Volkswagen pone a la venta el Polo 1.4 FSI 86 CV, que tiene inyección directa de gasolina. Está disponible con equipamiento «Highline» y carrocería de tres o cinco puertas (14.580 y 15.170 €, respectivamente). Es un precio alto, justificado en alguna medida por un equipamiento abundante.
Según datos oficiales, el consumo medio es 5,8 litros cada 100 km, frente a los 6,4 litros cada 100 km que gasta el Polo 1.4 de 75 CV, cuyo motor, con algunas modificaciones, sirve de base al polo 1.4 FSI. La velocidad máxima es 178 km/h y puede tardar 11,9 segundos en acelerar hasta 100 km/h.
Si tomamos otros utilitarios semejantes al Polo con potencia comprendida entre 80 y 90 CV, se puede comprobar que el Polo tiene un consumo menor que cualquier otro modelo de estas características (tabla comparativa). También destaca en velocidad máxima y su capacidad de aceleración es normal.
Estos datos de consumo están medidos con gasolina de octano 98. Los motores FSI pueden utilizar gasolina de octano 95, pero el motor funciona durante más tiempo el modo «regeneración y limpieza». En ese modo de funcionamiento, el consumo de combustible es mayor que en el modo normal y se acorta la duración del catalizador.
No obstante, en la prueba del Audi A4 2.0 FSI, que tiene un motor de funcionamiento semejante, no apreciamos ninguna pérdida de prestaciones con gasolina de octano 95 (en días frescos). Tampoco apreciamos que el consumo fuera bajo con ninguna de las dos gasolinas.