El Audi A1 es muy agradable de conducir porque la dirección tiene muy buen tacto y el coche responde de una forma previsible y apoya con calidad en las curvas.
Va bien en todo tipo de carreteras, lentas o rápidas. En las rápidas, como autopistas o autovías, tiene facilidad para mantener la trayectoria aunque el piso no sea perfectamente regular aunque no tanto como los coches de mayor tamaño, como por ejemplo un Audi A3.
Hemos probado dos unidades del A1, un 1.4 TFSI 122 CV —ruedas Michelin Pilot 215/40 R17— y un 1.6 TDI 105 CV —ruedas GoodYear Efficient Grip—. Ambos con la suspensión deportiva que obligatoriamente va asociada al equipamiento «Ambition». La suspensión deportiva deja la carrocería 10 mm más cerca del suelo que la normal. Además puede tener otra, la deportiva «S Line», todavía más dura y que deja la carrocería 15 mm más cerca del suelo que la de serie. N hemos tenido la oportunidad de probarla.
A pesar de que teóricamente tenían la misma suspensión, hemos notado algunas diferencias entre ambas variantes. El A1 1.4 TFSI 122 CV nos ha parecido excesivamente duro para un uso normal, tanto que algunas irregularidades las transmite con sequedad, especialmente a los ocupantes de las plazas traseras. El 1.6 TDI 105 CV era algo más cómodo y su carrocería iba algo más lejos del suelo. Aunque Audi asegura que tenían la misma suspensión, no descartamos que el de gasolina tuviese instalada la más dura posible («S Line»)
Nos hubiera gustado probar el A1 con la suspensión más blanda —nivel de equipamiento «Attraction»—, que posiblemente sea la más adecuada si se valora la comodidad más que las cualidades dinámicas.
Según nuestras mediciones de frenada, ambas versiones frenan igual de bien de 120 a 0 km/h, en menos de 52 metros. El tacto del pedal es un poco esponjoso: la primera parte del recorrido del pedal da poca deceleración y el pedal se hunde algo. Al frenar con mucha intensidad, los diodos de la luz de freno parpadean en vez de iluminar de forma continua (vídeo).
Al menos con esas ruedas (215/40 R17) el A1 cambia de trayectoria con facilidad. Sin embargo, Audi no le ha dado un carácter tan deportivo como MINI a sus vehículos. Para quien disfrute de la conducción rápida por carreteras lentas y dé valor a la agilidad de reacciones, el MINI es preferible. Para viajar por carreteras más amplias, donde es preferible que un coche tenga mucha estabilidad lineal a que sea ágil, el A1 puede ser mejor.
El A1 es silencioso en términos generales. El ruido más notable que llega a los ocupantes es el que procede del contacto de los neumáticos con el suelo. No nos parece elevado pero destaca porque por lo demás, es silencioso. No sabemos si con las ruedas más estrechas el ruido de rodadura será menor.
1.4 TFSI 122 CV y 1.6 TDI 105 CV
De gasolina hemos probado en profundidad el 1.4 TFSI de 122 CV con cambio automático «S tronic» de 7 velocidades. Este motor nos ha gustado tanto como en el Volkswagen Golf —es el que llevaba nuestra unidad de la prueba de 100.000 km—. Se distingue por la fuerza que tiene, propia de los motores turboalimentados, y la capacidad de aceleración que da. Ésta la consigue con una respuesta lineal, deliciosa, sin brusquedades.
Según nuestras mediciones, el Audi A1 TFSI de 122 CV acelera más que casi todos los coches de su potencia que hemos probado (más información).
No sólo acelera con fuerza cuando se lleva el motor hasta su límite de funcionamiento sino que también responde con energía cuando se conduce despreocupado del cambio. Esto no ocurre en los coches de este tipo que tienen motores sin turbo, que por el momento son la mayoría. Por ejemplo, en un MINI Cooper para conseguir un ritmo similar hay que utilizar más el cambio de marchas para llevar el motor a un régimen mayor.
El A1 con motor Diesel da un resultado correcto. A diferencia del de gasolina, éste no me parece superior a muchos modelos de la competencia por su capacidad de aceleración (prestaciones) o suavidad de marcha, que está dentro de valores habituales. Como ocurre en muchos coches Diesel de este tipo, en ciudad se escucha claramente el ruido que genera su funcionamiento y se atenúa —casi pasa desapercibido— a medida que el coche gana velocidad. Me parece mejorable que tiene poca fuerza para comenzar la marcha especialmente en frío; si hay que comenzar la marcha en fuerte pendiente, es necesario hacer patinar el embrague si se quiere salir con algo de brío.
Con estos dos modelos hemos hecho el mismo recorrido de consumo, de 160 km sobre un recorrido de ida y vuelta en una autovía con fuertes desniveles, haciendo una media de 115 km/h. Circulamos a una velocidad de crucero con la que la media era de 120 km/h. Como en una pequeña parte del recorrido encontramos unas obras que nos obligaron a circular a menos de 50 km/h, la media cayó hasta esos 115 km/h. A pesar de ello, el consumo se puede considerar casi idéntico al que habríamos obtenido si la media hubiese sido 120 km/h.
En ese recorrido el A1 TDI 105 CV gastó 5,6 l/100 km y el 1.4 TFSI de 122 CV S tronic, 6,8 l/100 km. La diferencia entre ellos es grande, aunque cualquiera de los dos datos es bueno teniendo en cuenta a otros coches similares por tamaño y tipo de combustible.
Las diferencias de consumo —en términos porcentuales— de las dos versiones no se mantienen en cualquier tipo de utilización. Por ejemplo, además del recorrido anteriormente descrito hicimos otros que consistía en circular acelerando con intensidad en una carretera de montaña. El 1.6 TDI gastó 10,5 l/100 Km mientras que el 1.4 TFSI 122 CV S-tronic consumió 18,6 l/100 km, es decir un 80% más.
Ambas versiones tienen un sistema de parada y arranque automáticos del motor cuando el coche está detenido, incluso con el cambio automático. Con éste y en algunas circunstancias, por ejemplo si se necesita incorporarse a una rotonda con rapidez, es preferible desconectar el sistema para evitar el retraso que hay desde que se levanta el pié del freno hasta que comienza la aceleración. Para ello hay un pulsador en la parte superior central del salpicadero.
1.2 TFSI 86 CV
Es la versión menos potente de la gama, pero me parece que es plenamente recomendable. No le falta potencia para un uso cotidiano, de hecho, sorprende lo que cunden sus 86 CV, suficiente para viajar incluso con agilidad.
El A1 1.2 TFSI 86 CV nos ha dejado una impresión parecida al 1.4 TFSI de 122 CV, aunque obviamente su capacidad de aceleración es más pequeña. De los coches que he probado hasta el momento, sólo parece que tienen tanta fuerza los del Grupo Volkswagen que tienen el mismo motor, como el Škoda Fabia o el SEAT Ibiza. Renault también tiene en el Clio una versión con un motor que tiene mucha fuerza (TCe 100 CV).
De momento, esta versión no la hemos podido probar en profundidad, por lo que no tenemos datos propios de mediciones y consumo.