El Yaris 2017 es una renovación del modelo que Toyota puso en venta en 2015 (que a su vez es una actualización del modelo de 2012). Con esta actualización los cambios afectaron al diseño —tanto exterior como interior—, a la gama de motores y al chasis. La última novedad de la gama es la introducción, en diciembre de 2018, del nivel de equipamiento GR-SPORT, que le da al Yaris un aspecto más deportivo y de la edición limitada «20 aniversario Limited Edition». Cualquiera de las versiones disponibles es recomendable para uso en ciudad, especialmente con el sistema de impulsión híbrido. La postura de conducción, la visibilidad, el manejo suave de los mandos y el funcionamiento general del coche lo hacen mucho más aconsejable para este uso que para carretera o autovía.
La versión básica tiene un motor de 69 CV y cuesta 11 000 euros con carrocería de tres puertas y 11 500 con la de cinco, en ambos casos con el aire acondicionado incluido en el equipamiento de serie (todos los precios del Yaris 3p y 5p). Hay varias alternativas más baratas, pero en muchas de ellas hay que pagar el aire acondicionado por separado. Igualando equipamiento, es más barato el Dacia Sandero. Un Škoda Fabia o un Opel Corsa, cuyas versiones básicas también incluyen aire acondicionado, tienen un precio muy parecido al del Yaris (listado de turismos de cinco puertas entre 3,9 y 4,1 metros de longitud y potencia comprendida entre 60 y 80 CV).
Del Toyota Yaris hay dos versiones con motor de gasolina (el mencionado de 69 CV y otro de 111 CV) y una híbrida, ya disponible anteriormente, de 101 CV de potencia. En enero de 2018, Toyota puso a la venta una versión deportiva denominada Yaris GRMN que tiene 212 caballos, cuya producción fue limitada a 400 unidades que se vendieron en un plazo muy corto de tiempo. En la gama actual no hay motores Diesel.
El nivel de equipamiento GR SPORT está inspirado en el aspecto de los coches de TOYOTA GAZOO Racing, departamento en el que Toyota desarrolla sus vehículos de competición. La única versión que puede tener este equipamiento es la híbrida de 101 caballos con cambio automático. Está a la venta por 18 600 euros. Los cambios de aspecto que afectan a la carrocería son una parrilla específica, algunos adhesivos de color rojo, carcasas de los retrovisores, alerón, fondo de los faros, antena, molduras y techo de color negro y unas llantas de 17 pulgadas de diseño exclusivo. Los cristales traseros están oscurecidos.
La suspensión tiene muelles más cortos que rebajan la distancia al suelo en 9 mm —aunque con el aumento de diámetro de las ruedas, la distancia entre el neumático y los pasos de rueda es 15 mm menor—, los amortiguadores son de la gama Performance del especialista Sachs y la barra estabilizadora delantera es maciza en lugar de hueca. Los neumáticos de serie son unos Bridgestone Potenza RE50 en medidas 205/45 R17. Por dentro los cambios afectan a la tapicería, con combinación de tela y piel sintética y logotipos bordados, al diseño de los asientos, que tienen los laterales más prominentes para dar mejor sujeción en curvas —y que son eficaces en su desempeño, pues sujetan sobradamente el cuerpo en comparación con las prestaciones del coche—, a las molduras de las salidas de ventilación, al pomo de cambios y al volante, que es más pequeño —procede del Toyota GT86; imagen—.
Lo hemos probado y hemos ampliado las impresiones de conducción. Las diferencias dinámicas son muy pequeñas respecto al de una versión híbrida sin equipamiento GR-SPORT: un consumo y unas prestaciones ligeramente peores, mejor frenada y una sensación de estabilidad mayor, pero sin que se pueda calificar de turismo utilitario deportivo en ningún sentido más allá de por el aspecto del coche.
