Primero fue Claudia Cochina Schiffer y el Citroen Xsara. Ya tratamos la cuestión en el artículo anterior pero no resistimos la tentación de recordar la inefable intervención de la directora del Instituto de la Mujer, Pilar Dávila, al respecto. Puestos a pensar algo más trasnochado que su argumento (qué malos y sexistas somos permitiendo que una modelo anuncie coches sin ropa, venía a decir la buena de Pilar) sólo se nos ocurre el minimalismo o los lavabos de Philippe Starck. Una comparación dura, sí, pero ella se lo ha buscado.
Insistimos en el tema porque ahora viene Catherin Zeta Jones, muy tapadita, eso sí, (embarazo obliga, suponemos, porque a Catherine no hay quien la tape ni en plena ascención al Himalaya) con el Alfa 156 Sportwagon. El creativo de la campaña ha discurrido: "Catherine no lleva joyas, conduce una". Ay, otro que no se ha enterado de que el minimal es una referencia tan histórica como la Guerra de las Galias, por citar a Pichardo a quien podeis también leer por estas páginas.
Suponemos, a todo esto, que el slogan no es una pura maldad y que lo de conducir una joya no se refiere a la conocida incontinencia y afición al funambulismo sexual de su marido, Michael Douglas. O sí, y al publicista le ha traicionado un poco el subconsciente, acordándose de que Douglas visita clínicas de apaciguamiento, como Carmen Sevilla de adelgazamiento, es decir, todo el rato y con resultados poco visibles.
De todas formas, a lo que íbamos es a preguntarnos si a nuestra querida Pilar también va a escandalizarle la utilización machista de Catherine y esas cosas o si, como lleva jersey de cuello alto, le parecerá fenomenal y todas esas cosas. La semana pasada recomendábamos a Dorothy Parker como cura para toda esta vertiente horterilla y redicha del feminismo. Seguimos en ello y es más, nos radicalizamos.
Primero, estamos completamente de acuerdo con las conclusiones de la cátedra de Psicología y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia: las mujeres se compran el coche que más les gusta y santas pascuas mientras que los hombres se entretienen en lo de impresioanar a los amigos.
Segundo, puestos a ser radicales, sugerimos el BMW C1 (que conste que lo hemos visto en plena Place Vendôme de París, y no en cualquier sitio). Tiene una ventaja fundamental: sustituye el espacio tradicionalmente dedicado al paquete por un enorme maletero-neceser, el mejor amigo de cualquier chica. Al fin y al cabo, un novio se necesita de vez en cuando. La crema hidratante, todos los días.
En fin, sitio de sobra para los potingues, las obras completas de nuestra admiradísima Dorothy y un complemento que consideramos imprescindible. La reivindicación de la tan injustamente tratada Corín Tellado, homenajeada hace unos días por el escritor Luis Sepúlveda en el Salón del Libro Iberoamericano y entrevistada, sí, por Pamela.
Permitidme que utilice la tercera persona porque la ocasión lo merece. A Corín le preguntamos dónde demonios se encuentra un novio como los de sus novelas, es decir, alto, guapo, asquerosamente rico y genéticamente ansioso por compartir la cuenta corriente. La respuesta: «Ay, nena, una ez muerto Onassis, como no se saque una las castañas del fuego».
Pue eso, puestas a sacar castañas de donde sea, mucho mejor del maletero de un BMW.
*Pamela Parking Rolls es «corresponsal de estilo» de km77.com. |