El nuevo Audi RS4 es algo único. Actualmente no existe otro familiar con 380 CV (salvo encargos a AMG, la filial de Mercedes para estos menesteres). El RS4 sale a la venta justo antes de que Audi modifique el modelo del que procede (A4 Avant), ésta circunstancia ya se dio en el RS2, una variante del Audi 80 Avant.
El RS4 se distingue por unas aletas 35 mm más anchas, llantas de 8,5 x 18 pulgadas, faldón delantero prominente con tres grandes entradas de aire y con dos salidas laterales a modo de «branquias». En la parte trasera, el RS4 dispone de un parachoques agrandado y un escape de doble canalización con salidas cromadas. En el techo, además de barras para el equipaje, tiene un pequeño alerón para reducir el efecto ascensional a alta velocidad. Hay algún detalle de aluminio (marco de los retrovisores exteriores y rejilla del radiador) y otros de metal cromado (la base de las ventanillas). Por todo ello, la apariencia no es ni mucho menos discreta, como ocurre en el S4.
El motor está derivado del 2.7 V6 sobrealimentado, que se usa en otros modelos de la marca, como el S4. Las diferencias principales están en la culata (fabricada por Cosworth Technology, una empresa de Audi), que tiene conductos de admisión y escape de mayor sección. Los dos turbocompresores (uno por cada bancada de cilindros) y los dos intercoolers son de mayor tamaño. Este motor también tiene cinco válvulas por cilindro, distribución variable, encendido directo y gestión del motor con sensor de detonación y temperatura de gases de escape.
El resultado de todo esto son 380 CV de potencia máxima entre 6.100 y 7.000 rpm, y un par máximo de 440 Nm, entre 2.500 y 6.000 rpm. El RS4 acelera de 0 a 100 en 4,9 segundos y de 0 a 200 en 17,0 segundos; es más rápido que un M3. La velocidad máxima está limitada a 250 km/h, como consecuencia de un acuerdo entre algunos fabricantes (como Audi, BMW, Mercedes, Jaguar o Lexus). Tales prestaciones son imposibles sin un consumo alto en términos absolutos; sin embargo, el depósito sólo tiene 62 litros de capacidad, poco cuando se aproveche el potencial de este motor.
Para frenar 1.620 kg a ésta velocidad es necesario un equipo potente de frenos, así en el tren delantero dispone de unos discos delanteros enormes: 360 mm de diámetro, con pinzas de dos émbolos. Un Ferrari 550 Maranello o un Porsche Turbo los tienen más pequeños (330, debido a un reparto de peso distinto al Audi), y hasta una berlina más pesada que el RS4 —el BMW M5— se queda en 345 mm. Los traseros, en cambio, son comparativamente menores: 312 mm de diámetro, con pinzas de único émbolo.
La suspensión ha sido rebajada (20 mm) y modificada con relación a otros A4 Avant. Los elementos de unión en el eje delantero son de aluminio. Tiene de serie control de estabilidad.
La transmisión es básicamente la misma que la del S4: consta de una caja de cambios manual de seis velocidades, y el mismo sistema de tracción total que otros A4 (diferencial central Torsen y bloqueo electrónico de los otros dos diferenciales). Los desarrollos de transmisión en tercera y cuarta velocidad son más cortos que los del S4 (un 7 por ciento).
El interior es muy oscuro. Los asientos son Recaro con tapicería de cuero solo, o bien combinado con napa o tela, y la decoración se hace con cuero, pintura de color carbono o metal anodizado en negro.