El grandsphere es el concepto que tiene Audi de cómo sería una futura berlina de lujo. Es muy grande, es eléctrica y es autónoma. Según Audi, grandsphere «pasa de ser estrictamente un automóvil a convertirse en un auténtico “dispositivo de experiencias”».
Forma parte de una familia de tres prototipos, del que por ahora ha sido mostrado ya uno, el Audi skyphere (un descapotable de dos plazas cuya carrocería, también muy grande, cambia de longitud). El último será el Audi urbansphere.
El grandsphere mide 5,35 metros (2 metros de anchura y 1,39 de altura) y tiene cuatro puertas. Entre las delanteras y traseras no hay un pilar en la estructura. El vehículo reconoce al usuario, abre la puerta correspondiente de manera automática y se configura según sus gustos (asientos, iluminación, entretenimiento). La distancia entre ejes es muy grande (3,19 m, seis centímetros más que la de un Audi A8 de batalla larga) lo cual debería permitir un habitáculo muy amplio en sentido longitudinal, aunque Audi habla de configuración 2+2, que es la que se usa para cupés con plazas traseras pequeñas.
Dicha distancia entre ejes permite colocar una batería de gran capacidad (120 kWh) en formato plano. La batería alimenta a dos motores, uno por eje de ruedas, que desarrollan un máximo de 720 CV y 960 Nm. La batería se recarga hasta a 270 kW y según Audi, con 10 minutos se pueden conseguir 300 km de autonomía. Eso supondría que el consumo medio sería de 15 kWh/100 km. La autonomía total es de 750 kilómetros.
El prototipo se ha concebido sobre la base de la plataforma eléctrica premium de Audi. La suspensión, multibrazo de todas las ruedas, cuenta con muelles neumáticos con cámara única (no la de tres que tiene el Audi e-tron GT). Según Audi esta suspensión puede subir o bajar cada rueda en milisegundos para controlar su posición y tiene en cuenta el estado de la calzada mediante el uso de una cámara frontal.
El coche cuenta con conducción autónoma de nivel cuatro. Eso quiere decir que el conductor puede desocuparse por completo de la conducción en algunas situaciones. Cuando es así, el volante es un elemento innecesario y se oculta tras la pantalla del salpicadero (se abre una sección y se introduce en ella). Los pedales también desaparecen para despejar la zona de los pies.
La gestión de las distintas funciones del coche se hace sin necesidad de utilizar las manos. Mediante la vista (seguimiento ocular, «eye-tracking») se pueden manejar los menús (todo el salpicadero es una gran pantalla curva). En la puerta hay unos mandos físicos (MMI touchless response), pero cuyo manejo también se puede realizar mediante gestos cuando el coche funciona en modo autónomo. Además del manejo por gestos, por la vista o táctil, el Audi grandsphere reacciona ante instrucciones orales.
La parrilla está tras una cubierta de plástico transparente y está iluminada, al igual que los aros del emblema de Audi, tanto el delantero (en blanco) como el trasero (en rojo). El techo es de cristal. Para los recubrimientos de interior Audi ha empleado materiales textiles (sintéticos; no hay cuero), madera, metal y lana.