Según el tipo de asiento trasero, existen dos versiones del Phaeton: una de cuatro y otra de cinco plazas. Sea cual sea el motor y la caja de cambios elegida, se puede optar por un asiento posterior de tres plazas o por dos individuales. En este último caso, los pasajeros del asiento trasero tienen a su disposición mandos del climatizador para regular la temperatura de su zona y también asiento con regulación eléctrica.
El coche que hemos probado en km77.com era de cinco plazas y, por tanto, no estaba dotado de tantos elementos. Aún así, el pasajero de atrás puede considerarse bien tratado.
Las puertas, que no dan la impresión de abrirse tanto como en un Mercedes Clase S, sí parecen abrirse claramente más que en un BMW Serie 7. El acceso resulta cómodo porque hay mucho espacio entre la banqueta y el montante de la puerta, los pies pasan sin estrecheces por esa zona.
Cuando el conductor abre las puertas con el mando a distancia se enciende una luz por debajo de los retrovisores exteriores que ilumina la zona de acceso al coche. Esto permite advertir de la presencia de charcos o cualquier otro obstáculo.
En el interior, también queda todo perfectamente iluminado gracias a las luces del techo y a las luces que hay en las zonas de los pies, tanto delante como detrás. Curiosamente, si sólo se abre la puerta posterior, no se ilumina la luz situada bajo el asiento delantero, que da luz a toda la zona baja de la parte posterior. En cambio, si se abre la puerta delantera, esa zona, sólo útil para los pasajeros de atrás, sí se ilumina.
En las dos filas de asientos hay una potente luz para leer con comodidad. Se entiende que un chófer puede pasar muchas horas de espera que tendrán que ser entretenidas de alguna forma. Yo pasé leyendo durante varias horas dentro del coche (los libros de instrucciones) en un lugar tan oscuro como un garaje; si bien después de un buen rato hubiera agradecido un poco más de luz, con la que hay disponible es suficiente. La cantidad de luz para la lectura es idéntica en las plazas delanteras y en las posteriores.
Como ocurre normalmente en coches así, el espacio en las plazas traseras no es proporcional al tamaño. La anchura sí es grande en términos absolutos, pero la altura y el espacio para las piernas son los de una buena berlina de 4,7 m de largo. Un Citroën C5 tiene más altura y un Ford Mondeo, más espacio para las piernas.
Para los ocupantes de las plazas traseras hay dos aireadores en cada lado, tres cinturones de seguridad de tres puntos (ninguno de los tres regulables en altura) y tres reposacabezas regulables. Con el reposabrazos central desplegado, se puede disponer de dos posavasos, que dan sensación de calidad (no como los que hay en el Serie 7 de BMW, mal situados y de un aspecto no acorde con la categoría del coche).
Echo en falta en la parte posterior más espacio para dejar documentos. Un lugar apropiado para dejar el maletín y que no incordie en las curvas sería de agradecer (y difícil de solucionar), o un lugar para la agenda. Sólo hay una posibilidad, dejar papeles en el bolsón que hay en el respaldo del asiento delantero, porque las bolsas de las puertas posteriores son muy pequeñas y sirven para cosas como el teléfono o unas llaves.
En las versiones con sólo dos asientos posteriores también existe una función que facilita la entrada y la salida. Cuando se para el motor, el asiento se sitúa en la posición más retrasada posible para dejar el máximo espacio entre el asiento y el marco de la puerta.