El Renault Twingo tiene un habitáculo homologado para transportar a cuatro personas. Lo mismo sucede en el Citroën C1, Peugeot 108 y Toyota Aygo (estos tres vehículos comparten estructura), así como en el Škoda Citigo, SEAT Mii y Volkswagen up! (estos tres también comparten estructura) y en el smart forfour.
Aunque la fila trasera estuviera homologado para tres personas, la poca anchura entre puertas impediría que fueran cómodos. En las dos plazas posteriores está disponible el sistema Isofix de fijación de asientos para niños. Los únicos turismos de menos de 3,70 metros de longitud en los que pueden viajar cinco personas son el KIA Picanto, el Hyundai i10 (comparten estructura) y el Suzuki Celerio.
El mullido de los asientos delanteros del Twingo es más firme de lo habitual en Renault, pero es cómodo. Las formas de los resaltes laterales dan una sujeción correcta al cuerpo cuando se toman las curvas y rotondas a un ritmo normal. El asiento del conductor tiene ajuste en altura, pero ninguno cuenta con regulación del apoyo lumbar y ha habido personas a las que les ha parecido que el respaldo era demasiado convexo (aunque han terminado acomodándose). El reposacabezas está unido con el respaldo.
El volante se regula en altura, no en profundidad. Una regulación en profundidad ayudaría a alejar el asiento del reposapiés destinado al pie izquierdo, que queda demasiado cercano al conductor y no permite relajar la pierna izquierda cuando no hay que utilizarla para pisar el embrague. Los cinturones no se regulan en altura.
No hay asideros en el techo. En el smart forfour tampoco hay ninguno, pero sí tiene un portagafas donde iría el del conductor (imagen). En el Twingo sólo hay un plafón de luces (delante, imagen); en el forfour hay dos, uno delante y otro detrás.
La carrocería del Twingo —sólo disponible en versión de cinco puertas— es más alta que la de la mayoría de sus alternativas. Levanta 1,55 metros sobre el suelo (lo mismo que un forfour), mientras que el Hyundai i10 mide 1,50 m, el Peugeot 108 1,46 m y el SEAT Mii 1,48 metros (ficha comparativa del resto de dimensiones). Gracias a esta característica, la altura libre al techo disponible en el habitáculo es buena, aunque no tanto como en el Volkswagen up! (y en consecuencia el SEAT Mii y Škoda Citigo). En los asientos posteriores del Twingo una persona de alrededor de 1,83 metros de estatura se puede sentar sin rozar con el techo siempre que no se yerga completamente.
El espacio longitudinal interior es bueno para el tamaño exterior de la carrocería, pero no es excepcional. En comparación con el smart forfour, el Hyundai i10 y el Volkswagen up! las diferencias de espacio para las piernas no son grandes (tabla comparativa de mediciones del interior).
El Hyundai i10 es el mayor de estos coches. Su longitud es siete centímetros superior a la del Twingo y, sin embargo, ambos tienen el mismo espacio para las piernas de los pasajeros de atrás a igualdad de posición del asiento delantero. Esta igualdad no significa que el aprovechamiento del espacio del Twingo sea muy bueno, porque también puede significar que el del i10 es malo. O que los asientos de uno van colocados más altos que los del otro, circunstancia que no tenemos en cuenta en nuestras mediciones (los asientos altos permiten aprovechar mejor el espacio longitudinal). En la posición del asiento más baja posible, que es como medimos, tenemos la impresión de que el asiento del Hyundai va situado más cerca del suelo que en el Twingo.
Al comparar el Renault Twingo con el Volkswagen up!, que es cuatro centímetros menor en longitud, advertimos que esa diferencia de 4 centímetros en el exterior se traslada íntegramente al interior. En este caso la diferencia sí es clara. En el Volkswagen up!, el conductor tiene una posición de conducción más baja que en el Twingo y las piernas van más estiradas.
