El Rafale en cualquiera de sus versiones, pero la E-Tech 4x4 300 CV (PHEV) en particular, me parece uno de los SUV de su categoría con un enfoque más dinámico. Está orientado a aquellos usuarios que den valor a un chasis con un ajuste firme y a unas reacciones rápidas y ágiles. La carrocería tiene un balanceo y cabeceo muy moderados —incluso escasos— cuando se circula a velocidad elevada por curvas. Entra en las curvas con mucha facilidad que a veces hace olvidar que vamos a los mandos de un coche de carrocería de tipo SUV.
La mayor diferencia que, a mi juicio, ofrece la de 300 caballos frente a la de 200 es que la aceleración es mucho más contundente. No obstante, también hay modificaciones en la suspensión, que son necesarias ya que el 4x4 es 285 kg más pesado (ficha comparativa).
He conducido el Renault E-Tech 4x4 300 CV con el nivel de equipamiento Atelier Alpine. Es decir, se trata de la versión que dispone del sistema de suspensión capaz de preparar a los amortiguadores para absorber las imperfecciones (para ello, hay una cámara en el parabrisas que lee la carretera). No sé hasta qué punto este sistema mejora la comodidad de marcha, pero yo no he tenido en ningún momento la sensación de que sea definitivo: siempre que he sobrepasado un bache, ya sea a baja velocidad o más deprisa, la suspensión ha movido a los ocupantes con rapidez e incluso con brusquedad en algunos casos. Tendría que hacer más pruebas en las carreteras que frecuento habitualmente para notar la influencia de esta suspensión, pero en principio su funcionamiento no me parece muy evidente.
El Rafale 4x4 tiene de serie un sistema de dirección en las cuatro ruedas que es opcional en la versión de 200 caballos. Este elemento tiene ventajas evidentes en entornos urbanos y en carreteras de curvas muy cerradas, ya reduce el espacio necesario para girar frente a las versiones sin dirección trasera (o, lo que es lo mismo, gira más a igualdad de movimiento de volante). Requiere algún tiempo de adaptación ya que, como hace que el coche gira tanto, hay que habituarse a mover el volante lo justo para no hacer correcciones innecesarias durante las curvas (especialmente las lentas) así como para evitar que el coche cambie de dirección con mayor brusquedad de la necesaria.
El sistema de impulsión da 300 caballos en el modo de conducción Sport (en el Comfort y Snow la potencia queda limitada a 250 caballos, mientras que en el modo Eco el máximo son 185). Por el momento no hemos medido la capacidad de aceleración del Rafale 4x4, pero la sensación que he tenido es que gana velocidad con mucha solvencia.
El Rafale híbrido enchufable con tracción total gana velocidad de forma progresiva. Cuando se pisa el acelerador a fondo, durante los primeros momentos, no se notan los 300 caballos. Hay que esperar un poco para notar un empuje intenso. A diferencia de lo que ocurre en el Rafale E-Tech full hybrid de 200 caballos, en el E-Tech 4x4 300 CV (PHEV) no hay interrupciones durante la aceleración. El motor extra del Rafale el 4x4, el que está situado en el eje trasero, se encarga de compensar los vacíos que produce la caja de cambios cuando está pasando de una relación a otra.
Como ocurre normalmente en los coches híbridos enchufables, el sistema de impulsión es mucho más agradable cuando la batería tiene carga que cuando está descargada. Cuando hay batería el funcionamiento es mucho más suave porque el motor de gasolina entra menos en funcionamiento cuando se conduce con normalidad. Si la batería está descargada, el motor de gasolina (un 1,2 l de tres cilindros) actúa más (bien para cargar la batería o para alimentar a los motores eléctricos) y su funcionamiento se percibe en el interior, a veces con claridad, en forma de vibraciones y ruido. Por lo tanto, el Rafale no siempre funciona con la suavidad y el refinamiento que quizá se espera del producto más costoso y avanzado de una marca de coches.
El Rafale E-Tech 4x4 300 CV (PHEV) funciona siempre impulsado por sus cuatro ruedas. A baja velocidad toma más relevancia el eje delantero, mientras que a mayor velocidad el trasero es el encargado de proporcionar la mayor parte del impulso. En el modo de conducción eléctrico también es un 4x4 permanente, con distinta potencia en función del modo de conducción: 160 en modo eléctrico puro y 136 en el resto de modos de conducción (Comfort, Snow y Eco).