Todo llega, dice la campaña con la que nos venden el nuevo Mercedes Clase C. Contundente y Conseguido eslogan. Todo llega, paciencia. En cuanto os gastéis los kilos que cuesta. El fin del camino, la meta al alcance de la mano, los sueños hechos realidad, en fin, la leche ¿Y qué ha llegado exactamente? Pues está bien claro, aunque por si acaso nos den más pistas.
Nunca imaginaron los iniciados en la clase C que resultaría tan fácil la fidelidad. Nunca que los hijos darían tantas alegrías. Nunca que la vida en familia sería una fuente tan inagotable de sorpresas y cotidiana felicidad. Nunca que molaría tanto ganar tantísima pasta. Nunca hasta que, poco a poco, aburridos de juergas, novios/ as, si no simultáneos por lo menos variados, viajes, vacaciones y esas banalidades vieron la luz y llegaron a la verdadera Clase C.
La clase C, pasada la clase A (Absurda Adolescencia) y la B (Bobería Beatnik) se define por: Coche Carísimo. Casa Comprada y nunca Alquilada. Cópula Controlada y reproductora hasta un total de dos reproducciones. Cónyuge legítimo y legal, nunca Aleatorio sino perfectamente Conveniente. Si cumples estos Cuatro requisitos, eres un CCC (Chico/a de Clase C). Enhorabuena.
Sólo hay un problema. Tarde o temprano y, si no te esfuerzas mucho por evitarlo, tu vida será un auténtico Coñazo. Lo sentimos. Tú te lo has buscado. Te lo advertimos desde la primera línea: Todo llega. Situación difícil, la C, pero no irreversible. Podemos animar a los que se empeñan en el duro camino de vuelta a las clases A o B con los edificantes pensamientos de algunos grades hombres. "La familia es como una jaula: uno ve a los pájaros desesperados por entrar, y a los que están dentro, igualmente desesperados por salir" (Michel de Montaigne, filósofo). "La familia es una gran institución. Por supuesto, contando con que te guste vivir en una institución" (Groucho Marx, actor). "La vida familiar más feliz es la que arrastra un viudo sin hijos" (Franz Von Schontan, escritor).
Además de estos incontestable ejemplos históricos, nos atrevemos también con una par de recomendaciones contemporáneas. Todo sea por el auxilio a los Caídos. Primera e imprescindible, que dicen los críticos, la última película de Stephen Frears, Alta Fidelidad, guía de los empeñados en no Abandonar la clase A y con un guapísimo John Cusack, ay, ya hablaremos de él con más detenimiento. La segunda, La fiesta del Chivo, ultimísima novela de Vargas Llosa que cuenta, entre otras cosas, la vida familiar del dictador Trujillo. Por si a alguien le quedaba alguna duda. Ánimo, que se escribe con A.
*Pamela Parking Rolls es "corresponsal de estilo" de km77.com.
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