El Volkswagen Golf GTI y el Golf GTD son unas variantes deportivas del Golf 2013, pero no son las más potentes de la gama ya que por encima de ellas está el Golf R de 300 CV (más información). La gama Golf ha sido renovada con el modelo 2017, por lo que algunas versiones ya no están en venta. Una de ellas es el GTI Clubsport, cuya prueba es la última que hemos publicado en este artículo.
El Golf GTI tiene un motor de gasolina de 220 CV (230 CV en la versión «Performance», 265 CV en la llamada «Clubsport» y 310 CV en la llamada «Clubsport S»), mientras que el Golf GTD lleva uno Diesel de 184 CV. Ambos son de 2,0 litros de cilindrada y turboalimentados. Tanto el GTI como el GTD se pueden elegir con cambio de marchas manual o automático de dos embragues (DSG), ambos de seis relaciones (información técnica).
La variante «Clubsport» del GTI está basada en un prototipo con el mismo nombre que Volkswagen presentó en mayo de 2015, coincidiendo con la celebración del evento Wörthersee (más información). Tiene el mismo motor de gasolina de 2,0 litros del GTI, pero con una serie de modificaciones para que la potencia aumente hasta 265 CV. Además, tiene una función denominada «Boost», mediante la cual la potencia máxima aumenta hasta 290 CV durante aproximadamente 10 segundos. Como en el resto de la gama, el GTI Clubsport se podrá elegir con cambio manual o con uno automático de doble embrague, en ambos casos de seis velocidades, pero solo con carrocería de tres puertas.
El Golf GTI Clubsport con cambio automático puede acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos y alcanzar 249 km/h (6,0 segundos y 250 km/h con cambio manual), por lo que es medio segundo más rápido acelerando y alcanza prácticamente la misma velocidad máxima que el Golf GTI Performance 230 CV DSG (6,4 segundos y 248 km/h).
Además de los cambios mecánicos, el GTI Clubsport se distingue del resto de Golf GTI porque tiene unos paragolpes distintos, un alerón posterior más grande, un difusor aerodinámico trasero y unas llantas de aleación de 18 pulgadas con diseño exclusivo (opcionalmente pueden ser de 19 pulgadas). En el habitáculo son distintos los asientos, que son de tipo baquet y están tapizados parcialmente en Alcantara, el volante (igualmente tapizado en Alcantara) y algunas molduras decorativas.
El Golf GTI está en venta desde 32 850 euros. Las versiones con el paquete «Performance» (230 CV) cuestan 1750 € más (todos los precios). La versión base tiene un precio muy parecido a un Alfa Romeo Giulietta Quadrifoglio Verde y un Ford Focus ST Ecoboost. Un BMW 125i (218 CV) y un Mercedes-Benz Clase A 250 Sport de 218 CV con tracción total y cambio automático (la única combinación posible para este motor) son más caros (ficha comparativa).
Desde febrero de 2015, el Golf GTD se puede elegir con carrocería familiar, además de con las de tres o cinco puertas. Su precio es casi idéntico al del GTI. Está disponible desde 31 860 €, un precio más elevado que un BMW 120d (190 CV), mucho más que un SEAT León 2.0 TDI 184 CV FR —tiene el mismo motor que el Golf GTD— y cuesta casi lo mismo que un Ford Focus ST 2.0 TDCi Berlina de 185 caballos cuesta 32 025 euros (ficha comparativa).
El texto que sigue a continuación está referido exclusivamente a los Golf GTD y GTI con carrocería de cinco y de tres puertas, que son los únicos que hemos probado hasta el momento. Impresiones de conducción del GTI e impresiones del conducción del GTD.
En términos generales, el GTI es más agradable de conducir que el GTD por la extraordinaria respuesta y suavidad de su motor de gasolina. El principal inconveniente del GTI (frente al GTD) es que su consumo de carburante es más elevado, por lo que —además de tener que parar a repostar con más frecuencia— su coste por kilómetro es mayor. No obstante, hay que señalar que no consumo demasiado para la potencia disponible y, además, gasta claramente menos que el mismo modelo de la generación anterior (más información). La diferencia de consumo entre el Golf GTI y GTD no es constante, sino que varía en función del tipo de utilización. Nosotros hemos registrado diferencias desde entre menos de un litro cada cien kilómetros hasta más de seis.
