El Audi RS6 Avant está derivado del Audi A6 con carrocería familiar y, al menos de momento, es el coche más potente que tiene Audi dentro de su gama de vehículos. Posiblemente, más adelante exista una versión RS6 con carrocería de cuatro puertas.
Tiene un motor de 579 CV y su precio es 123.600 €. Es, por lo tanto, más caro y potente que un BMW M5 Touring (507 CV 104.700 €) y que un Mercedes-Benz E 63 AMG Familiar (514 CV y 113.900 €).
Aunque el BMW M5 Touring y el Mercedes-Benz E 63 AMG tienen menos potencia, la aceleración de 0 a 100 km/h (el único dato común a los tres de que disponemos) es casi idéntica: el Audi necesita 4,6 s, el BMW 4,8 s y el Mercedes-Benz 4,6 s.
El RS6 Avant, además de ser el más potente de los tres, es el que tiene un peso superior: 2.100 kg frente a 1.995 de los otros dos. Que el Audi pese más se debe en parte a que es el único de los tres que tiene un sistema de tracción total (quattro).
Con todo, la relación entre peso y potencia es favorable al Audi: 3,63 kg/CV por 3,88 el E 63 AMG y 3,93 el M5.
Aún siendo más pesado, teniendo el motor más potente y con la resistencia añadida que ofrece la tracción total, el consumo medio del RS6 Avant es 13,9 l/100, una cifra inferior a la de los otros dos.
El motor que tiene el RS6 tiene diez cilindros. Está basado en el que tienen los Audi S6 y S8,
pero con retoques importantes para que dé más potencia: el cambio importante es que tiene dos turbocompresores (el S6 y el S8 son atmosféricos).
Lo que más impresiona del RS6 es su capacidad de aceleración. El motor está lleno de fuerza en casi todo momento y al pisar el acelerador lo que se nota es una respuesta excepcionalmente intensa, pero a la vez lineal porque el cambio de marchas automático selecciona marchas más largas con gran suavidad, sin apenas transmitir sacudidas a los ocupantes (como por ejemplo sí ocurre en un BMW M5).
La sensación que deja el Audi RS6 es que es extraordinariamente rápido pero también muy cómodo. Que el RS6 sirva para viajar cómodamente durante varias horas seguidas se debe al suave y rápido funcionamiento del cambio de marchas, al moderado nivel de ruido del motor cuando se pisa poco el acelerador, y a la suspensión, que no castiga a los ocupantes.
He probado el RS6 con la suspensión opcional de ajuste variable. Tiene tres ajustes posibles. El ajuste más blando y el intermedio dan comodidad a los ocupantes sin penalizar la precisión de la trayectoria. El ajuste más duro posible deja la suspensión en un nivel de dureza que sólo será soportable temporalmente en conducción por carreteras en buen estado, o para circuito.
Además de cómodo, el RS6 me ha dejado la sensación de que es fácil de conducir. Los 579 CV son un exceso para cualquier condición que se pueda dar en una conducción cotidiana (no hace falta tanta potencia para adelantar en poco espacio, ni para incorporarse a un vía rápida), pero no es potencia desbocada. Dentro de unos límites amplios, el RS6 no tiene reacciones que requieran especial preparación o cuidado, por ejemplo, a la hora de pisar el acelerador a la salida de una curva.
Audi nos dio la posibilidad de conducirlo en circuito. No es un coche de circuito (ni un deportivo del nivel del R8, aunque el RS6 pueda acelerar más en una recta), pero sólo así se puede aprovechar toda la potencia del motor durante más de cuatro o cinco segundos sin alcanzar una velocidad ilegal.
En circuito se puede apreciar la facilidad con la que llega a la velocidad máxima (250 km/h, aunque se puede pagar una opción para que alcance 280 km/h, su precio será unos 2.000 €) y el ritmo al que consume carburante, hasta unos 40 l/100 km.
Otra ventaja de conducirlo en esas circunstancias es que se puede probar con seguridad cómo funciona el control de estabilidad en el modo «Sport Mode», que deja un cierto deslizamiento de las ruedas antes de que entre en funcionamiento y coloque el coche en la trayectoria.
También pude apreciar que, cuando se acelera a fondo a la salida de las curvas más cerradas, el sistema de transmisión da más fuerza a las ruedas traseras. El RS6 no tiene la tendencia que tienen algunos coches con tracción total a abrir la trayectoria cuando se acelera a fondo a la salida de curvas lentas, más bien al contrario, se puede notar que se descoloca de la trayectoria, iniciando un cierto sobreviraje (si el control de estabilidad está desactivado o en el ajuste «Sport Mode»).
He conducido el RS6 con frenos de serie y los opcionales cerámicos. No he circulado con las dos versiones lo suficiente como para extraer conclusiones claras. Lo que sí puedo decir es que, en un uso normal, el tacto del freno es similar con unos que con otros. Como en otros modelos de Audi, la primera parte del recorrido del freno tiene un tacto algo esponjoso.
Exteriormente, el RS6 Avant se distingue de cualquier otro A6 Avant por los paragolpes (el delantero tiene entradas de aire más grandes y el trasero tiene la parte inferior con aspecto de difusor aerodinámico), los pasos de rueda ensanchados y los terminales de escape de forma oval.
La parrilla delantera y las barras del techo son de aluminio mate. Las carcasas de los retrovisores también son de este material y, a diferencia del resto de los A6, el RS6 lleva alojados ahí los intermitentes.
Los faros son de xenón para cortas y largas e incluyen los faros antiniebla, que han sido eliminados del paragolpes para dejar más espacio a la refrigeración. Además llevan incorporada una tira de diez diodos luminosos, que hace la función de luz de día; en el S6, esta tira va colocada en el paragolpes.
Para el interior, además del plástico, Audi ha utilizado como materiales de recubrimiento el aluminio, la fibra de carbono, piel y Alcántara.
El volante puede ser de dos tipos: uno de tres radios u otro con el aro achatado en su parte inferior; ambos tienen mandos para diversas funciones del equipo de sonido, del navegador y el ordenador.
Entre el equipamiento de serie destaca el sistema de control de la presión de los neumáticos, el de ayuda al aparcamiento con cámara trasera o un equipo de sonido Bose.
Audi ha empleado anteriormente las siglas RS en el RS2 Avant de 1996 (con motor de cinco cilindros turboalimentado de 315 CV), en el RS4 Avant de 2000 (V6 turboalimentado de 380 CV), en el RS6 de 2002 (V8 turboalimentado de 450 CV) y en el RS4 de 2006 (V8 420 CV), este último el único atmosférico hasta la fecha y disponible con carrocería berlina, familiar o descapotable.