El espacio interior es suficiente en el sentido longitudinal, muy amplio en el vertical y ligeramente escaso en el transversal. De serie, la carrocería tiene cuatro asientos individuales; los dos traseros se pueden plegar y desmontar independientemente. Para cuatro personas, incluso si las de atrás son niños y van en las sillas apropiadas (que son voluminosas) no hay problemas. Con cinco plazas tiene una banqueta única atrás en lugar de asientos individuales, y resulta estrecho si se ocupan todas.
Longitudinalmente el espacio es suficiente por la disposición del asiento trasero. Su banqueta está muy alta con relación al suelo, que está rebajado. De esta manera, las rodillas quedan menos flexionadas y la espalda menos tendida, lo que resulta más adecuado para viajes largos. En esta postura, hace falta menos espacio longitudinal que en un asiento normal. Además, las guías del asiento delantero no están en el suelo sino en los lados, de manera que los pasajeros de atrás pueden meter los pies debajo de los asientos delanteros.
El maletero está dividido horizontalmente en dos espacios. El superior tiene unos dos tercios de la capacidad total (que es 390 litros) y es suficiente para el uso común de un maletero. Si hay que meter objetos voluminosos (como un carrito de niño) empieza a no serlo tanto; tiene el inconveniente de un borde muy alto, hay que alzar mucho las cosas para meterlas en el maletero. Debajo de este maletero hay un segundo hueco amplio, pero que aloja una rueda de repuesto deshinchada. Si se quitan los dos asientos y se unen los dos huecos del maletero, la capacidad total grande: 1.085 litros.
El puesto de conducción es bueno en general. No tiene, como otros monovolúmenes, demasiada altura de asiento con relación a los pedales. Para la visibilidad, tiene la ventaja que da ver por encima del techo de otros coches, y el inconveniente de que el marco del parabrisas es largo y grueso. La consola central es muy ancha y puede ser molesta para algunos conductores, porque da con la parte exterior de la pierna.
Una novedad interesante del A2 es que no tiene un capó del motor que se abra normalmente, porque normalmente no hará falta abrirlo. La instrumentación tiene indicadores que advierten sobre el nivel de lubricante. Para añadirlo si es preciso, o bien para reponer líquido limpiaparabrisas, hay una trampilla en la parte frontal. Quien quiera quitar el capó por cualquier causa (añadir anticongelante, por ejemplo), sólo tiene que girar dos palomillas y desmontarlo, pesa muy poco.
El equipamiento de serie incluye doble airbag frontal de gran tamaño, airbags laterales y cuatro elevalunas eléctricos, entre otros elementos. Opcionalmente queda el airbag de cortina, que protege la cabeza en caso de vuelco o choque lateral, llantas de aleación, climatizador, mando a distancia para el cierre y unos cofres para poner en el suelo, frente a los asientos traseros. Audi ofrecerá un paquete de opciones que las hará menos costosas que individualmente.