El interior es amplio a lo largo, pero no tiene mucha anchura; cuatro pasajeros van cómodos y cinco no. Para su tamaño está mejor aprovechado que un Peugeot 407. Un Opel Vectratiene menos espacio para las piernas de los pasajeros traseros, pero un poco más de anchura.
El puesto de conducción es bueno en casi todas sus facetas. Los asientos son cómodos en términos generales pero se echa en falta que no den una mejor sujeción lateral: sujetan bien la cadera y menos bien la espalda. La banqueta va situada alta incluso en la posición más baja; por esta razón, los conductores de talla más bien alta pueden notar que los montantes del parabrisas y los laterales del techo quedan algo cerca de la cabeza. Hay otro par de detalles que no lo hacen recomendable (al menos, no tanto como otros) para personas altas: uno es que el reposacabezas queda bajo. El otro es que el volante queda lejos si se coloca el asiento muy retrasado.
El asiento con la tapicería de cuero tiene los reglajes eléctricos, incluido el del apoyo lumbar. Dada la posición del asiento y la forma del capó (que no es muy largo), se percibe mejor que en otros coches el final de la carrocería.
Lo que se echa en falta en el interior es que ciertos huecos tengan una superficie antideslizante para que los objetos depositados no se muevan, como el cajón que hay en la parte superior de la consola. Ese cajón sigue teniendo un sistema para abrirlo que resulta incómodo.
El maletero es muy grande en todo caso, pero especialmente en la berlina de cuatro puertas: 520 litros; el cinco puertas tiene 10 litros menos. El maletero de la versión familiar tiene 520 l de capacidad; tiene un doble fondo, dividido en varios compartimentos, que se puede abrir en varias secciones en vez de una sola. Está iluminado, completamente tapizado y cubierto por una bandeja enrollable.
La presentación interior es buena. La mitad superior del salpicadero está hecha con plástico sobre una capa no muy gruesa de espuma. La mitad inferior es un plástico duro con el tratamiento superficial que le da un aspecto mate y un tacto como de goma. Este tipo de material es el que está en la parte superior de las puertas que, por debajo, llevan cuero.
No hemos encontrado plásticos mal rematados pero sí algunos desajustes, en concreto el del tapizado del techo en la zona del parabrisas (cabía un dedo) y en los dos marcos de plástico que rodean a las argollas que van en la zona próxima al portón del maletero.
El equipamiento referente a la seguridad es abundante: hay airbags frontales, laterales delanteros, de cortina y de rodillas para el conductor, ABS, control de tracción y estabilidad; no puede tener airbags laterales traseros.
Los faros de xenón que vienen de serie no nos han parecido buenos porque hay mucho contraste entre la zona iluminada y la que no lo está. Esto obliga a usar las largas constantemente para ver lo que hay más allá de la zona fuertemente iluminada (quizás estaban mal regulados).
Hay un navegador con pantalla a color de 7" y reconocimiento por voz (opcional o de serie, según versiones). A diferencia de otros sistemas de navegación que emplea Toyota, la pantalla no es táctil y las funciones del sistema se manejan con un mando colocado junto al freno de mano. El mando se puede extraer (es de infrarrojos) o usar en su alojamiento. Que sea así es cómodo si lo va a usar algún pasajero; para el conductor no lo es, pues obliga a alejar la vista de la carretera. En ciertas ocasiones resulta difícil leer la pantalla por los reflejos, a pesar de que se puede modificar su inclinación.
En esta pantalla también se muestran los datos de ordenador de consumo: autonomía, velocidad media, consumo instantáneo y consumo medio. Este último se pone a cero automáticamente al repostar. No nos parece un sistema útil, porque no se puede calcular el consumo en un trayecto dado (salvo que se reposte al inicio) y porque no siempre se pone a cero (al menos en repostajes inferiores a 10 l).