La Volkswagen T6 California no es un vehículo con el que sea cómodo desplazarse por ciudad por su tamaño —mide 5,0 metros de longitud y 1,9 m de anchura— y a la hora de aparcar se agradece la ayuda de los sensores de proximidad (739 €) aunque recomiendo la instalación de la cámara trasera (1059 €, incluye los sensores) más por seguridad que por facilidad para maniobrar.
La altura, 1,99 metros, puede ser un inconveniente a la hora de acceder a algunos aparcamientos cubiertos, por lo que hay que estar atentos a las limitaciones de altura indicadas en los accesos.
En carretera de curvas es claramente más torpe que un turismo o un todoterreno, pero se puede viajar a ritmos normales. En autopista, no tiene problemas de confort ni estabilidad para circular a la velocidad máxima permitida.
Respecto a una T6 Caravelle (que no tiene accesorios para la acampada), el peso de la California es mucho mayor: 453 kg (ficha comparativa). Para lo que pesa, el consumo no es alto; en carretera puede estar alrededor de ocho litros cada cien kilómetros.
El motor de 150 CV da unas prestaciones suficientes, aunque mucho peores que las de un todoterreno o un turismo de potencia semejante; sirva para hacerse una idea que hemos medido una aceleración de 80 a 120 km/h de 12,9 s, un tiempo similar al de un Opel Karl de 75 CV o un Citroën C3 de 82 CV. De todas formas, yo no he tenido la sensación ni en carretera ni en autovía, de estar al volante de un vehículo especialmente lento. No hemos conducido la California con el motor de 102 CV, pero sospecho que será escaso para mover este vehículo al mismo ritmo que el resto del tráfico en cuanto la orografía no sea favorable y a la hora de adelantar en carreteras de doble sentido.
El cambio DSG añade confort y seguridad a la conducción, como suele suceder con casi todas las transmisiones automáticas. Permite tener las dos manos en el volante, evita mover el pie izquierdo y hace los cambios con suavidad y rapidez. En estos momentos, casi todas las versiones que se comercializan lo incluyen; las dos únicas que no son con el motor de 102 CV o con el motor de 150 CV siempre con tracción total.
La tracción total y los neumáticos M+S (opcionales) pueden servir para no quedarse atascados en una carretera nevada o en una pradera muy húmeda pero la California no es un vehículo para una utilización medianamente exigente donde no haya asfalto porque la carrocería va cerca del suelo.
El cambio automático y la tracción total tienen un precio muy elevado. En el caso de la variante de 150 CV con el equipamiento Beach, optar por la versión 4Motion supone un desembolso de 4500 € más (ficha comparativa). Y si lo que se quiere es el cambio automático, la diferencia puede llegar a casi 7000 € (ficha comparativa) debido en parte al salto impositivo del impuesto de matriculación.