Test para mujeres con marido/novio/o similar de media a larga duración propuesto por la nueva reina americana de la autoayuda, Laura Doyle: ¿Te sientes superior al menos el 80% del tiempo que dedicas a pensar en las sin duda existentes pero cada vez más escondidas virtudes de tu marido o etc? ¿Te despiertas un mínimo de tres noches por semana preguntándote quién demonios inventó la monogamia y las habitaciones compartidas? ¿Juegas con tus amigas a «adivina qué nuevo y realmente asqueroso hábito doméstico he descubierto en mi marido»? ¿Das gracias a Dios y a su jefe por los escasos pero gratificantes fines de semana que pasa en el puente aéreo? Y lo más importante. ¿Le odias porque ha empleado el 40% del presupuesto familiar en un COCHE NUEVO y carísimo, pongamos un Audi A4 que utiliza para ir de casa a la oficina y de la oficina a casa y en el que no se te permite fumar ni beber ni comer ni tocar el CD ni reclinar el asiento ni siquiera pensar en cualquier otra acción irresponsable que pudiera suponer un daño por mínimo que sea a la tapicería?
Cuando el 100 de las respuestas es sí, lo lógico sería pensar que no hay salida digna aparte del divorcio con pensión o el asesinato si, por supuesto, media un sustancioso seguro de vida. Sin embargo, Laura Doyle, cada vez más popular entre las mujeres americanas propone una receta bien distinta para alimentar el matrimonio perfecto que además, asegura, haber probado en carnes propias, antes de compartir generosamente con sus congéneres en apuros.
Primero. Despreocuparse de las finanzas y hacerle ver que confiamos ciegamente en sus decisiones en lo que a bienes gananciales se refiere. Por ejemplo, la compra del Audia A4 no puede ser más que una inteligente inversión teniendo en cuenta lo que la unidad familiar ahorrará en gasolina, visto que el aparcamiento es prácticamente imposible. Segundo: Mantener la boca cerrada en cuanto cruce por nuestra cabeza una sombra de crítica. Es decir, prácticamente siempre. No tiene sentido minar la convivencia con actitudes negativas. Tercero y más importante. El papel de la esposa es servir de apoyo, lo que quiere decir asegurarse de que su ego permanece tan perfectamente alimentado como su estómago.
¿Resultado? El marido de Laura Doyle asegura que no podría ser más feliz y en el libro se publican a modo de ejemplo, varias fotos que así lo demuestran: El marido sonriente en su bañera mientras Laura le frota la espalda. El marido muy sonriente sentado en la mesa mientras Laura sirve la comida. El marido realmente exultante al volante de su nuevo coche. Y el marido realmente exultante, talonario en mano, mientras Laura le abraza con una irresistible mezcla de confianza y coqueto desinterés. ¿Y Laura? Muy contenta también suponemos, a juzgar por los ocho millones de ejemplares que ha vendido sólo en Estados Unidos de su "The surrender wife". ¿Quién dijo que el matrimonio perfecto es tan imposible como el chocolate sin calorías?
*Pamela Parking Rolls es "corresponsal de estilo" de km77.com.
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