El maletero del Twingo es pequeño en comparación con el de sus alternativas de igual tamaño. Tiene 174 litros de capacidad hasta la bandeja. Los respaldos traseros se pueden colocar perpendiculares al suelo (imagen), lo que los convierte en muy incómodos, pero se incrementa el volumen de carga a 219 litros (esta misma solución la emplea el MINI). Los maleteros del Hyundai i10 y el Volkswagen up! son prácticamente un 50% mayores que el del Twingo (ficha comparativa). El maletero del smart forfour también es más grande, cubica 190 litros.
Justo debajo del piso del maletero está el motor (imagen), aunque antes de acceder a él hay que retirar, primero, el propio piso —que consiste en una pieza de material textil con una capa de espuma aislante de 36 milímetros de espesor adherida a su parte inferior— y a continuación una tapa metálica sujeta con seis tornillos (imágenes del proceso). El Twingo no tiene rueda de repuesto (ni puede tenerla). En su sustitución hay un kit de reparación de pinchazos, que se encuentra detrás de una tapa que hay en el suelo de la zona del acompañante (imagen).
El respaldo del asiento trasero está dividido en dos partes y, para cuando existe la necesidad de llevar objetos largos, el respaldo del asiento del acompañante puede plegarse hasta dejar una superficie de carga que va desde el salpicadero hasta el final del maletero (mide unos 2,20 metros, imagen). No hay posibilidad de montar ninguna red ni sistema de protección de los pasajeros cuando se lleva carga con los asientos plegados. Las ventanillas traseras tienen un sistema de apertura tipo compás (imagen).
En Renault Twingo no tiene la función «readyspace» del smart forfour. Esta función permite voltear (180º) la banqueta de los asientos traseros y utilizar la parte trasera como área de carga de objetos que, por su altura, no caben en el maletero (imagen).
Según Renault, los huecos portaobjetos que hay en el habitáculo del Twingo suman en conjunto un volumen de 52 litros. En todas las puertas hay un espacio donde se pueden dejar botellas de hasta 1,5 litros (imagen de la puerta delantera e imagen de la puerta trasera). Delante de la palanca del cambio hay una caja extraíble con tapa (imagen). Es profunda y en ella caben muchos objetos (como unas llaves, guantes, monedas, fundas o un teléfono móvil). El problema de meter tantos objetos a la vez, es que luego cuesta encontrar aquellos que han caído al fondo. Si se retira esta caja, se descubren dos huecos para llevar botellas de 33 cl y un pequeño espacio por delante de estos (imagen).
El tamaño de la guantera sorprende positivamente. Con la documentación del vehículo y un chaleco de alta visibilidad dentro, queda espacio para meter otros objetos pequeños (imagen). La del forfour es mucho más pequeña.
Los pasajeros traseros, además de los citados huecos de las puertas, tienen en la prolongación de la consola otro espacio donde depositar cosas (imagen). En la parte posterior de los respaldos delanteros no hay bolsas para guardar revistas (éstas sí existen en el forfour). La parte inferior de la banqueta trasera es diáfana y está pensada para llevar cosas ahí (imagen), sin embargo, su acceso no es cómodo y no hay ningún medio para sujetar los objetos.
La parte delantera del coche (donde habitualmente va colocado el motor) no está preparada para transportar objetos. Está cubierta con una pieza de plástico que se retira liberando unas palancas que hay en la parrilla (imagen) y deslizando la cubierta hacia delante. Lo que se consigue así es descubrir un hueco en donde se encuentra la batería de 12 voltios y los depósitos del líquido refrigerante, del líquido de frenos y del limpiaparabrisas (imagen).
El interior (y también el exterior) del coche se puede decorar a gusto de cada cliente. Las opciones de decoración son grandes, siempre pagando. Por ejemplo, el decorado longitudinal exterior (un adhesivo pegado a la chapa) tiene un precio de 200 euros (configurador en la web de Renault; más información en detalles del interior, en el blog Teletransporte).