Este Audi se convierte, en el momento de su anuncio, en uno de los coches de producción con mayor número de sensores: seis cámaras —cuatro para la imagen de 360 grados que se muestra en la pantalla del coche y en el móvil, una en el parabrisas y otra de infrarrojos, en el logotipo frontal de Audi, para la visión nocturna—, cinco radares —uno frontal de largo alcance y cuatro de medio alcance, en las esquinas—, doce sensores de ultrasonidos —repartidos por el perímetro— y un escáner láser frontal.
Este último es el elemento novedoso de la lista. Hasta ahora se usaba también el láser (lídar) pero no con el desempeño de este, capaz de hacer barridos, en planos verticales, en un ángulo de 145 grados y con un alcance de entre 80 y 100 metros. Permite, junto al radar y a la cámara frontal, alcanzar el nivel 3 de conducción autónoma. El láser tiene menos alcance que el radar y es menos eficaz con lluvia y niebla, pero tiene mejor resolución lateral y es capaz de identificar objetos no metálicos.
Casi todos estos sensores se centralizan en una unidad de control (llamada zFAS), algo que hasta ahora no ocurría dado que los controles eran independientes. El zFAs integra elementos de NVIDIA (Tegra K1), de ALTERA (Cyclone V), Infineon (Aurix) y Mobileye (EyeQ3).
Todos estos elementos se utilizan, combinados o de manera individual, para el programador de velocidad activo, el sistema de mantenimiento en el carril, la advertencia de vehículos en el ángulo muerto, el asistente en atascos, el sistema de aparcamiento automático, la advertencia de un vehículo o un ciclista próximo al abrir las puertas o los sistemas precolisión entre otros.
El asistente en atascos es la primera función que alcanza el nivel 3 de conducción autónoma (el conductor puede hacer otras tareas no relacionadas con la conducción en algunas situaciones). Funciona al encontrar una retención (circular a menos de 60 km/h) en una vía rápida que tenga una barrera física separando los carriles de un sentido y de otro, situación en la que toma el control siguiendo al vehículo precedente. Una cámara controla al conductor, por si se duerme o se cansa, lanzando advertencias en el caso de que esto ocurra.
Tras el R8, el A8 es el segundo modelo de Audi en el que está disponible un sistema de alumbrado de largo alcance mediante diodo láser. Funciona a partir de 70 km/h y tiene un alcance de aproximadamente el doble que un led normal o un sistema de lámparas de xenón (es decir, que llega a iluminar una distancia máxima de unos 600 metros). La luz láser es un añadido extra al sistema de ilulminación opcional HD Matrix LED.
En cada faro HD Matrix LED (tenga o no luz láser) hay 138 ledes, de los cuales 32 se emplean para realizar la función de largo alcance. Estos 32 ledes están colocados en dos hileras y están controlados electrónicamente de forma individual. De esta manera, el sistema consigue que el haz de luz pueda atenuarse más o menos para evitar el deslumbramiento de otros usuarios de la carretera. La función de alumbrado en curva toma en cuenta la información del navegador para anticipar el haz en la dirección adecuada antes de girar el volante y es capaz de iluminar en un ángulo de hasta 90 grados.
En los pilotos hay 135 ledes, incluidos cuatro diodos orgánicos OLED, que son una opción. Estos últimos están a su vez subdivididos en cuatro segmentos controlados individualmente y desempeñan las funciones de luz de posición y de freno. Por debajo de ellos, hay una tira de ledes que se activan con distinta intensidad en función de la luz ambiental y también actúan como luz de freno, al igual que ocurre con la tira que hay para el intermitente. Faros y pilotos ejecutan una coreografía lumínica al desbloquear el cierre del coche, al abrir la puerta o al cerrarlo.
Las tres pantallas que hay en el salpicadero tienen los siguientes tamaños y resoluciones: Pantalla del cuadro de instrumentos, de 12,3 pulgadas y resolución 1920 por 720 píxeles; pantalla superior del salpicadero: 10,1 pulgadas con resolución 1540 por 720 píxeles; y pantalla inferior: 8,6 pulgadas y resolución 1280 por 660 píxeles.
Para finales de 2018 estará disponible un asistente de aparcamiento más avanzado que el Park Assist que sí se ofrece desde el principio. Este sistema permite el aparcamiento de forma automatizada a un nivel más avanzado: circulando a menos de 40 km/h, detecta automáticamente las plazas de aparcamiento y el conductor solo debe seleccionarlas en la pantalla o con el intermitente. Una vez seleccionada, el coche puede aparcar operando todos los mandos menos un botón del salpicadero, que el conductor debe mantener pulsado durante toda la operación.
Otra particularidad de este asistente es que está diseñado para facilitar maniobras en aparcamientos subterráneos: es capaz de mover el volante mientras el conductor maniobra en caso de que este se acerque peligrosamente a una pared, un bolardo u otro vehículo. Si el conductor prosigue con la maniobra y se sigue acercando, el sistema hace una frenada de emergencia. En este momento, hay dos opciones: si el conductor rectifica la trayectoria o da marcha atrás, el sistema continúa activo; si el conductor persiste, el sistema se desactiva y deja a riesgo del conductor que se pueda producir un toque o un roce. Además, durante las maniobras de aparcamiento junto a aceras, indica en color rojo las llantas que están cerca del bordillo para que se evite, en lo posible, rozarlas.
Audi dice que está en contacto con las compañías aseguradoras para que los vehículos con este equipamiento se beneficien de una mejora en el precio de las pólizas porque reduce considerablemente el riesgo de sufrir pequeños golpes rutinarios.
El A8 también se puede abrir, arrancar y aparcar empleando un teléfono móvil (como un Mercedes-Benz Clase E o un Clase S) con tecnología NFC. Sin embargo, por el momento la función de aparcamiento a través de una aplicación móvil no se puede hacer sin prescindir de la llave (abrir y arrancar, sí), porque el vehículo requiere detectarla a una distancia máxima de 6 metros mientras maniobra operado por un dispositivo remoto. Otra novedad es que, empleando el móvil, no es necesario que el coche esté enfrentado a la plaza en la que va a estacionarse, sino que puede estar orientado en otro sentido (los modelos de Mercedes-Benz, sí tienen que estar «cuadrados» por el conductor antes de finalizar el aparcamiento desde el móvil).