Ni el Yaris híbrido, ni el Yaris de gasolina de 111 caballos (que son los dos que hemos probado) son veloces para la potencia que anuncian. En ciudad, el híbrido gasta poco y es muy cómodo de utilizar porque no tiene cambio de marchas. En carreteras despejadas de tráfico y donde se pueda mantener una velocidad más o menos constante, el híbrido sigue siendo el que menos gasta, aunque seguido muy de cerca por el gasolina de 111 caballos. Según los datos oficiales, el híbrido tiene un consumo en el ciclo mixto entre 1,3 y 1,5 litros cada 100 kilómetros inferior al de gasolina y su precio es 2400 euros superior (ficha técnica comparativa). Con estos datos, para amortizar el sobreprecio del híbrido hay que recorrer aproximadamente 100 000 kilómetros.
En cualquiera de sus versiones, el Toyota Yaris es muy cómodo de utilizar en entornos urbanos porque maniobra muy bien y su conductor goza de buena visibilidad. La posición relativamente elevada de los asientos y el buen tamaño de las puertas facilita la entrada y salida a sus ocupantes. El habitáculo, sin ser especialmente espacioso, sí da sensación de amplitud. El suelo de las plazas posteriores es plano (no hay un abultamiento en la zona central como en muchas alternativas) y eso ayuda mucho a que los pasajeros tengan más libertad de movimientos.
El puesto de conducción no es perfecto porque hay a quien le parece que el volante queda demasiado pegado al salpicadero y bajo (hay regulación en altura y profundidad, pero el recorrido es pequeño). No me parece un gran problema y, de hecho, me he acostumbrado en poco tiempo a la posición de conducción del Yaris. Lo que más me ha molestado es que la pantalla táctil de 7 pulgadas (Toyota Touch 2, imagen) del sistema multimedia se ve mal en días muy soleados. Además, dicha pantalla queda situada más cerca del pasajero que del conductor. El sistema multimedia del Yaris no es compatible con los protocolos de comunicación Android Auto y Apple CarPlay.
Los cambios de aspecto que Toyota indtrodujo en el Yaris 2017 son los siguientes: son distintos los parachoques, los faros, los pilotos (que pueden ser de ledes), la parrilla y el portón del maletero. También hay nuevos modelos de llantas de aleación y dos colores para la carrocería que no estaban disponibles con anterioridad: azul Hydro y rojo Tokio.
En cuanto a la versión 20 aniversario Limited Edition, cuya producción está limitada a 1998 unidades (el año de lanzamiento del primer Yaris. Sólo 200 unidades llega al mercado español), lo que la distingue es un color de carrocería dorado exclusivo en combinación con ciertas piezas de color gris oscuro, unas llantas de 16 pulgadas y la misma combinación de colores en el habitáculo, con una tapicería de diseño propio. La llave también es personalizada y hay unos anagramas conmemorativos en los pilares centrales. En las galerías de imágenes aparecen los detalles fotografiados.
En el interior los cambios que recibió el Yaris en 2017 fueron pequeños: un nuevo cuadro de instrumentos que, en algunas versiones, tiene una pantalla multifunción de 4,2 pulgadas (imagen). También hay nuevas tapicerías y molduras decorativas y unas salidas de ventilación con un aspecto distinto. Dichos cambios no afectan a la funcionalidad ni al espacio disponible, por lo que en las Impresiones del interior del Toyota Yaris 2015 damos muchos más detalles que son perfectamente aplicables a este nuevo modelo. Tampoco el sistema multimedia ha sido actualizado y acusa ya su antigüedad por lo desfasado de la interfaz y por el funcionamiento de la pantalla táctil, que es bueno pero no se acerca al de las mejores pantallas actuales.
Todos los Yaris 2017 tienen de serie el paquete de equipamiento «Safety Sense», que incluye un sistema de frenada automática de emergencia en ciudad, uno que cambia automáticamente entre luces cortas y largas, una alerta por cambio involuntario de carril y un detector de señales de tráfico.
En nuestro comparador de seguros de coche hemos calculado el precio de una póliza a todo riesgo sin franquicia para un Toyota Yaris Híbrido. El tomador es una mujer de 36 años que vive en Madrid, dispone de plaza de garaje y recorrerá hasta 25 000 kilómetros anuales. Esta mujer nunca ha tenido un seguro de coche a su nombre. Con estas características, el precio más bajo lo da la compañía Nuez, por 570 euros.