El Volkswagen Touran 1.4 TSI tiene un motor de gasolina con inyección directa y sobrealimentado que da 140 CV; este motor sustituye ventajosamente al 2.0 FSi de 150 CV. Esta versión está disponible con un cambio manual de seis velocidades y dos niveles de equipamiento, «Traveller» (25.090 €) y «Highline» (27.910 €).
Este nuevo motor es muy bueno comparado con los de su cilindrada. Comparado con los de su potencia, es bueno pero no me ha parecido excepcional. Al acelerar a fondo, entrega la potencia de forma muy homogénea durante todo el rango de revoluciones, aunque le cuesta llegar al límite de giro.
Es, por tanto, un motor agradable de usar ya que no requiere utilizar frecuentemente el cambio de marchas. En ciudad se puede circular con el motor poco revolucionado y ganar velocidad sin necesidad de reducir una marcha; en autovías, a la velocidad máxima permitida en España, tampoco hace falta recurrir a una marcha inferior para subir rampas pronunciadas, ya que mantiene la velocidad con facilidad.
El Touran con este motor es más rápido que con el 2.0 TDi de 136 CV que ya habíamos probado; un Ford Focus C-Max 2.0 TDCi o un Seat Altea 2.0 TDI lo igualan. En nuestras mediciones de recuperación de 80 a 120 km/h, la versión con motor Diesel ha sido mejor.
El consumo puede llegar a ser reducido pero, para que sea así, hay que conducir de forma muy suave. A poco que se aproveche la aceleración que puede dar el motor, los valores que se alcanzan se pueden considerar normales para un vehículo de esta potencia y peso (casi 1.500 kg).
En ciudad y alrededores, es difícil hacer que gaste menos de 9,0 l/100 km, incluso si hay poco tráfico. Conduciendo de forma normal (sin acelerones ni buscando un consumo mínimo) el consumo está alrededor de 10 l/100 km (más bien por encima de ese valor que por debajo). Por carretera de dos carriles por cada sentido, a una velocidad media de 135 km/h, el consumo obtenido fue 9,6 l/100 km. Según datos de consumo homologado, sí gasta menos que otros monovolúmenes semejantes (tabla comparativa).
A diferencia de lo que sucede con la otra variante de este motor, la que lleva el Golf GT 1.4 TSI con 170 CV (prueba), Volkswagen recomienda utilizar en el Touran TSI gasolina de octano 95, no de 98.
Este Touran es un coche silencioso, más por el aislamiento que por el motor en sí. El ruido que hace al ponerlo en marcha es más parecido a un motor Diesel que a uno de gasolina (sólo durante el instante del arranque). Una vez en marcha, y con la ventanilla bajada, se distingue perfectamente cuándo el compresor entra en funcionamiento, cuándo se para y el sonido que hace mientras actúa. El que emite el turbo no es tan evidente.
Lo que ha hecho Volkswagen para obtener tanta potencia de un motor con esta cilindrada es utilizar dos compresores dispuestos en serie (información técnica del motor). Más adelante el Touran (al igual que el Golf Plus) podrá llevar la versión de 170 CV de este motor que tiene el Golf TSI, con cambio manual o DSG.
Con el nuevo motor, Volkswagen contribuye a acercarse al compromiso de los fabricantes europeos (ACEA) de que, en 2008, las emisiones medias de CO2 de los coches a la venta sean menores de 140 gr/km (y 120 gr/km en 2012).
Este compromiso de los fabricantes con la Unión Europea obliga a emplear soluciones técnicas que reduzcan radicalmente el consumo de los motores de gasolina. Esto sólo parece posible actualmente reduciendo la cilindrada para una potencia dada.
La suspensión de serie me parece suficiente para un uso normal del coche. Con ella, el Touran es cómodo y los movimientos de la carrocería no son excesivamente amplios y, cuando se dan, no alteran la trayectoria (dentro de un límite). Opcionalmente en la versión «Traveller» y de serie en la «Highline» hay una suspensión deportiva.
Los neumáticos que llevaba nuestra unidad, unos Pirelli P6000 (205/55 R16), chillaban mucho en los giros. Con ellos, a la salida de curvas cerradas, el control de tracción actúa a menudo al acelerar a fondo en segunda velocidad.
El equipamiento es abundante e incluye airbags frontales, laterales delanteros y de cabeza tipo cortina, control de estabilidad, climatizador, programador de velocidad y un reproductor DVD con dos pantallas en los reposacabezas delanteros. La versión «Highline» tiene además faros de xenón dobles y una suspensión más firme (que deja la carrocería 15 mm más baja). Por precio, hay monovolúmenes de la misma potencia que son más recomendables, como un Ford Focus C-Max 2.0 (tabla comparativa de precio y equipamiento).