Consumo
El Mégane me ha gustado y en parte ha sido porque tiene un consumo de energía bajo. Tras unos 2000 kilómetros con él —con una conducción generalmente tranquila, aunque también ha habido momentos en que he aprovechado el brío de su motor eléctrico— el consumo medio ha sido de 18,7 kWh/100 km. Es un buen dato.
A continuación muestro varios ejemplos de recorridos de distinto tipo (por vía o conducción) con sus correspondientes datos de consumo:
Carretera | Condiciones | Consumo (kWh/100 km) | Velocidad (km/h) | Distancia (km) |
Autovía | 19,7 | 120 | 144 | |
Autovía | Varios puertos. Ritmo normal. Calefacción 50% del trayecto | 21,9 | 113,5 | 222 |
Carretera | Conducción deportiva. Zona muy revirada con ligeros cambios de pendiente. | 39,6 | 68,7 | 21,9 |
Carretera | 60% ritmo tranquilo/ 40% ritmo ágil. 50% llano, 50% desnivel +800m y -1200m. Aire acondicionado (de noche). | 16,7 | 91,4 | 237 |
Carretera | Conducción tranquila. | 11,2 | 58,5 | 20,7 |
Urbano y periferia | Conducción normal. Aire acondicionado | 14,9 | 39,8 | 25 |
Urbano | Conducción tranquila. Zona de límite 30 km/h | 15,4 | 13,8 | 3,6 |
Urbano | Conducción normal. Aire acondicionado | 16,7 | 19,4 | 20,2 |
Como se puede observar en la tabla, en ciudad el Megane tiene un consumo que no supera los 17 kWh/100 km. Siendo cuidadoso y si las condiciones son favorables (sin calefacción) no es complicado estar gastando 15 kWh/100 km o menos. La conducción urbana ha sido variada, pero la mayor parte del uso ha sido conduciendo con suavidad y anticipación, para aprovechar la frenada regenerativa.
Por carretera, sin sobrepasar los 90 km/h, es posible también gastar muy poco si se respetan los límites de velocidad.
Hay tres modos de conducción. Uno de ellos pensado para reducir el consumo. Este modo llamado Eco limita la velocidad máxima del Megane a unos 100 km/h, disminuye mucho el brío con el que responde el motor al pisar el acelerador y disminuye el gasto energético del climatizador.
El gasto por kilómetro depende del cargador. A mayor potencia de recarga (y menor tiempo de espera), más caro. Por carretera, lo habitual es cargar en postes de entre 50 kW y 150 kW por unos 0,45 €/kWh. Ello supone un gasto de unos 9 €/100 (con un consumo de 20 kWh/100 km). Quien gaste menos (16 kWh/100 km) destinará 7 €/100 km en energía.
En el uso diario por ciudad y alrededores no tiene sentido emplear este tipo de cargadores, sino uno doméstico o en el trabajo (también es interesante aprovechar los desplazamientos a centros comerciales que tienen cargadores gratuitos). Con el incremento del precio del kWh en los últimos meses, en un uso urbano (vamos a tomar como dato de referencia 16 kWh/100 km y el del kWh de 0’16 €/100 km), el coste de recorrer 100 kilómetros es de 2,6 €, muy inferior al de cualquier coche de combustión.
Recarga
Renault ofrece diversas potencias de recarga en función de la versión elegida. En la tabla siguiente mostramos todas ellas.
Batería | Configuraciones de recarga | |||||||
Standard | Boost | Super | Optimum | |||||
CA | CC | CA | CC | CA | CC | CA | CC | |
40 kWh | 7 | - | 22 | 85 | - | - | - | - |
60 kWh | - | - | - | - | 7 | 130 | 22 | 130 |
La variante Standard solo permite la recarga a 7 kW. Ello supone que recargar la batería completamente lleva un mínimo de unas seis horas. Por lo tanto, limita muchísmo el uso del coche para viajar; yo desaconsejo esta versión salvo para casos muy concretos.
A partir del nivel Boost ya es posible la recarga con corriente continua. Es decir, a velocidad rápida. En este caso 85 kW. Las versiones Super u Optimun admiten potencias de 130 kW. A quien viaje por zonas en las que solo hay cargadores de 50 kW, le va a dar igual la ventaja de los 130 kW, porque el «embudo» está en el cargador, no el coche. El Megane probado tenía la configuración Optimun. Los 22 kW de potencia que admite en corriente alterna solo son aprovechables en algunos cargadores públicos (raro será que alguien ponga en su casa un cargador de dicha potencia).
He hecho muchas recargas, más de una docena y en lugares distintos, con cargadores de distintos fabricantes, comercializadores y potencias (de 6 kW hasta 350 kW). El Megane no me ha dado problemas. Tan solo en una ocasión los hubo y no fue cosa del coche, sino del cargador. Renault ha eliminado los problemas que daba el ZOE, un coche cuyo sistema de recarga era muy exquisito con la toma de tierra (daba fallo en muchos postes).
El Megane informa del proceso de recarga mediante una luz junto a la toma. Cuando se ilumina en azul de manera intermitente es que el proceso está activo.
También facilita datos en la pantalla de la instrumentación. Lo hace con dígitos de tamaño grande lo cual facilita verlos desde fuera del coche. En esta pantalla aparecen la autonomía, el porcentaje de carga de la batería y el tiempo estimado a la finalización. El nivel de carga se puede configurar a voluntad. Si se pone que cargue por debajo del 80 %, la pantalla indica el tiempo que resta hasta el límite establecido; si se pone por encima, aparecen dos datos: el del tiempo hasta el límite y el tiempo hasta el 80 %. Me parece útil la decisión de Renault porque ese 20 % final conlleva más tiempo que el resto y sirve para valorar si tiene sentido seguir cargando o no.
La toma de recarga está en la aleta delantera derecha. La apertura es manual, presionado sobre la propia tapa, en la zona del logo (imagen).
Si se utiliza la aplicación de navegación del coche (Google Maps) para seleccionar un destino, junto con la hora prevista de llegada se muestra el nivel de batería estimado en ese punto. Las rutas que calcula Google Maps no están optimizadas para un coche eléctrico y elige por defecto la más rápida (que puede suponer llegar casi sin batería) en vez de otras alternativas con las que se llega sin problema.