Dos nuevos sistemas de seguridad estarán disponibles con el lanzamiento del nuevo S60.
El llamado BLIS («Blind Spot Information System») tiene como objetivo reducir el riesgo de colisión provocado por la presencia de otros vehículos en los ángulos muertos. Consiste en una cámara de vídeo instalada en cada retrovisor que recoge 25 imágenes por segundo de una región de 9,5 metros de longitud y hasta tres de anchura a ambos lados del vehículo (imagen). Si detecta la presencia de un vehículo en esta zona, una lámpara de aviso se enciende, alertando al conductor del peligro de realizar maniobras como un cambio de carril.
Al estar basado en un sistema de procesamiento de imágenes, no puede funcionar en situaciones de baja visibilidad como niebla o en una fuerte nevada. El sistema actúa cuando se circula por encima de 10 km/h, y detecta vehículos que circulan hasta 20 km/h más despacio y 70 km/h más deprisa que aquél en que se encuentra instalado.
El WRG («Water Repellent Glass») consiste en un tratamiento de las ventanillas delanteras y los espejos retrovisores exteriores que facilita la agrupación de las gotas de lluvia. En las ventanillas tiene el efecto de que el agua es más fácilmente retirada por el aire; en los espejos se crea una película uniforme de agua, que no distorsiona la imagen reflejada en ellos. Este tratamiento debe renovarse en las ventanillas cada tres años; en los retrovisores, menos expuestos, no es necesario.