernos avisado de que los neumáticos habían sido fabricados hace tanto tiempo; es posible que, de haberlo sabido, nos hubiéramos decidido por otros. En la web de i-neumáticos.es se puede leer que «Todos los neumáticos que vendemos tienen fecha de fabricación menor a 2 años y que han sido almacenados en optimas condiciones siguiendo las indicaciones de los fabricantes»; por tanto podríamos haber reclamado por la fecha de los nuestros, aunque no lo hicimos.
Los neumáticos de invierno, por el tipo de dibujo que tienen, en general son más ruidosos y transmiten más vibraciones, algo que se percibe más con el suelo seco. En nuestro Golf se puede percibir una ligera vibración al girar levemente la dirección (al iniciar un giro o tomar una curva muy abierta) cuando se circula a cierta velocidad.
La distancia de frenado desde 120 km/h hasta 0, con el asfalto totalmente mojado pero sin lluvia intensa y sin «capa de agua», fue 61,7 metros a 6º C con los neumáticos Michelin de verano antes de sustituirlos (ya gastados). Con los nuevos Pirelli de invierno y el asfalto aparentemente en las mismas condiciones de humedad, con una temperatura de 11º C necesitó 67,2 metros para detenerse, y a 2,5º C se detuvo en 63,1 metros. Es decir, según nuestros datos, la frenada con estos neumáticos fue mucho peor que con los de verano cuando no hacía frío, pero su agarre en frenada mejora cuando la temperatura desciende. Estos datos los obtuvimos en jornadas diferentes; aunque todas las pruebas las hicimos sobre el mismo asfalto, resulta muy difícil saber si el nivel de agua es el mismo, y en qué medida influye la posible diferencia.
Pirelli declara que los neumáticos que hemos adquirido son neumáticos de invierno de primera generación. Los modelos Pirelli Sottozero y SnowControl ya se pueden adquirir en su segunda generación, diseñada para condiciones de frío y nieve menos extremas; según Pirelli, las prestaciones de estos neumáticos de segunda generación sobre asfalto mojado pero sin nieve son mejores.
En conducción sobre carreteras nevadas, el rendimiento de nuestros neumáticos es sorprendente. Con la carretera totalmente cubierta de nieve se puede circular a cierta velocidad sin miedo a perder el control en cualquier momento. Lo probamos en diversas circunstancias. En una de ellas subimos un puerto de montaña después de una nevada considerable. Por esa carretera no pasaron máquinas quitanieves y toda la calzada estaba cubierta por nieve. La nieve estaba pisada por algunos vehículos que habían pasado anteriormente, no lo suficiente para que estuviera muy apelmazada o convertida en hielo. Ese puerto de montaña tiene varias curvas de 180º y fuertes pendientes.
Tanto en sentido de subida como de bajada, en todo momento la reserva de seguridad del Golf equipado con estos neumáticos era notable. El conductor no debía hacer ningún esfuerzo especial para conseguir dirigir al coche, salvo ir a una velocidad moderada, aunque no especialmente baja. Llegados a un punto de la ascensión el conductor decidió dar la vuelta porque "el paragolpes delantero empezaba a arrastrar y a acumular mucha nieve", no por dificultades para dirigir el coche (imagen).
También tuvimos oportunidad de probar los neumáticos en una autopista. Empezó a nevar de forma considerable y pronto el asfalto se cubrió con un fina capa de nieve. En esas circunstancias la sensación que tiene el conductor es que también tiene una reserva de seguridad que no ofrecen unos de verano. Además de proporcionar mayor seguridad, el conductor también acumula menos estrés porque sus acciones en el volante y pedales tienen un efecto preciso en la trayectoria, siempre que se conduzca con suavidad. Con unos neumáticos de verano en esas circunstancias prácticamente no se siente el contacto de los neumáticos con el suelo, lo que genera intranquilidad.
Sobre hielo o nieve muy pisada, prácticamente convertida en hielo, la adherencia de los neumáticos de invierno es peor que sobre nieve blanda, aunque las posibilidades de seguir avanzando a velocidad muy baja siguen siendo considerables.
Después de recorrer algo más 5.500 km con los neumáticos de invierno (la mayoría sobre asfalto seco y mojado), en los delanteros la profundidad del dibujo se ha reducido aproximadamente 1,5 mm y en los traseros 0,5 mm. Aunque los neumáticos de invierno tienen los surcos algo más profundos que los de verano (8,5 mm nuestros SnowSport frente a los 7,2 de los anteriores Michelin de verano), los fabricantes recomiendan que no se utilicen en condiciones invernales con menos de 4 mm de profundidad en los surcos. Es decir, su vida útil en invierno, a este ritmo de desgaste, será inferior a 20.000 km. El resto del dibujo puede utilizarse en época no invernal, aunque sus prestaciones en ambiente caluroso son claramente peores.