El diseño del salpicadero del Rafale apenas difiere con el de otros modelos recientes de Renault, como los Austral, Espace y Megane E-Tech. Y no es algo malo, ni mucho menos, porque está muy bien resuelto en cuanto a ergonomía y, además, tiene un diseño sencillo y moderno (imagen). Lo más llamativo quizá sean las dos pantallas de las que dispone: una horizontal de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra vertical de 10 pulgadas para el sistema multimedia (imagen).
La primera de ellas, al menos en parado, resulta muy buena tanto por resolución (es full HD) como por visibilidad. Es posible elegir entre cuatro «temas» distintos para mostrar la información. La del sistema multimedia, como en los Austral y Espace, funciona bajo el sistema operativo «Android Automotive», aunque en este caso es la versión 12 del mismo (hasta la fecha era la 10), con mejoras en el rendimiento y en la conectividad del mismo y con pequeños cambios de diseño en los menús.
El Android Automotive que utiliza Renault en algunos de sus modelos (ya sea en este Rafale como en modelos anteriores) nos parece un referente tanto por facilidad de uso como por rapidez de procesamiento.
Las únicas diferencias de diseño frente a otros modelos recientes de Renault vienen dadas por la instalación de molduras decorativas diferentes. Las de las versiones con el acabado Esprit Alpine (las más «deportivas») imitan el tacto de la pizarra (y está muy bien conseguido) y las de las versiones techno (las más sencillas), el del corcho (van pintadas en negro e igualmente tienen un tacto bueno). También son distintos los asientos delanteros, con laterales más prominentes, tapizados exclusivos y, en el caso de las versiones con el acabado Esprit Alpine, con un logotipo retroiluminado en los respaldos (imagen).
Habitabilidad y maletero
Aunque el Rafale tiene una silueta afilada por su parte posterior, el acceso a las plazas posteriores no es especialmente dificultoso. No llega a ser tan cómodo como en un SUV o crossover de aspecto más tradicional, pero tampoco es un asunto delicado. Solo aquellas personas que midan más de 1,80 metros de estatura habrán de tener cuidado y agachar levemente la cabeza para no golpearla al entrar o salir del coche; las que midan menos, accederán con total normalidad.
Una vez dentro, el Rafale sobresale por el espacio disponible para las piernas. Según nuestras mediciones, en esta cota hay 77 centímetros (con el asiento delantero colocado a 100 cm del pedal de freno), que es más de lo que disponen sus rivales: 76 cm en el BMW X4 (es el que más se le acerca), 74 cm en un Peugeot 408 y 71 cm en un Audi Q5 Sportback. La anchura entre puertas es mucho más escasa, de 141 cm (insuficiente para llevar cómodamente a tres adultos) y la altura libre al techo (95 cm con el techo panorámico instalado), suficiente para que adultos de algo más de 1,85 metros de estatura quepan sin rozar contra el techo.
Los pasajeros de estas plazas tienen a su disposición varios huecos portaobjetos (los habituales de las puertas y en los respaldos de los asientos delanteros), salidas de aire en la prolongación de la consola (pero sin posibilidad de ajuste de temperatura o caudal), un par de tomas USB de tipo C y un reposabrazos muy curioso. Al abatirlo tiene un aspecto más o menos convencional (imagen), pero una vez abierta la cubierta superior, se descubren una serie de piezas móviles que tienen como finalidad sujetar móviles o tabletas. De esta manera, según Renault, es posible ver contenido en este tipo de dispositivos cómodamente (imagen). También es posible guardar los mismos en unos huecos destinados a tal fin e incluso cargarlos mediante otras dos tomas USB (que igualmente son de tipo C).
El maletero del Rafale tiene 532 litros de capacidad, que es un dato normal para el tamaño de la carrocería (imagen). Para ponerlo en contexto, son 51 litros menos de los que tiene el del Espace (tienen la misma batalla y una carrocería prácticamente igual de larga) y un volumen similar al de la mayoría de sus alternativas: el Stelvio tiene 525 l, el Q5 Sportback tiene 510 l, el X4 tiene 525 l y GLC Coupé tiene 545 l. El Peugeot 408 tiene 536 litros en el mejor de los casos, mientras que el CUPRA Formentor se queda claramente descolgado en este aspecto (450 l, también en el mejor de los casos).
Equipamiento y otros detalles
Algunas versiones del Rafale pueden tener elementos de equipamiento como un sistema de información proyectada en el parabrisas con indicaciones a color, un sistema de iluminación ambiental con un modo de funcionamiento automático (varía el color y la intensidad de la iluminación en función del tramo de día o del tipo de conducción que se practique) o un techo panroámico de cristal muy curioso que recibe el nombre de «Solarbay».
Este último tiene unas dimensiones de 1470 x 1117 mm (longitud y anchura, respectivamente) y carece de cortinilla. En su lugar hay un sistema que permite modificar la transparencia del vidrio mediante una lámina de cristal líquido que reacciona a la corriente eléctrica. Se puede activar mediante comandos vocales (el Rafale tiene el asistente de voz de Google) o mediante un botón específico en el techo y hay cuatro configuraciones distintas: transparente, opaco, transparente delante y opaco detrás y opaco delante y transparente detrás (imagen e imagen).
En cuanto a los acabados y materiales empleados para el habitáculo, tampoco hay grandes diferencias con respecto a los Austral y Espace: son correctos al tacto y parecen estar sólidamente ajustados entre sí. No es un coche lujoso, pero en este sentido no está mal resuelto y se sitúa en la media frente a otras alternativas. Sí que tiene detalles más llamativos que en los Austral y Espace, como unos huecos para las puertas con moqueta de color azul y con iluminación o las mencionadas molduras decorativas que imitan la pizarra o el corcho.