Aunque el Audi A6 Avant es claramente más costoso que la variante con carrocería sedán (hay entre 3010 y 5030 € de diferencia, en función de la versión), su adquisición nos parece plenamente aconsejable porque el espacio de carga es un poco más amplio y, sobre todo, mucho más práctico y fácil de aprovechar. Además, en las plazas posteriores hay un poco más de espacio libre hasta el techo, algo que agradecerán especialmente las personas más altas.
Con 565 litros de capacidad, el maletero no es pequeño en términos absolutos, pero hay algunos modelos con carrocerías más cortas y de menor precio que tienen uno mucho más capaz, como el Volkswagen Passat Variant (650 litros), el Škoda Octavia Combi (610 litros) y el Ford Focus Sportbreak (608 litros). Frente a sus rivales más directos no hay grandes diferencias: es más o menos igual que el de un BMW Serie 5 Touring, un Volvo V90 o un Jaguar XF Sportbrake (ficha comparativa) y más pequeño que el de un Mercedes-Benz Clase E Estate (ficha comparativa). Listado de turismos familiares de entre 4,60 y 5,0 metros de longitud, ordenados por volumen de maletero.
Los respaldos de los asientos posteriores están divididos en tres porciones (40:20:40) y se pueden abatir mediante unos mandos que hay en los extremos de los respaldos o mediante unos tiradores que hay en cada una de las paredes laterales del maletero. Cuando se abaten quedan completamente enrasados con el piso del maletero y en ligera pendiente ascendente; así se obtiene el máximo volumen de carga, que es 1680 litros. Para evitar que los bultos depositados no invadan el espacio destinado a los ocupantes, el carrete de la cortinilla cubre equipaje tiene incorporada una red de separación que se puede colocar vertical justo tras los asientos delanteros o tras los traseros.
De serie, el portón tiene apertura automática, pero opcionalmente se puede completar con un sistema que lo activa al pasar el pie por debajo del parachoques (como un pequeño puntapié). Al abrirlo, la cortinilla cubre equipaje se desplaza de manera automática por unas guías que recorren el pilar posterior, liberando de esta manera un hueco de carga muy amplio sin tener que retirar la cortinilla a mano (que también se puede hacer, si fuera necesario). No hay un lugar específicamente diseñado para guardar la cortinilla cuando no se utiliza.
El maletero tiene unas formas muy regulares y un borde de carga situado a tan solo 62 centímetros del suelo (que es muy poco), por lo que su aprovechamiento resulta muy sencillo. Como en otros modelos familiares de Audi, el A6 Avant tiene muchas soluciones para transportar la carga ordenada y bien sujeta. De serie tiene ganchos en las paredes laterales, cintas elásticas, la mencionada red de separación de carga, una toma de 12V y dos carriles de aluminio que recorren longitudinalmente el piso a los que se pueden acoplar elementos como ganchos metálicos, unos carretes con cintas extensibles o una barra telescópica. No puede tener, en cambio, una luneta practicable, un elemento que sí está disponible en el BMW Serie 5 Touring y que resulta muy útil para introducir o extraer pequeños bultos sin necesidad de abrir por completo el portón.
La calidad de los acabados de la zona de carga es, al menos, tan buena como la del resto del habitáculo: la moqueta es gruesa, el tapizado llega incluso a los pilares posteriores y la iluminación es potente (consta de dos tiras de ledes en las paredes laterales y un plafón en la parte interna del portón).
Según nuestras mediciones, la única diferencia entre el habitáculo de un A6 Avant y de un A6 berlina está en la altura libre en las plazas traseras, que es cinco centímetros superior en la variante familiar. Por espacio para las piernas y anchura son idénticos y aptos para que dos personas de estatura elevada viajen con mucha comodidad y desahogo. Un tercer ocupante en estas plazas no irá tan a gusto porque la plaza central es más dura, estrecha e incómoda y además el túnel que recorre longitudinalmente la carrocería es muy voluminoso e impide llevar las piernas en una posición natural.
En el centro del salpicadero y la consola hay dos pantallas (sistema operativo MMI touch response). De serie, la de la parte superior es de de 8,8 pulgadas, aunque opcionalmente se puede pedir otra de 10,1 pulgadas. La de la parte inferior, que es siempre de 8,6 pulgadas, es la encargada de mostrar los controles de la climatización, las funciones de confort y la entrada de texto para, por ejemplo, introducir direcciones en el navegador. Todas ellas tienen una excelente resolución y se ven bien incluso cuando la luz incide directamente sobre ellas, pero en ocasiones provocan reflejos molestos porque su superficie es brillante. El uso de ambas es sencillo e idéntico al de otros modelos de Audi de reciente lanzamiento (por ejemplo el Q8 o el A7 Sportback): responden a la presión que se hace con el dedo y vibran ligeramente para confirmar la activación o desactivación de la función concreta.
La instrumentación puede ser de dos tipos: una convencional con dos agujas convencionales separadas por una pantalla a color de 6,8 pulgadas o una formada por una sola pantalla de 12,3 pulgadas en diagonal que permite cierto grado de personalización de la información mostrada (y que también tiene una resolución y visibilidad excelentes).
El habitáculo del A6 Avant, como el del A6 berlina, denota esmero en su fabricación: todos los materiales empleados son agradables a la vista y al tacto, las piezas están sólidamente ensambladas entre sí y todos los huecos portaobjetos están recubiertos de goma o moqueta. Salvo por todo aquello que atañe al maletero o la diferencia de espacio en las plazas posteriores, las Impresiones del interior del Audi A6 berlina son plenamente aplicables al A6 Avant.