El Volkswagen touran 2016 es un monovolumen adecuado para que cinco pasajeros, incluso adultos, viajen con comodidad y suficiente espacio con su correspondiente equipaje. A nuestro modo de ver, en configuración de siete plazas está destinado solo a un uso eventual, aún cuando los que viajen en la última fila sean niños que no necesiten de sillita, ya que el espacio es pequeño en altura y, sobre todo, en longitud para las piernas.
Para viajar frecuentemente con seis o más plazas ocupadas es más aconsejable optar por monovolúmenes de mayor tamaño como un Ford Galaxy, un SEAT Alhambra, un SsangYong Rodius o un Volkswagen Sharan, cuyas terceras filas de asientos son plenamente utilizables con mayor comodidad.
Volkswagen comercializa el Touran de serie en configuración de siete plazas. Se puede adquirir, sin diferencia de precio, en versión de cinco plazas y esta es una decisión que conviene pensar detenidamente antes de realizar la compra. El maletero de la versión de cinco plazas tiene un volumen de carga de 743 litros, 110 litros más que el de siete plazas. ¿Compensa perder dos asientos a cambio de 110 litros? Dependerá de cada familia. Dado que el maletero es grande en cualquier caso, esos 110 litros no suponen un enorme incremento porcentual.
El aumento de longitud del Touran 2016 respecto al de 2011 —13 cm— y de la batalla —12 cm— no se corresponde con el crecimiento de capacidad interior. Según Volkswagen, la longitud interior ha crecido seis centímetros. Sin embargo la distancia desde el respaldo del asiento del conductor hasta el portón del maletero es prácticamente idéntica. El espacio total para las piernas de los pasajeros de la segunda fila ha aumentado en cinco centímetros, si bien esa ganancia se pierde posteriormente en la distancia entre el respaldo de la segunda fila y el portón que cierra el maletero.
De los tres asientos de la fila central, el situado en el medio es más estrecho que los dos laterales (imagen) y, como esconde un reposabrazos, el respaldo es más duro. Tiene fijaciones Isofix, como el resto. Cada uno de los tres asientos se puede desplazar de forma individual en un recorrido de 20 centímetros, para dejar más espacio para las piernas o para el maletero (imagen). En el Touran anterior el recorrido máximo de los asientos era de 15 centímetros.
Colocando en la posición más retrasada la segunda fila de asientos, hay un espacio amplio para las piernas de los pasajeros que vayan sentados en ellas —77 cm según nuestras mediciones—. En la posición más adelantada, apenas queda espacio para las rodillas que, irremediablemente, chocan con el respaldo de las plazas delanteras, por lo que de cara a ocupar todas las plazas lo más cómodo es adoptar una posición intermedia de compromiso. La anchura a nivel de los hombros —142 cm, ligeramente superior a la media de sus alternativas— es adecuada para que tres adultos de complexión normal no rocen con los hombros, pudiendo en todo caso adelantar la plaza central para mayor desahogo. Tres sillas infantiles también tienen cabida si se colocan alternando la orientación de la silla central y las de los extremos. Hay la misma anchura en la segunda fila de asientos de un Citroën Grand C4 Picasso, más espacio que en la de un Ford Grand C-MAX o un BMW Serie 2 Gran Tourer y menos que en un Toyota Verso o un Opel Zafira Tourer.
Opcionalmente, por 450 euros, los dos asientos laterales de esta fila pueden ser adaptables para niños (imagen). Para emplearlos en esta disposición, la banqueta se desbloquea y se eleva su altura, y hay dos reposacabezas con sujeción lateral que sustituyen a los reposacabezas convencionales, cuya instalación no es cómoda porque son muy aparatosos. También hay de serie salidas de ventilación para estos pasajeros como en el BMW Serie 2 Gran Tourer, el KIA Carens o el Ford Grand C-MAX, pero a diferencia de estos hay además un mando para ajustar la temperatura porque el climatizador es de tres zonas (imagen).
Tras los respaldos de las plazas delanteras hay unas bandejas desplegables para las dos plazas laterales de la segunda fila (imagen), aunque no quedan centradas respecto a éstas, como sí sucede en algunas de sus alternativas como el Ford Grand C-Max. Para plegarlas hay que pulsar un botón —para desplegarlas no es imprescincible— del que habrá que advertir especialmente a los niños para que no fuercen el cierre de la bandeja. Por muy retrasado que se siente un adulto, la bandeja choca con las piernas al abrirla o cerrarla.
La distancia para las piernas entre la segunda y la tercera fila no ha variado respecto del Touran 2011 si se mantiene la segunda fila en la posición más retrasada. Hay 57 centímetros, que dejan espacio justo para las piernas de un adulto que mida alrededor de 1,70 metros, porque hay hueco para poner los pies por debajo de la banqueta central. Como los asientos de esa segunda fila se pueden desplazar hacia delante, existe la posibilidad de repartir el espacio disponible. La altura de la banqueta de la tercera fila de asientos es escasa, por lo que las rodillas van situadas muy por encima de la altura de la cadera.
El acceso a la tercera fila no es sencillo para una persona mayor porque el paso es estrecho, aunque el asiento de la segunda fila se abate todo lo posible y para una persona joven puede no entrañar dificultad (imagen). Lo que sí conviene es no colocar el asiento en su posición correcta hasta que el pasajero de atrás no se haya sentado, porque queda poco lugar para moverse entre las dos filas de asientos, y desde atrás solo es posible abatir los asientos de la segunda fila para entrar o salir, pero no regular su distancia. Los adultos de poca estatura o los niños que viajen en estos asientos sufren el inconveniente de que los cinturones de seguridad, de doble anclaje y con los carretes situados en el techo, sujetan el cuerpo en una zona elevada del torso o en el peor de los casos, a la altura del cuello.
