Este A6 cuesta 910.000 pesetas más que un V6 TDi de 150 CV con tracción delantera. La diferencia no estriba únicamente en el tipo de motor y transmisión; el 180 tiene de serie elementos de seguridad (control de estabilidad, airbag de cabeza o airbag lateral trasero) que son opcionales en el 150 CV; estas tres opciones suman 370.000 pesetas. La prestaciones del 180 no son mucho mayores y el consumo sí; por tanto, el 180 CV sólo es recomendable para quien aprecie la tracción total, que no está disponible en el 150 CV. De lo contrario, es preferible el 150 en la mayoría de los casos, porque la diferencia de prestaciones es comparativamente mucho menor que la de precio.
Quien quiera un Diesel con muchos caballos, muchas marchas y muchas ruedas motrices tiene la elección fácil: este A6 TDI 180 quattro. Quien quiera un A6 rápido y económico, y no valore especialmente la tracción total, puede considerar tanto el V6 TDI de 150 como el gasolina 1.8 T. La idea de que un Diesel ahorra en falsa en este caso; es casi imposible que cualquiera de estos dos Diesel amortice la diferencia de precio con relación al gasolina, que no gasta mucho menos y cuesta 5.090.000 pesetas como berlina y 350.000 más como familiar. Con tracción total y todo el equipamiento que tiene de serie el TDI 180, un A6 1.8 T costaría casi medio millón de pesetas menos. Sería precisos más de 130.000 km para que -con esa diferencia de precio- el Diesel comenzara a ser rentable, a razón de unas 4 pesetas km (con la actual diferencia de precio entre los dos combustibles). El de 1.8 T sería un poco menos rápido en carreteras amplias, pero con una diferencia menor de lo que cabe esperar por los 30 CV de ventaja que tiene el Diesel. A cambio, es más ágil por la ventaja de peso que da su pequeño motor de cuatro cilindros compara con el V6 Diesel.