El Yaris con el motor más potente de la gama, el T Sport, está ya a la venta en el mercado español; exclusivamente en carrocería de tres puertas, un nivel de acabado y por un precio de 2.438.000 ptas. Incluye como equipamiento de serie: airbags frontales y laterales, ABS, aire acondicionado, ordenador de a bordo, llantas de aleación de 15", faros antiniebla, retrovisores térmicos y eléctricos, radio con CD o cierre centralizado con mando a distancia. No tiene opciones y lo único que se puede elegir es el color de la carrocería, entre cinco metalizados, dos de ellos (gris y azul) exclusivos. Ficha técnica y de equipamiento.
Como deportivo puede resultar satisfactorio, incluso aunque su motor no sea demasiado potente, pues el 1.5 VVT-i (ajusta el diagrama de distribución en cualquier momento del funcionamiento del motor y no a un régimen determinado) sólo tiene 106 CV (es el motor del Verso). No son muchos comparados con coches de precio próximo o incluso más baratos, como el Fiat Punto 1.8 HGT (130 CV) o Citroën Saxo 1.6 16V (120 CV). La velocidad máxima es de 190 km/h (en quinta a 6.250 rpm) y acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos, en tanto que Toyota promete que la recuperación de 60 a 100 km/h es la mejor frente a cualquier otro automóvil comparable: 8,4 segundos.
Hay otros aspectos convenientes para un utilitario GTI. Uno de ellos es sus reacciones, como consecuencia de un bastidor muy afinado. Los muelles son del mismo tamaño que otros Yaris, pero los del eje delantero oponen mayor resistencia a comprimirse (son más gruesos) y lo mismo pasa con la barra estabilizadora, que es de 25 mm, un 10 por ciento más gruesa que los modelos básicos. Los amortiguadores son perceptiblemente más firmes y limitan mucho los movimientos de la carrocería, es capaz de frenar adecuadamente incluso tras un uso intensivo y es estable cuando hay que frenar y girar el volante a la vez. Tiene una dirección precisa, neumáticos anchos y de perfil moderadamente bajo (185/55 V 15) y no resulta difícil de conducir, pues la tendencia a sobrevirar que tenían los primeros Yaris ha ido corrigiéndose y ya en este deportivo no aparece.
Aunque suena a motor «gordo» cuando aceleramos ligeramente en parado, para ir verdaderamente deprisa más que en la zona baja del cuentavueltas (el T Sport tiene cuentarrevoluciones y velocímetro analógicos, no digitales) tenemos que frecuentar de la mitad hacia arriba: por encima de las 4.000 rpm y hasta algo más allá de las 6.000 rpm responde con fuerza, incluso hasta muy cerca del corte de inyección, que llega a las 6.500 rpm.
El cambio ayuda, porque tiene unos desarrollos bien ajustados, no hay saltos entre marchas y la forma en que se maneja la palanca invita a usarla: tiene un tacto firme, recorridos que no son largos y resulta casi imposible fallar una marcha. El embrague no tiene el tacto de otros coches japoneses, en los que si se intenta cambiar deprisa el conductor es más rápido que él.
Lo peor es el confort. Cuando se conduce por zonas con el asfalto en mal estado las suspensiones se hacen incómodas por secas. Además, el motor es ruidoso, incluso aunque no se apuren las marchas.
Otro pequeño inconveniente es que sentarse cómodo al volante (de cuero, como el pomo del cambio) puede no ser sencillo. Este tiene sólo regulación en altura y en poco margen, y puede quedar bajo con relación a la banqueta del asiento, que aún en la posición más baja queda muy alta con respecto al suelo (en comparación con otros coches). Estos asientos son de tipo bacquet, que sujetan lateralmente de forma aceptable.