El Volkswagen Golf GTI Cabrio tiene unas cualidad dinámicas muy similares a las del Golf GTI. Es un coche con el que se puede ir rápido por una carretera de curvas porque cambia con facilidad de trayectoria y la dirección es precisa y tiene buen tacto.
La suspensión es más firme que la del resto de versiones de la gama Golf Cabrio pero no resulta incómoda salvo que el asfalto esté muy deteriorado. Como en el resto de versiones de la gama Golf, hay disponible una suspensión de dureza variable («DCC»), muy recomendable por su buen funcionamiento. Puede permitir incrementar ligeramente la comodidad gracias al modo «Confort», más blando de suspensión que la de serie. Es uno de los tres programas de funcionamiento junto al «Normal» y al «Sport».
La respuesta del Golf GTI Cabrio no varía en función de si se circula con la capota puesta o retirada. Lo único que cambia es el ruido y, obviamente, las corrientes de aire que aparecen en el habitáculo (que no son molestas hasta unos 120 km/h). En el artículo del Golf Cabrio detallamos las diferencias que existen a la hora de viajar con o sin capota (más información).
El motor del Golf GTI Cabrio es muy bueno por su respuesta y su capacidad para acelerar el coche, suficiente para, por ejemplo, realizar un adelantamiento en pocos metros o incorporarse con gran rapidez a una autovía o autopista. También es muy agradable por su suavidad y bajo nivel de ruido.
En nuestra medición de aceleración de 80 a 120 km/h, la versión descapotable es 0,6 segundos más lenta que la versión de tres puertas. A penas hay diferencia en esa misma medición entre circular con la capota o sin ella (0,1 segundos de diferencia, a favor de rodar con el techo puesto). Las recuperaciones en marchas largas también son peores que las de la versión de carrocería cerrada, entre 0,7 y 0,8 segundos (tabla comparativa). El Cabrio pesa hasta 140 kg más (ficha técnica comparativa).
Frente a modelos de similar tamaño y potencia, el Golf GTI Cabrio acelera como un Mercedes-Benz Clase SLK de 204 CV o un BMW Z4 de 258 CV y es algo más rápido que otros como un Toyota GT86 y un Subaru BRZ de 200 CV —los dos últimos no son descapotables sino cupés—. Recuperando en marchas largas, el Golf GTI Cabrio responde como el SLK y mejor que el GT86, el BRZ y el Z4 (tabla comparativa).
El BMW y el Mercedes-Benz frenan mejor que el Volkswagen, especialmente el primero de ellos. No sucede igual con los cupés de Toyota y Subaru, que necesitan 55 metros o más para pararse partiendo desde 120 km/h. Según nuestras mediciones, el Golf necesita 54,6 metros (tabla comparativa). De serie los neumáticos son de medidas 225/45 R17 pero nuestra unidad de pruebas llevaba unos algo mayores: 225/40 R18 (Bridgestone Potenza RE050A).
El Golf GTI Cabrio tiene un consumo medio homologado de 7,7 l/100 km. Son 0,3 l/100 km más que el Golf GTI de tres o cinco puertas (ficha comparativa). En nuestro recorrido habitual para medir el consumo —trayecto de 143,3 km por autovía con continuos desniveles a una media de 120 km/h—, el descapotable gastó 0,6 l/100 km menos debido a que con el GTI normal hicimos una media de velocidad superior a los 120 km/h habituales. El GTI Cabrio consume más que el SLK 250 BlueEFFICIENCY de 204 CV y que los cupés BRZ y GT86 de 200 CV. Estos dos últimos son cosiderablemente más ligeros, sl SKL tiene una masa similar al Golf (ficha técnica comparativa).
Datos de consumo. Mediciones de km77.com | ||
Modelo | Velocidad media (km/h) | Consumo (l/100 km) |
Volkswagen Golf GTI Cabrio (211 CV) | 119 | 8,1 |
Subaru BRZ (200 CV) | 120 | 7,2 |
Toyota GT86 (200 CV) | 120 | 7,3 |
Mercedes-Benz SLK 250 BlueEFFICIENCY (204 CV) | 121 | 7,6 |
Volkswagen Golf GTI (211 CV) | 125 | 8,7 |
Las dos cajas de cambio disponibles son recomendables. La palanca del manual se maneja con suavidad y rapidez. El cambio automático de doble embrague (DSG) es más cómodo y todavía más rápido.