Toyota presenta el prototipo Hybrid X para dar una idea del diseño que podrían tener futuros modelos híbridos, como el siguiente Prius. Muchas de las soluciones y los rasgos del prototipo, no obstante, son irrealizables a corto plazo.
El Hybrid X mide 4.500 mm de longitud y 1.440 mm de alto, unas dimensiones no muy distintas de las del Prius. La distancia entre ejes, en cambio, llega hasta 2.800 mm, 100 mm más que el Prius. También es mucho más ancho (1.850 contra 1.725 mm).
Como el Prius, el Hybrid X es un cinco puertas, pero en el prototipo las traseras se abren en sentido contrario a las delanteras, lo que facilita el acceso.
Otros elementos comunes en prototipos son un techo completamente de cristal (cada vez hay más cristal por arriba y menos por los lados) y unas ruedas muy grandes (225/40 20").
Los faros son de diodos y están pensados para crear formas seleccionando los diodos que sen encienden «para comunicar información de seguridad a peatones u otros conductores, como distancia de seguridad, aceleración o frenada».
Algunos de los elementos distintivos del interior son asiento que pueden girar hasta 12º, un difusor de perfume, tres pantallas táctiles (cada una para distintas funciones) y una dirección eléctrica.
De momento, Toyota no ha dado información sobre los elementos de propulsión de este prototipo, salvo que se trata de una evolución del sistema que tiene el Prius (Hybrid Synergy Drive).
Tiene mandos para el cambio en el volante. Si no son una veleidad del diseñador, indican que el conductor puede elegir relaciones fijas entre el régimen del motor y la velocidad del coche. Podría ser así aunque —como ocurre en el Prius— este prototipo no tuviera caja de cambios.
El objetivo de Toyota es fabricar vehículos que no emitan gases y este prototipo es un paso más en este sentido.
El descenso en el consumo medio de la primera a la segunda generación del Prius fue casi del 15 por ciento. Para llegar a un consumo medio de 3,0 l/100 km, Toyota debería rebajar el consumo del actual Prius en un 30 por ciento.