Toyota ha renovado parte de los plásticos que recubren el interior, concretamente los de la zona central del salpicadero, la consola y parte de los paneles de las puertas (imagen del salpicadero del Yaris 2011 e imagen del Yaris 2015). Además de esos cambios principalmente decorativos y de la ligera reubicación de algunos mandos, Toyota ha recortado 30 mm la palanca del cambio y ha elevado 3 mm la consola para mejorar el manejo del cambio. No hay variaciones en el número de huecos disponibles para dejar cosas.
El espacio para los pasajeros es el mismo que había hasta ahora, por lo que el Yaris 2015 continúa siendo un modelo bien posicionado por espacio entre alternativas como el Ford Fiesta, el Renault Clio y el Peugeot 208 (tabla comparativa de mediciones del interior).
Pero además de una carrocería bien aprovechada, tiene un diseño adecuado para que sea cómodo de utilizar como, por ejemplo, para entrar y salir de su interior. Hay varias razones para ello. Por una parte, las puertas abren en un ángulo muy grande y son altas (debido a que la carrocería también lo es). A lo anterior hay que añadir que los asientos van ubicados en una posición más elevada de lo normal y cerca del borde de la carrocería (con lo cual, enseguida se apoya el cuerpo sobre ellos y, al salir, los pies «encuentran» fácilmente el suelo).
El remate y ajuste de los elementos del salpicadero es bueno, dentro de la sencillez. El acabado no es pretendidamente lujoso, pero tiene cualidades que a la larga resultan convenientes, como que la pantalla táctil está bien protegida de las manchas de grasa que pueden dejar los dedos y que el polvo que se acumula en los distintos plásticos no resulta muy visible (se suele notar mucho en los plástico de color negro brillante que tanto abundan últimamente, pero este Yaris no lo lleva).
La pantalla de la consola está ligeramente desplazada hacia el asiento del acompañante (imagen). El conductor llega a ella sin problemas, pero quizá lo haría mejor si estuviera más cerca.
Entre los asientos delanteros hay huecos suficientes para vaciarse los bolsillos, pero ninguno de gran tamaño. Las bolsas de las puertas no son profundas ni anchas, pero sí suficientes para llevar una botella de agua pequeña y objetos menudos (imagen). La guantera tiene un tamaño normal (imagen) y carece de iluminación.
Al igual que ocurre en la mayor parte de los coches de precio y tamaño similar, no hay un plafón de luz en las plazas traseras. En un garaje, por citar un lugar oscuro, no se ve lo que hay en esa zona, lo que dificulta buscar cualquier cosa que llevemos ahí.
Como ya ocurría en el Yaris 2012, el asiento trasero no tiene regulación longitudinal (sí lo tenía el Yaris 2008 y anteriores). El volumen del maletero es 286 litros, no es de los más grandes si lo comparamos con el de sus rivales. El maletero puede llevar un doble fondo que se puede colocar a diferentes alturas (sirve, por ejemplo, para salvar el escalón que queda respecto al respaldo de los asientos posteriores cuando estos se abaten, imagen), y le faltan ganchos para colgar bolsas y argollas para asegurar objetos pesados.
Si bien no es un maletero muy grande, sí es aprovechable. Por ejemplo, cabe a lo ancho un carrito infantil de 108 centímetros de longitud (imagen), cuando en un Renault Clio tiene que ir atravesado (imagen) y en un Citroën C3 no entra (imagen). Bajo el piso está el kit de reparación de pinchazos y quedan otros sitios para guardar, por ejemplo, alguna herramienta o los triángulos de emergencia (imagen).