La Volkswagen T6 California tiene dos espacios para dormir con capacidad para cuatro personas. Están ubicados a dos alturas. El proceso que describimos a continuación se corresponde con una California Beach y la configuración de cinco plazas (cama inferior de 1,83 x 1,5 m).
El montaje de la cama inferior no es complicado una vez que se conoce el proceso. La base de la cama está compuesta por dos elementos, la fila de asientos (cuyos respaldos hay que abatir) y la repisa trasera de aluminio (imagen).
Se debe empezar por esta última pieza y colocarla en la zona más próxima al portón. Para ello, hay que desplazarla por las guías del piso liberando los anclajes. Una vez hecho, se levanta la mitad de la bandeja hasta colocarla también en horizontal.
Con la segunda fila de asientos se procede en el siguiente orden. Se extraen los apoyacabezas y se adelanta la bancada (tirando de la cincha que está oculta en el cajón central de la base); una vez desplazada se abaten los respaldos hacia atrás usando el tirador de plástico que hay en la base del asiento y empujando con la otra mano los respaldos hacia abajo y atrás. Una vez dispuesto el respaldo en horizontal, se vuelve a desplazar hacia atrás toda la bancada de asientos hasta hacerla encajar con la bandeja metálica.
Una vez hecho esto, ya se tiene la base de la cama y hay que proceder a colocar el colchón. Este está compuesto por tres piezas, cada una de ellas con dos o tres partes (que van unidas entre sí). Para hacerlas solidarias y que no se desplacen mientras se duerme hay que unirlas entre sí mediante unas cremalleras.
Montar la cama superior requiere menos esfuerzo. Se abre la persiana que hay sobre las plazas traseras y que da acceso a la zona superior (esta persiana tiene un cierre solidario con el del resto de las puertas). A cada lado del techo quedan unos enganches que hay que liberar, acción que resulta sencilla una vez que se ha hecho ya en alguna ocasión. Tras desbloquear esos enganches solo hay que empujar hacia arriba para que se eleve el techo. No es un proceso tedioso ni complicado pero la versión Ocean lo hace más sencillo al estar automatizado y responder a la pulsación de un botón.
A la cama superior se accede subiéndose a los asientos delanteros y tomando impulso. No hace falta ser muy ágil pero si se tienen problemas de movilidad quizás pueda ser algo complicado. Como siempre, recomendamos probarlo en el concesionario. La cama tiene un colchón de una sola pieza y es más larga (2,0 x 1,2 m) que la inferior. Las paredes son de un material textil como el de una tienda de campaña. Hay dos aperturas permanentes para ventilar (por las que también entra el frío) y dos ventanas que se pueden abrir con sendas cremalleras.
Hay varios puntos de luz (imagen), que se activan con unos botones que hay a cada lado del marco del techo, y una toma de corriente donde se puede dejar cargando el teléfono móvil (imagen).
Cuando la cama superior está en modo de servicio (es decir, el techo de la T6 está elevado), también es posible levantar el techo del interior (la pieza que por su parte superior hace de somier). De este modo es posible estar de pie dentro de la California para vestirse o cocinar (en la versión Ocean; imagen de la cocina).
Las ventanas tienen cortinas para asegurar la privacidad e impedir que entre la luz. Las de las ventanas laterales traseras y la luneta son enrollables. Las de las ventanillas laterales delanteras funcionan mediante unos imanes que las sujetan al marco de la ventana. Y la del parabrisas puede ser de dos tipos: una que va sujeta a los parasoles y el retrovisor o unas enrollables que salen de los pilares delanteros, juntándose en el centro del parabrisas.
Otros accesorios de la California son una mesa (que va perfectamente recogida en el guarnecido interior de la puerta lateral; imagen), dos sillas (alojadas en un espacio específico en la cara interior del portón; imagen) y un toldo lateral que se acciona manualmente con una manivela (imagen).
En nuestra unidad había una toma de 12 V y otra de 230 V en las plazas traseras (imagen), otra de 12 V en el maletero, una tercera en la parte superior y la disponible en las plazas delanteras. No hay zonas de recarga inalámbricas para móviles. La red de 230 V funciona conectando una toma de corriente a un enchufe exterior. Bajo la banqueta trasera hay tres cajones (imagen) en los que se pueden guardar las cortinas y algunas cosas más.
Hay cinco puntos de luz en las plazas traseras (imagen de tres de ellos), otro en el pilar trasero izquierdo y otras dos en el portón. El inconveniente es que ninguna de ellas se enciende automáticamente al abrir la puerta o el maletero, por lo que hay que buscar el interruptor (imagen del que activa las luces del portón) y hacerlo a mano.
El sistema de calefacción estacionaria permite calentar el habitáculo cuando el vehículo está detenido sin que el motor esté en marcha. Funciona con el mismo gasóleo del motor y el único ruido que se escucha es el del fluir del aire (a un nivel alto al ponerla en funcionamiento que va disminuyendo según alcanza la temperatura pero que nunca pasa desapercibido). Su uso se gestiona con un conjunto de cuatro botones y una pantalla (imagen) que están en el plafón de luz delantero.
Se puede ajustar (temperatura y hora) con tres programas pero solo es posible activar uno (por ejemplo, no se puede dejar un programa que la mantega activa una hora al irse a dormir y otro que la vuelva a encender un poco antes de despertarse). Su potencia es más que suficiente para mantener caliente el habitáculo en un día frío, pero como no hay salida de aire en la cama superior, esta parte queda a una temperatura mucho más baja dado que el único aire caliente que llega es el que sube por el efecto chimenea. Si se ajusta la temperatura para no pasar frío arriba, el calor que hace abajo puede llegar a ser insoportable. Opcionalmente (255 €), se puede adquirir un mando a distancia para manipular la calefacción sin tener que bajarse de la cama.
El climatizador tiene mandos independientes para la parte trasera (imagen), desde los que se regulan el caudal, la temperatura y la distribución del aire.
La puerta corrediza no requiere esfuerzo para moverla salvo que la furgoneta esté aparcada en pendiente. Como opción se puede montar un mecanismo que completa el cierre —hay que moverla a mano hasta el final, el motor solo ayuda a enclavarla; 135 €— o un sistema completamente automático (515 €). El portón se abre hacia arriba; es muy grande, lo que provoca dos complicaciones: hay que dejar mucho espacio por detrás al aparcar para poder abrirlo y para cerrarlo requiere cierta fuerza (no se puede montar un sistema automático).