La cuestión es reinventar. Es decir, copiar, pero con la excusa de la trangresión, la reinterpretación y la ruptura conceptual con el pasado. Ya contamos lo del Beetle Volkswagen (perdón por el plural mayestático, pero queda bastante más humilde que la primera persona para la que, todavía, no nos sentimos preparados) ahora vamos con el Mini, versión BMW, que todavía no está a la venta pero del que se subasta hoy una muestra en Internet para ansiosos y caprichosos.
¿Novedad?, según cuenta César, nuestro experto, el diseño encargado a trece artistas, no del diseño propiamente dicho, sino en general. Por ejemplo, a Jason K, de Jamiro Quai. Imposible a estas horas entrar en la página web que han dedicado al nuevo Jamiromini, (www. mini.com) pero lo suponemos imbuido de fusión, mestizaje y esas cosas del funky fino.
Con este comienzo algún listillo estará esperando la recomendación de las obras maestras de Tom Jones, por aquello de la referencia directa al pop resucitado y del qué mejor pareja que Delilah y el Mini. Pues no. Después de las torrijas conviene un poco de exquisitez. Si hablamos de vueltas de tuerca a los sesenta, nos quedamos con el grupo crack. Seis escritores mejicanos herederos del boom latinoamericano, que crecieron leyendo a García Márquez y Vargas Llosa (como casi todos, por otra parte) y a los que no se les ocurrió otra cosa que renegar en público, manifiesto incluido, de sus mayores.
La cosa no habría llegado más que a un rapapolvo de la crítica, que lo hubo, si no fuera porque los chicos han empezado a ganar premios sin parar. De entre todos (Jorge Volpi, Ignacio Padilla, Pedro Ángel Palou, Eloy Urroz, Vicente Herasti y Ricardo Chaves) nos quedamos con Volpi y su novela En busca de Klingsor, premio Biblioteca Breve y publicado en quince países.
Un adelanto: A francis Bacon, oficial inglés y físico, le encargan descubrir justo después de la segunda guerra mundial, al científico que asesoró a Hitler durante el nazismo y del que sólo se conoce el nombre en clave: Klingsor.
Suspense, filosofía, Einstein paseando por la novela, una trama tan conseguida como la de El nombre de la rosa y, sobre todo, buenísima literatura. Imposible no leerlo de un tirón. Apuesto mi último Prada.
*Pamela Parking Rolls es "corresponsal de estilo" de km77.com.
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