El salpicadero está bien presentado, con los mandos situados al alcance del conductor y un buen ajuste aparente de los distintos elementos. Sin embargo, todos los plásticos utilizados son duros, tanto en el salpicadero como en los revestimientos de las puertas, aspecto que disminuye su agrado al tacto.
Hay regulación de altura para el volante y el asiento; se echa en falta una regulación en distancia del volante, que en la configuración actual queda un poco lejos respecto al conductor. Los nuevos mandos de control de audio en el volante también me han parecido cómodos, así como el manejo del nuevo navegador opcional, cuya pantalla táctil en color se abate automáticamente para poder insertar tras ella el DVD del navegador y los CD’s de música.
La versión de cinco puertas tan sólo es algo más amplia en anchura y altura de las plazas traseras, porque el espacio para las piernas es muy justo y de similar medida en ambos casos.
La diferencia principal es que la carrocería de tres puertas sólo está acondicionada para cuatro plazas, mientras que la de cinco puertas puede recibir a cinco pasajeros, aunque falta un reposacabezas central en los asientos traseros. La otra diferencia la encontramos en el maletero, muy pequeño en el RAV4 3 puertas (150 litros), y con un tamaño más útil en el 5 puertas (400 litros).
En ambas carrocerías, los asientos traseros están partidos de forma simétrica (50/50) y se pueden regular y desplazar longitudinalmente hasta 15 cm, lo que permite ganar espacio en el maletero en caso de llevar las plazas traseras vacías o con niños pequeños que no necesiten mucho espacio para las piernas. De esta forma, con los asientos traseros completamente desplazados hacia delante, el maletero del 3 puertas pasa a ofrecer 230 litros y 500 litros el 5 puertas.
Dichos asientos traseros son también abatibles en dos partes iguales y ofrecen reglaje en inclinación del respaldo. Con los asientos traseros abatidos, el volumen de carga es 690 litros en el 3 puertas y de 970 litros en el RAV4 5 puertas.