Por materiales, ajustes o detalles, el Audi A8 es sin duda una gran berlina de lujo.
Respecto al anterior modelo, gracias al aumento de longitud, tiene más sitio para las piernas de los pasajeros posteriores. Aunque este espacio es relativamente generoso, no es muy grande en términos relativos. Para disponer de una cantidad sobresaliente de espacio longitudinal, tanto como para estirar las piernas, hay que irse a la variante de carrocería alargada (A8 L), que tiene 13 cm más de espacio para las piernas.
Es muy ancho en las dos filas de asientos. Se nota mucho en las plazas delanteras porque los ocupantes van muy separados entre sí y en relación a las puertas. Parece que Audi no ha previsto que en este coche puedan viajar tres personas con comodidad en las plazas posteriores. La plaza central es estrecha, tiene un relleno duro de espuma y en la zona del suelo tiene un abultamiento muy pronunciado que impide apoyar cómodamente los pies. Otro inconveniente para usar esa plaza es que los controles de ventilación de las plazas traseras (algunas versiones llevan de serie climatizador de cuatro zonas) están justo en la parte trasera del respaldo central (imagen); si se quieren manejar se anula la plaza.
El acceso a las plazas traseras es muy cómodo (probablemente en el A8 L será aún mejor porque las puertas son más largas). Tuvimos a la vez que el Audi un Mercedes-Benz Clase S y nos parece que se entra mejor a las plazas del A8. Una persona corpulenta se puede golpear con más facilidad en el Mercedes-Benz en la pieza de la carrocería que rodea el paso de rueda. Una vez dentro, el Mercedes-Benz da más sensación de espacio porque el techo queda más lejos
Una de las cosas que más nos han gustado a las personas de km77.com que hemos conducido el A8 han sido los asientos delanteros más costosos. Audi los llama «Asientos confort». Se distinguen de los normales porque permiten regular la amplitud de la banqueta (en sentido longitudinal), la sujeción que dan en los muslos y la espalda o variar la inclinación de la mitad superior del respaldo para adaptarse a la curvatura de la espalda de cada usuario. Todos los reglajes son eléctricos, salvo los laterales de los reposacabezas, que se pueden abrir o cerrar para que recojan mejor la cabeza.
Al menos en estos asientos delanteros opcionales, junto a los botones de regulación hay un mando circular con cuatro movimientos (arriba-abajo, delante-detrás) y un anillo giratorio (imagen). Al moverlo, aparece en la pantalla de la consola una imagen con las posibilidades de regulación de los asientos (imagen). Con tantas regulaciones eléctricas es muy fácil conseguir una postura óptima para cada conductor.
Estos asientos pueden estar calefactados y ventilados (en tres niveles posibles, una opción que me parece indispensable en un coche de este nivel y sobre todo en ambientes calurosos). También pueden tener función masaje (de cinco tipos distintos). El masaje no consiste, como en otros coches, en que el cojín lumbar se hinche y deshinche, ni que vibre el respaldo. En interior de éste hay varios elementos neumáticos que se hinchan y deshinchan dando la sensación de que alguien está haciendo fuerza con los dedos sobre nuestra espalda, como ocurre en el asiento trasero con masaje del Lexus LS 600h. La sensación es muy agradable. Los asientos «confort» con todas sus posibilidades nos parece una de las opciones más interesantes del A8.
Los asientos traseros pueden tener regulaciones eléctricas que permiten viajar en una posición más inclinada. También pueden estar ventilados, calefactados o dar masajes (dos programas). También puede tener mandos para subir y bajar las cortinillas de las ventanas traseras y la luna.
El volante, que tiene ajustes eléctricos, se puede alejar mucho del salpicadero. Como hay mucho espacio para las piernas y altura libre al techo, los conductores de estatura elevada se sentirán muy cómodos conduciendo el A8. Como las regulaciones del volante y asientos son muy amplias, también se sienten cómodas las personas con estatura por debajo de la media.
La instrumentación consta de dos grandes indicadores de aguja (velocidad y revoluciones del motor), otros dos para el nivel de combustible y la temperatura del motor. No tienen una aguja sino una fila de diodos luminosos que se encienden o apagan. A mi juicio se leen peor que un indicador de aguja (imagen). Entre los dos grandes indicadores hay una pantalla (imagen) que sirve para mostrar la información del ordenador de viaje, el navegador, el equipo de sonido, el teléfono o la imagen captada por el sistema de visión nocturna. Aunque dispone de mucha información es muy fácil adaptarse a su manejo desde los mandos que hay en el volante.
Lo que menos nos ha gustado del puesto de conducción es la posición de la pantalla del navegador. Como está muy cerca del conductor (y justo en el centro del salpicadero) para consultarla hay que retirar mucho la vista de la carretera. Se puede ocultar en la consola cuando no se utiliza o para evitar distracciones especialmente en conducción nocturna.
Las plazas delanteras están bien surtidas de huecos para depositar objetos. Además de los sitios habituales, el A8 tiene unas cómodas guanteras debajo de los apoyabrazos de las puertas (imagen).
Las unidades que hemos conducido tenían el salpicadero completamente revestido de cuero, resultando especialmente agradable al tacto el de la mitad inferior. Mismo material que se encontraba en los paneles de las puertas y la consola. En algunos casos el techo era de terciopelo (o un material similar); en otros, un tejido más basto al tacto. Como elementos decorativos hay unas láminas de madera (imagen), cuyo remate final está hecho a mano.
Este A8 ya no tiene los típicos plafones de iluminación en el techo mediante lámparas incandescentes; ahora todo el alumbrado interior es mediante diodos. Puede tener un paquete opcional de iluminación ambiental. Consta de varias tiras luminosas: en forma de «U» en el plafón delantero (imagen), dos tiras de unos 30 cm junto a la parte superior de los montantes centrales (imagen), otras dos que recorren los laterales de la consola y cuatro más que se extienden a lo largo de las puertas. Mediante el mando «MMI», el conductor puede seleccionar tres tonos para la luz: «Marfil» (imagen), «Polar» (imagen) y «Rubí/Polar» (imagen); además, puede regular la luminosidad conjuntamente o en cuatro zonas separadas.
Las puertas pueden tener un dispositivo que completa el cierre automáticamente. También hay un sistema para abrir y cerrar la tapa del maletero mediante un botón. El maletero lleva rueda de repuesto de medidas de emergencia (imagen).
El sistema de ventilación funciona correctamente porque es capaz de mantener una temperatura constante en el interior con poco ruido o alcanzarla en poco tiempo. Un complemento perfecto es el techo solar con células solares que sirven para producir energía para que funcione el sistema de ventilación del habitáculo cuando se deja el coche al sol con el motor apagado. Es capaz de bajar unos cuantos grados la temperatura del habitáculo. Después de más de una hora bajo un sol intenso, el interior de nuestro Audi A8 con carrocería de color negro estaba a una temperatura parecida que la de un coche de color claro que no tenía un sistema de ventilación similar.