El Volkswagen ID.X Performance es un prototipo basado en el ID.7 con cambios para mejorar su faceta deportiva. Para ello, tiene modificaciones en la aerodinámica, en la suspensión, en las ruedas y su potencia ha aumentado hasta 559 caballos.
Algunos elementos aerodinámicos son de fibra de carbono como es el caso de la parte inferior del paragolpes delantero, el difusor y el alerón traseros. La suspensión tiene unos muelles específicos que rebajan la altura de la carrocería en 60 mm y, además, Volkswagen ha modificado la alineación de las ruedas.
Las llantas son de 20 pulgadas de diámetro de una sola tuerca y hay neumáticos 265/35 R20 de la marca y modelo Michelin Pilot Sport Cup2. Las pinzas de freno delanteras son fijas y las traseras flotantes. Los discos de freno son de dos materiales distintos; uno para la superfice de frenado y otro para su parte central.
Para aumentar la potencia, Volkswagen ha añadido un motor delantero (asíncrono). Además, hay un diferencial autoblocante trasero controlado electrónicamente. La potencia máxima de carga de la batería es de 200 kW, lo mismo que las versiones del ID.7 con la batería de mayor capacidad.
Los asientos de tipo baquet con estructura de fibra de carbono, pero lo más distintivo es la pantalla adicional de 6,7 pulgadas (imagen) en el centro de la consola y por debajo de la principal, desde la cual se controlan algunas funciones del sistema de impulsión.