El GTD está por debajo del GTI en agrado de uso. El modelo Diesel tiene un motor que vibra más y es más áspero, algo que se nota especialmente a baja velocidad. Es un motor correcto si lo comparamos con otros Diesel de la competencia, pero en relación al del GTI se nota mucho más tosco. Además, su margen de utilización es menos amplio porque solo tiene mucha fuerza entre 2000 y poco más de 4000 rpm. Por ese motivo, suele ser necesario utilizar más el cambio de marchas para mantener el régimen más adecuado en cada momento y por lo tanto conseguir mucha aceleración (si es lo que se busca). Entre los dos modelos también hay una diferencia importante de aceleración, a favor del modelo de gasolina. Sin embargo, nos parece una ventaja poco relevante pues raramente se le puede sacar partida en una carretera abierta al tráfico.
Las reacciones en curva de estos dos modelos son muy parecidas. Es decir, nos da la impresión que si el GTI puede ir más deprisa que el GTD se debe, principalmente, a la mayor potencia de su motor, no a que responda de una forma más apropiada para conseguir un paso por curva más veloz. También nos han parecido muy similares por capacidad de frenada, motricidad (buena en todo caso) o adherencia (y eso que cada modelo tenía ruedas de las mismas medidas pero de distintos fabricantes).
Las anteriores impresiones corresponden a un uso por carretera. Ahora bien, nuestro compañero Alfonso Herrero condujo los dos modelos en circuito y él dijo que las reacciones no eran idénticas, sino que el GTI era más ágil en curva. Estas diferentes apreciaciones son perfectamente posibles puesto que en circuito se puede ir a una velocidad que permite sacar conclusiones que son imposibles de notar en carretera.
Algunos elementos de equipamiento posibles para estos coches son la tapicería de Alcantara para los laterales de los asientos y los reposacabezas, la cámara de visión trasera (que aparece al girar automáticamente el emblema de Volkswagen colocado en el portón), el sistema «Car-net», que permite pasar rutas del ordenador al navegador del coche, disponer de información del tráfico y visualizar mapas de Google-Earth y Google Street View, además de varios sistemas de ayuda a la conducción como son el programador de velocidad activo, la alerta por cambio involuntario de carril y el de frenada de emergencia a baja velocidad.
Estos dos modelos se diferencian entre sí por la salida de escape (doble en los dos, pero en el Diesel van juntas en el lado izquierdo y en el de gasolina una en cada extremo del paragolpes) y por el color rojo que Volkswagen utiliza en el GTI y plata en el GTD para decorar la parrilla y los faros (mediante una línea que los recorre horizontalmente), el tapizado de los asientos y las costuras de la funda de la palanca del cambio, el volante y el apoyacodos. Galería de imágenes exteriores e interiores. Funcionalmente, el interior de los dos modelos es idéntico. Lo que más distingue por dentro a estas dos versiones de otros Golf son los asientos. Son unos asientos que sujetan bien el cuerpo pero a la vez cómodos porque no son demasiado estrechos ni tienen resaltos excesivamente pronunciados que dificulten el acceso o salida del habitáculo.
Apenas hay diferencia entre el precio de venta del Golf GTI (precios) y el Golf GTD (precios), sin embargo, el precio del seguro del GTI puede ser un 20 % más caro que el del GTD. Así es al menos con los condicionantes que hemos introducido en el comparador de seguros de km77.com: hombre soltero de 30 años, que reside en Madrid y dispone de una plaza en una garaje colectivo y que recorre menos de 20 000 kilómetros al año. El coste anual de un seguro para el GTI es 1260 euros con la Póliza Plus de Fénix Directo —relación entre calidad y precio: 8,13/10; calidad de la póliza: 6,50/10—; mientras que en el caso del GTD es 1083 euros con Qualitas Auto —relación entre calidad y precio: 8,12/10; calidad de la póliza: 6,29/10—.