Desde la aparición del control de estabilidad, que Audi pone como equipo de serie en este A6, la tracción total es menos valiosa. Un coche con tracción total no es más seguro sobre firme deslizante que uno con control de estabilidad (un A6 con tracción delantera y ESP, por ejemplo). Lo que da la tracción total es más capacidad para acelerar sobre superficie deslizante, pero no más agarre lateral ni mejor frenada.
Para quienes necesiten o aprecien esa ventaja de aceleración sobre firme deslizante, la tracción total es recomendable. No lo es sólo para acelerar mucho, sino también para poder acelerar algo (poner el coche en movimiento) allí donde otros se quedan parados por mucho control electrónico que tengan. Una de las experiencias más sorprendentes que he tenido en un coche es ver cuánto puede acelerar un A6 (era un 4.2 con tracción total y neumáticos de invierno) sin perder la trayectoria, aunque tenía las ruedas de un lado en nieve y las del otro en asfalto mojado.
Sobre suelo adherente o ligeramente deslizante (asfalto mojado) un A6 tracción delantera sería casi equivalente a un quattro, si no ocurriera que la suspensión trasera del quattro es mejor. Sea por la suspensión o por otras causas, el resultado es que el A6 con tracción total tiene mejores reacciones que el tracción delantera en curva a velocidad constante y en retención, donde da igual el tipo de tracción que lleve. En aceleración a la salida de la curva, si el suelo es verdaderamente deslizante, con el quattro se puede notar un cierto sobreviraje, que no tiene el tracción delantera. No es un problema, el control de estabilidad se encarga de dejar al coche en la trayectoria adecuada. El control de estabilidad tiene un límite, pero es más fácil excederlo por entrar en la curva demasiado rápido que por un busco cambio de dirección o -menos aún- por acelerar demasiado al salir de una curva.
El A6 V6 TDi 180 tiene la mejor amortiguación que he probado (y los últimos que he probado han sido el V6 2.7 biturbo y el V8 4.2). Cualquiera de ellos (especialmente los de tracción total) son coches que dan confianza cuando, en un fuerte apoyo, aparece una irregularidad del suelo más fuerte de lo previsto o hay que cerrar la trayectoria por cualquier causa.
Sólo en este A6, sin embargo, he notado que esa capacidad para absorber la irregularidad sin que afecte a la trayectoria está acompañada de una amortiguación suave. Los que tienen una suspensión menos flexible tienden a transmitir un golpe seco en movimientos rápidos de rueda (un bache). Los que la tienen más flexible, no son capaces de contener del todo satisfactoriamente los rebotes de la suspensión. En esta versión se dan las dos circunstancias: absorbe bien los baches sin perder la trayectoria, y no tiene ni un cabeceo ni un balanceo excesivo. Es un coche seguro y confortable.