Un equipo japonés, llamado Fancy Carol, ha sido el ganador de este año y ha batido el récord anterior. En la página del equipo puede verse un dibujo en planta alzado y perfil del prototipo y los objetivos que tenían para la presente edición. Se han quedado en «sólo» 3.444 km por cada litro de gasolina cuando su objetivo era llegar hasta 4.000 km.
Para cumplir con este objetivo habían rebajado el peso del coche de 31 a 27 kg, según se refleja en su página de internet y habían conseguido reducir el consumo del motor. La longitud total del coche de este equipo es de 296 centímetros y su anchura de 64 centímetros.
La victoria del equipo japonés ha sido por sólo 7 km de ventaja, que debido a las dificultades propias de la medición resultan muy difíciles de calibrar. Al extrapolar sobre una distancia real de 21 km, resulta muy difícil medir con tanta precisión y además la volatilidad del combustible y la posibilidad de que exista alguna burbuja en el circuito de alimentación, por pequeña que sea, convierten en tarea imposible tanta precisión.
Los coches llevan el combustible en un matraz aforado, que en el momento de la salida se rellena con toda la precisón posible hasta la marca que señala el cuello del matraz. Como el consumo es tan pequeño, una mínima dilatación o contracción del combustible por influencia de la temperatura hace variar la medición. Por este motivo, se mide la temperatura del combustible a la salida y a la llegada.
Cuando los coches terminan el recorrido de seis vueltas al circuito de Nogaro, para lo que emplean prácticamente una hora, los comisarios rellenan con una bureta hasta la marca situada en el cuello del matraz. Por mucho cuidado que se ponga en esta operación, al mezclar combustibles a diferentes temperaturas, resulta imposible determinar con exactitud la cantidad consumida, error que se multiplica al extrapolar.
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