Las dos características que más distinguen al Polo son un precio y una calidad aparente superiores a la media.
Su espacio interior también es algo mayor de lo normal, es de los coches pequeños más indicados para ir con cuatro adultos, y de los más cómodos para llevar niños atrás.
Esta versión Diesel de 101 CV, más que como utilitario de ciudad, resulta también recomendable como coche de carretera. El rendimiento del motor es muy bueno y eso se nota en las prestaciones y en el consumo. Como otros motores de este tipo, vibra mucho al ralentí y menos cuando está el coche en marcha y la velocidad es alta.
En otros aspectos es un coche normal. No destaca positiva o negativamente en estabilidad, confort o equipamiento comparado con otros modelos. La principal diferencia en este sentido es que es de los pocos que puede tener control de estabilidad.
No hay muchos coches con motor Diesel y potencia semejante al Polo que tengan su tamaño y, de los que hay, dos de ellos son esencialmente el mismo coche con marca distinta (Polo, Ibiza y Fabia). Estos tres coches tienen características muy similares. Peugeot tiene un 206 con el motor HDI de 90 CV; tiene peores prestaciones y consumo, pero mejor nivel de ruido y vibraciones. También hay una diferencia grande en precio y en terminación interior, mejor en el Polo. El Mercedes A 170 es más costoso que el Polo, no da más impresión de calidad y se distingue principalmente en su carrocería monovolumen, más amplia y práctica.
Por menos de 17.000 € y con más de 100 CV hay coches mayores que el Polo, no en todo caso con el mismo equipamiento pero no muy diferentes de precio. Algunos no son tan rápidos y económicos (el Mégane o el Almera), otros sí lo son (el Focus o el León).