El ID Life muestra cómo será un futuro modelo eléctrico que, por tamaño, se situará por debajo del ID.3. Volkswagen tiene prevista su llegada al mercado para el año 2025 y dice que su precio de partida será de alrededor de 20 000 euros.
La batería de este prototipo tiene 57 kWh de capacidad y Volkswagen estima una autonomía de alrededor de 400 km. El motor tiene 234 CV de potencia y permite al vehículo acelerar entre 0 y 100 km/h en 6,9 segundos.
Está construido sobre una variante más pequeña de la plataforma modular MEB, la que el grupo Volkswagen utiliza en sus modelos eléctricos. Como novedad, será el primer modelo en que la tracción sea en las ruedas delanteras.
Sobre el diseño, Volkswagen destaca la línea totalmente horizontal que separa la chapa de la zona acristalada y un techo practicable de material textil que sirve para aligerar el peso del conjunto. El volante tiene forma hexagonal y está abierto en su parte superior, al estilo del que Tesla ha introducido en el Model S Plaid. Las funciones esenciales de la conducción se manejan desde una pantalla táctil integrada en el propio volante (imagen). Todos los retrovisores han sido sustituidos por cámaras.
Otros elementos destacables del interior son un proyector cuyas imágenes se visualizan en una pantalla que se despliega del salpicadero y una videoconsola. Ambas filas de asientos son abatibles, lo que permite, por ejemplo, sentarse atrás con los asientos delanteros abatidos para ver una película (imagen) o formar una cama de «alrededor de dos metros de longitud».
Como dictan las modas, Volkswagen hace hincapié en que ha tenido especial cuidado en la elección de materiales sostenibles para fabricar la carrocería y el interior. Por ejemplo, se han utilizado pequeños fragmentos de madera para pintar la carrocería, botellas de plástico recicladas en el guarnecido del techo y un tejido denominado Artvelours ECO para la tapicería de los asientos y las molduras de las puertas.