El Audi TT Roadster está derivado del Audi TT Coupé con respecto al cual pierde las dos plazas traseras y capacidad de maletero. Por este motivo no se puede decir que sea un modelo práctico, pero tampoco lo son ninguno de los descapotables de dos plazas que conozco. Quien quiera un descapotable que casi ofrezca la practicidad de un turismo de carrocería cerrada, es mejor que elija un Audi A3 Cabrio, un BMW Serie 2 Cabrio o el Mercedes-Benz Clase C Cabrio. Todos estos tienen un interior más grande y cuatro plazas.
Las dos plazas del TT Roadster son espaciosas, dentro de un orden. El techo queda lo suficientemente lejos de la banqueta para que alguien de casi dos metros de estatura quepa sin problemas. El asiento se puede alejar lo suficiente de los pedales para que una persona alta también vaya cómoda. Según nuestras mediciones, la diferencia de espacio entre el TT Roadster y el TT Coupé es prácticamente inexistente.
A pesar de que no falta espacio, los ocupantes sentirán que viajan en un coche muy pequeño. Esa impresión, que no es muy distinta a la que se tiene con otros descapotables de dos plazas, se debe a que la superficie acristalada es relativamente pequeña y a que la capota queda muy cerca por detrás de los asientos.
El Audi TT Roadster que hemos probado tenía unos asientos denominados «Asientos S» que sujetan bien el cuerpo (imagen). Su relleno de espuma es más bien duro y eso puede sorprender a quien venga de un coche con asientos blandos. Mi impresión (que no tiene por qué trasladarse a otra persona) es que son cómodos incluso en largos desplazamientos. Son de serie u opcionales en función de la versión y del equipamiento que se elija.
La capota de lona del TT Roadster se pone y se quita mediante un mecanismo eléctrico. La operación tarda 10 segundos (que es poco, aunque la de un Porsche 718 Boxster tarda un segundo menos) y a velocidades de hasta 50 km/h. El aislamiento acústico que proporciona cuando está situada sobre la carrocería es bueno, aunque los ruidos del exterior (especialmente los que produce el resto del tráfico) se cuelan mucho más al interior que en el TT Coupé (sobre todo desde la zona posterior del habitáculo). Su acabado interior es bueno pues la tela queda bien estirada y, salvo por el mencionado ruido que se cuela en el interior, apenas se tiene la impresión de viajar en un descapotable.
El volumen del maletero del TT Roadster no se ve afectado por la posición del techo, es siempre 280 litros, 30 litros más que en el modelo anterior y 25 litros menos de los que tiene el actual TT Coupé. El mayor problema que presenta este maletero es que es poco profundo y eso limita mucho el tipo de bultos que se pueden llevar (imagen e imagen de cómo caben en el maletero distintos tipos de equipaje).
Al igual que en el modelo de la anterior generación, los mandos del sistema de climatización están colocados en el centro de las tres salidas de aire centrales, cada una con su pantalla (imagen). En las salidas de los extremos (las que están próximas a las puertas), también están los mandos que activan la calefacción de los asientos y del sistema que expulsa aire caliente sobre el cuello de los ocupantes (imagen).
El climatizador es capaz de alcanzar rápidamente una temperatura determinada en el interior (a su favor juega que el volumen de aire en el interior del TT es pequeño) pero es difícil orientar las salidas de ventilación para que no manden corrientes a las manos del conductor (hay a quien le gusta que sea sí, pero a otros nos parece incómodo).
Muchas funciones se controlan desde la pantalla que hay detrás del volante (imagen). Al principio sorprende que no haya una en el centro del salpicadero: da la impresión de que es un coche para usar en solitario. Sin embargo, no es así, pues el pasajero tiene una visión prácticamente completa de la información mostrada por la pantalla de 12,3 pulgadas del cuadro de instrumentos. Por ello, también puede realizar ajustes con comodidad mediante el mando giratorio que hay entre los dos asientos (imagen). El problema de que haya solo una pantalla para todo, es que la información cambia cuando quizá el conductor no lo desea (por ejemplo, si el acompañante introduce una ruta en el navegador).
La calidad de realización nos parece buena, así como los materiales. La unidad que hemos probado era la edición especial «20 years» (conmemora el 20 aniversario del Audi TT) que tiene un interior con decoraciones específicas como el «cuero napa fina color marrón Mocasín con costuras en amarillo contraste» y otros detalles. En esta galería de imágenes se pueden apreciar todos los detalles.