Hay dos tipos de maniquíes («dummies») utilizados en las pruebas de choque, en función del tipo de prueba, frontal o lateral, pues los datos necesarios son diferentes en ambos casos.
En choques frontales se usa el Hybrid III y en los laterales el EuroSid-I. Ambos tienen su estructura de acero, la «piel» de caucho y muchos sensores por todo su «cuerpo». Y también son muy caros, pues cuestan más de 100.000 dólares cada uno. La conformación de cada uno es como sigue:
Cabeza. Es de aluminio y caucho con acelerómetros para los tres ejes de movimiento, que miden las fuerzas a las que se somete el cerebro en un choque.
Cuello. Los sensores miden en él la inclinación, las fuerzas de tensión y los movimientos, para determinar si el cuello sufre fuerzas que puedan causarle daños.
Brazos. Como los brazos van sueltos no suelen sufrir grandes daños, por lo que no llevan sensores, pues es difícil proporcionarles protección. Se examina su estado superficial después del choque.
Pecho. (Impacto frontal): Las «costillas» del Hybrid III llevan sensores para registrar el aplastamiento de la caja torácica por el cinturón o el volante
Pecho. (Impacto lateral): El pecho del EuroSid-I es diferente, pues en varias costillas lleva sensores que pueden registrar la compresión lateral, y la velocidad (rapidez) con que sucede dicha compresión.
Abdomen. Solo el EuroSid-I (choque lateral) lleva sensores aquí, para detectar intrusiones de la puerta en esta zona.
Pelvis. También son exclusivos del EuroSid-I los sensores que comprueban las fuerzas que recibe la pelvis y que pueden causar fracturas.
Fémur y muslos. Entre la pelvis y la rodilla hay sensores para medir los daños, incluso en la zona que hay en la unión del fémur y la cadera, y en las rodillas. Solo los lleva el Hybrid III (frontal).
Pantorrillas. Los sensores del Hybrid III miden la compresión, torsión, inclinación y esfuerzo de cizalla sobre la tibia y el peroné.
Tobillos y pies. El muñeco Hybrid III lleva sensores que registran torceduras, inclinación y giros en esta zona.
Además se hace especial hincapié en los efectos de los choques para los niños, para lo que se tiene en cuenta la sujeción prevista, las instrucciones de uso, así como los daños que reciben los dummies de menor tamaño utilizados para simular niños.
Las valoraciones de los daños se hacen en cinco niveles: Bueno, Adecuado, Suficiente, Débil y Pobre. Cada uno de los elementos antes indicados se valora según esta escala, y al resultado global se le asocia un porcentaje. El 100% corresponde a un nivel bueno en todos los apartados. Los porcentajes obtenidos en la combinación de los choques frontal y lateral, junto al de atropello y al test del poste dan un resultado global que se valora en estrellas. Actualmente, el máximo posible es de cinco estrellas.
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