La preocupación por el medio ambiente y la necesidad de acabar con la dependencia de países exportadores de petróleo políticamente inestables, forzaron en los años setenta la investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía y combustibles alternativos. El motor de explosión propulsado por gas natural, supone una alternativa a los motores Diesel y gasolina convencionales. El gas natural se presenta como una alternativa interesante.
Los productores de coches y los especialistas en transformar un motor normal en uno que admita gas natural trabajan, sobre todo, en utilitarios y vehículos de transporte medios, así como en Autocares urbanos y los destinados a cubrir distancias medias. Es decir, aquellos en los que la autonomía no es determinante. Los automóviles como turismos o monovolúmenes pueden tener una autonomía de 180 kms a 250 kms, cargando 80 litros de gas comprimido.
Argentina es uno de los países con mayor parque de vehículos de gas natural: 400.000 unidades. Le siguen Italia con 290.000 y Rusia con 200.000. Otros países de la unión europea se quedan más atrás. Por ejemplo Alemania que contaba con 3.500 unidades en 1998.
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