El tamaño del maletero no se ha incrementado notablemente. De hecho, la distancia desde la segunda fila al portón, con el asiento en la posición más retrasada, es, según nuestras mediciones, cuatro centímetros menor, la anchura —en la parte más estrecha—, prácticamente idéntica y la altura hasta la cortinilla, menor. La ganancia de tamaño puede deberse exclusivamente a que el Touran 2016 no lleva rueda de repuesto y el anterior Touran sí llevaba.
Al no llevar rueda de repuesto, la bandeja que sirve de base del maletero —en la versión de cinco asientos— y que queda enrasada con los respaldos de la segunda fila cuando se abaten, puede colocarse en un nivel inferior y ganar todo ese espacio para equipajes. Este volumen de 110 litros es el que se pierde en la versión de siete plazas. Con los siete asientos colocados en su posición destinada a llevar pasajeros, el volumen del maletero es de 137 litros. Un Dacia Lodgy de 7 plazas tiene un maletero de 634 litros con cinco asientos en pie y de 207 litros con los siete. Estas mismas mediciones en un Citroën Grand C4 Picasso son 645 y 170 litros respectivamente.
Bajo una tapa en el suelo del maletero del Touran hay un hueco dedicado a guardar la cortinilla retráctil (cortinilla que únicamente es de serie a partir del nivel de equipamiento Advance; imagen) y una red de separación que va plegada en una bolsa de plástico. La red se despliega separando dos barras que se abren como una tijera, se bloquean y se anclan a los soportes del techo y de los laterales del maletero, ocupando casi por completo toda la anchura del interior (imagen). Se emplean menos de cinco minutos para colocarla, aunque requiere de cierta práctica para hacerlo con rapidez.
Uno de los posibles motivos por los que es posible que nuestras mediciones no reflejen el incremento de espacio interior es porque el asiento del conductor vaya situado en una posición más baja que en el Touran anterior. El conductor no tiene por qué llevar una postura típica de monovolumen, sentado casi como en una silla de comedor. Puede ir sentado razonablemente bajo, con las piernas bien estiradas y el volante delante del pecho. Para ganar espacio, puede subir mucho la banqueta, hasta siete centímetros, posición que permite adelantar los asientos centrales sin perder espacio para las piernas.
En la posición baja del asiento, con el volante relativamente bajo y cercano, los mandos quedan a buena distancia y el reposabrazos central no molesta al cambiar de marchas. Las cuatro puertas laterales abren en un ángulo grande, cercano a los 90 grados respecto de la carrocería, aunque resultan pesadas y esto es algo que hay que tener en cuenta cuando se aparca en pendiente, ya sea en el sentido longitudinal o transversal, porque tienden a abrise o a cerrarse violentamente y sujetarlas requiere de un esfuerzo notable.
El portón del maletero tiene, opcionalmente, apertura y cierre eléctrico —395 euros—, en cuyo caso conviene vigilar la altura del techo si se estaciona en un garaje por ejemplo, para detenar su apertura antes de que pueda chocar —se detiene pulsando anticipadamente el botón de cierre—. Existe la opción adicional para abrir el portón haciendo un gesto con la pierna por debajo del paragolpes trasero.
En el Touran hay muchos huecos para dejar objetos de diferentes tamaños. En el salpicadero, en el techo, debajo de los asientos, en la consola central y en el maletero. Muchas gavetas y rinconcitos para dejar cosas. La calidad de los componentes con que está ensamblado todo en el habitáculo es buena, con muchos elementos comunes a otros modelos de Volkswagen, con tacto de calidad y que transmiten sensación de ser duraderos y precisos.
El sistema de navegación de la unidad que más tiempo hemos conducido era el segundo más costoso —Discover Media, opcional por 600 euros—, con pantalla de 6,5 pulgadas. Tiene el interfaz habitual en los últimos modelos de Volkswagen —vídeo del sistema multimedia del Volkswagen Golf 2013—, con la capacidad de replicar el menú del teléfono móvil, que en nuestro caso era un iPhone 5S, mediante la aplicación CarNet. Tanto la pantalla como su funcionamiento satisfacen por su precisión y porque no es especialmente sensible a la suciedad de los dedos, por lo que la visibilidad no se ve mermada con facilidad. Hay disponible una pantalla más grande de 8 pulgadas —Discover Pro, 2570 euros— que no hemos probado, cuya principal diferencia aparte es que la cartografía va almacenada en una memoria interna en lugar de en una tarjeta de tipo SD, que en nuestra unidad iba alojada junto al reproductor de DVD, camuflado con una portezuela en el salpicadero, frente al pasajero (imagen).
La lista de elementos de equipamiento de serie y opcional es extensa. El detalle de cada versión aparece en nuestras listas de equipamiento. Algunos de ellos como el techo panorámico eléctrico, que es opcional —1375 euros— o de serie en función del nivel de equipamiento, o el sistema de apertura y arranque sin llave —opcional por 360 euros— aportan un extra difícil de valorar y que pueden ser prescindibles en favor de opciones como los asientos con sujeción para niños o los faros de ledes con iluminación adaptativa, de cuyo funcionamiento hay más reseñas en las impresiones de conducción.