El Volkswagen Touareg tiene un habitáculo espacioso para cuatro ocupantes. Entre los dos pasajeros delanteros hay anchura suficiente para que no rocen sus brazos y el asiento se puede adelantar o alejar mucho del salpicadero.
Los asientos delanteros, que de serie no tienen regulación del apoyo lumbar, son cómodos y dan una sujeción correcta para un uso normal del coche. La postura al volante es con la espalda erguida y las piernas poco estiradas.
Como ocurre en Mercedes-Benz, por ejemplo, Volkswagen utiliza dos pantallas para mostrar toda la información al conductor. Una en el propio cuadro de instrumentos (imagen), la otra —más grande, táctil y que no se puede ver cuando le da directamente la luz del sol— en la consola; ambas son en color y la de mayor tamaño es táctil. La del cuadro de instrumentos tiene un tamaño grande también, tanto que permitiría visualizar varias informaciones del ordenador de viaje simultáneamente y no una por una, seleccionándolas con el mando del volante. A pesar de este punto mejorable, lo cierto es que Volkswagen saca buen provecho de ella (imagen). Por ejemplo se puede ir viendo el consumo medio, mientras que en la esquina superior izquierda aparece en pequeño tamaño el siguiente desvío previsto en la ruta del navegador.
El volante del Touareg tiene botones para configurar y accionar la mayoría de los elementos principales del coche, como el ordenador de viaje, el equipo de sonido y el teléfono. Además, de serie hay un sistema de reconocimiento de órdenes por voz que permite dar casi cualquier tipo de instrucción a los sistemas de entretenimiento y navegación. Una vez acostumbrados a él resulta muy útil y cuesta ir en otro coche que no lo lleve.
Todos los mandos están bien colocados —no hay que separar la espalda del asiento para llegar a ellos— y agrupados de forma lógica: los de las luces están en el salpicadero a la izquierda del volante, los del climatizador, bajo la pantalla principal y los relacionados con las características dinámicas del coche —suspensión neumática, amortiguación variable, reductora y bloqueos de diferenciales— tras la palanca de cambios.
La parte superior del salpicadero y de las puertas es de un plástico blando. El de la zona inferior es duro. El acabado me ha parecido acorde con lo que cuesta el coche, sin piezas mal ajustadas salvo la tapa del útil cajón que hay en el salpicadero —a veces se abre sola y otras veces no se puede abrir—. Hay detalles de calidad, como que todos los mandos —incluidas las ruedas que abren las trampillas de la ventilación— están iluminados, los lugares para dejar pequeños objetos, tapizados o los parasoles son dobles —se puede llevar colocado uno en el parabrisas y el otro junto a la ventanilla. Un pero: el gran cajón que hay bajo el doble apoyabrazos central delantero está tapizado pero no iluminado, lo que dificulta encontrar cosas en su interior en un garaje, por ejemplo. La guantera sí tiene luz, además de una salida de la climatización. Lástima que sea de pequeño tamaño y no quepa una botella de agua de 1,5 litros. Para este tipo de recipientes hay un espacio ad hoc en las puertas delanteras (caben colocadas casi verticalmente).
En las plazas traseras tres pasajeros no irán cómodos porque la anchura es insuficiente para un viaje largo, salvo que sean niños o adultos de complexión pequeña. Además, el túnel de la transmisión es muy ancho y estorba para colocar los pies. La altura al techo y el espacio para las piernas son generosos, así que dos ocupantes podrán acomodarse con facilidad. Como el asiento —que está dividido en dos partes, en la proporción 60/40— se puede desplazar longitudinalmente, es posible aumentar o disminuir el espacio para las piernas, perdiendo o ganando simultáneamente volumen de maletero.
Las plazas traseras tienen salidas de ventilación al final de la consola y en los pies pero no en los montantes laterales. En las puertas hay un mando para accionar el cierre centralizado (al igual que en las delanteras) y, opcionalmente unas cortinillas enrollables.
La iluminación interior es suficiente. Volkswagen ha recurrido a un único plafón en el techo, junto al parabrisas mientras que el alumbrado de las plazas traseras lo proporcionan las luces de lectura que están colocadas junto a los asideros del techo. El maletero tampoco tiene luz en el techo sino en los dos laterales (si el maletero está muy cargado, el equipaje tapa las luces). Supongo que la ausencia de un plafón sobre las plazas traseras simplifica y abarata la fabricación, ya que las versiones con techo panorámico no pueden llevar la luz ahí. También hay luces en los pies.
El acceso, tanto a las plazas delanteras como traseras, me ha parecido cómodo. No sé si a una persona de menor estatura o con dificultad de movimientos le resultará igual.
Maletero
Tiene 580 litros de capacidad. El del Touareg Hybrid es más pequeño: 493 l. En España, el doble fondo del maletero del Touareg está ocupado por una rueda de repuesto de emergencia que va deshinchada y el compresor.
El maletero está completamente tapizado. Tiene unos interruptores en el lateral derecho para abatir (no los baja completamente, tan sólo libera el anclaje) desde ahí los respaldos del asiento trasero. Junto a esos botones puede haber otros para bajar (y subir) la suspensión neumática y facilitar la carga de objetos pesados en el maletero. También se encuentra ahí el que saca el enganche para un remolque (si lo lleva instalado). Estos mandos están colocados sobre una pieza de plástico que se hunde al presionarlos.
La bandeja que oculta el equipaje puede enrollarse o colocarse en una guía para que, al abrir el maletero, se eleve y no moleste. Hay que bajarla manualmente.
Para facilitar la organización del equipaje hay cuatro argollas en el suelo para sujetar una red, un gancho, en el lateral izquierdo, para colgar unas bolsas; una cinta elástica en el lateral derecho y un pequeño compartimento en el lateral izquierdo. Opcionalmente puede llevar dos raíles longitudinales para anclar diversos accesorios o un piso reversible (moqueta por un lado y plástico, más fácil de lavar e impermeable, por el otro). Bajo el piso está la rueda de repuesto, que es de emergencia y va deshinchada. Es posible colocar una red, verticalmente, por detrás de los asientos traseros o delanteros para utilizar todo el volumen posible para llevar bultos con seguridad.
El portón puede accionarse con un mecanismo motorizado. Para cerrarlo basta con tirar ligeramente hacia abajo del mismo (o pulsar el botón). Con este sistema opcional de apertura y cierre automáticos es posible configurar el ángulo en que se abre el portón, evitando que golpee con el techo del garaje (si es necesario). Si el sistema de apertura y cierre es manual no es posible hacerlo, un inconveniente porque se eleva mucho y llega con facilidad a techos no muy altos por lo que puede ser recomendable montar el dispositivo automático.