El Audi R8 GT es la versión más potente, ligera y costosa de la gama R8. Entre finales de 2010 y principios de 2011 estuvo disponible con carrocería cupé, desde 207 000 € (precio, equipamiento y ficha técnica). La versión de carrocería descapotable (R8 GT Spyder) está en venta desde enero de 2012 a partir de 227 600 € (precio, equipamiento y ficha técnica).
Ambas variantes de carrocería son ediciones limitadas a 333 unidades cada una. En España no se comercializó ningún R8 GT Coupé. Del R8 GT Spyder hay una unidad destinada al mercado español. Cada coche se identifica por la numeración visible en el pomo del cambio de marchas (imagen).
Actualmente hay varios modelos descapotables de más de 500 CV en venta en España. Todos superan los 120 000 €. El R8 GT Spyder se sitúa entre los más costosos, los que superan los 220 000 €, como el Mercedes-Benz SLS AMG Roadster o el Lamborghini Gallardo LP 560-4 Spyder (listado comparativo).
La capota del R8 GT Spyder es de material textil y necesita 19 segundos para plegarse o desplegarse. La operación se puede llevar a cabo en marcha, a una velocidad de hasta 50 km/h.
El R8 GT —tanto con carrocería cerrada como descapotable— está basado en el R8 con motor de diez cilindros (R8 5.2 FSI), aunque tiene 35 CV más, no en el de ocho cilindros (R8 4.2 FSI).
Pesa entre 85 kg (descapotable) y 100 kg (cupé) menos que el modelo en el que se basa gracias a que algunas piezas están fabricadas de materiales más ligeros (más información).
El R8 GT Coupé pesa 1600 kg y el R8 GT Spyder 1640 kg. Un Ferrari 458 Italia (1560 kg) es algo más ligero, no así un Lamborghini Gallardo LP560-4 Coupé (1634 kg), un Porsche 911 Turbo S (1660 kg) o un Mercedes-Benz SLS AMG (1695 kg), entre otros modelos (listado comparativo).
A diferencia de lo que ocurre con algunos deportivos, Audi no ha prescindido de elementos confort como el climatizador, los elevalunas eléctricos o un equipo de sonido de calidad —lleva uno de Bang&Olufsen de 465 W—. El R8 GT tiene faros de diodos luminosos en todas las funciones, igual que el R8 V10 FSI de 525 CV.
Hay ligeras diferencias de prestaciones entre ambas variantes del R8 GT. Así, el cupé acelera de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos, mientras que el descapotable, al ser más pesado, lo hace en 3,8 segundos. El primero alcanza 320 km/h de velocidad máxima, mientras que el segundo llega a 317 km/h.
Estas son unas cifras muy similares a las de deportivos como el 911 Turbo S, el Gallardo LP560-4 Coupé, el SLS AMG o el 458 Italia —todos ellos superan los 300 km/h y llegan a 100 km/h desde parado en menos de cuatro segundos—.
El Audi R8 GT descapotable o de carrocería cerrada sólo puede llevar una caja de cambios automática («R-Tronic») de seis velocidades con varios programas de funcionamiento. Además, tiene una función que permite salir desde parado con la máxima aceleración («Launch Control»). Esta variante del R8 tiene tracción total («quattro»).
El control de estabilidad tiene un modo, denominado «Sport», que, según Audi, permite «un espectacular y seguro sobreviraje a la salida de las curvas». Es posible desconectarlo si se utiliza el coche en un circuito.
Respecto al R8 5.2 FSI, la versión GT tiene una suspensión que permite modificar de forma manual la altura de la carrocería en 10 milímetros, la alineación de las ruedas es distinta y lleva de serie frenos de material cerámico —con pinzas de color rojo (imagen)—.
Sus llantas son de aluminio forjado y tienen 19 pulgadas de diámetro. Los neumáticos delanteros son de medidas 235/35 y los traseros 295/30, aunque opcionalmente pueden ser de 305/30. También puede llevar unos neumáticos que sobre asfalto seco ofrecen más adherencia que los de serie.
Hay muchos elementos opcionales como los asientos de diseño deportivo tapizados en Alcantara y cuero o unos con la parte posterior de fibra de carbono, los revestimientos de la línea «Audi exclusive» en el volante, la palanca del freno de estacionamiento, el pomo de la palanca de cambios y el maletero o los umbrales de las puertas con iluminación y acabado en distintos tipos de materiales similares a la fibra de carbono, que también puede elegirse para la tapa del motor.
En el R8 GT Coupé se podía elegir entre cuatro colores de carrocería: naranja («Samoa Orange»), gris («Suzuka Gray»), plata («Ice Silver») y negro («Phantom Black»).