El Volvo S80 ha tenido tres interiores de diferente diseño desde que llegó al mercado: 2006 (imagen), 2009 (imagen) y 2011 (imagen). El último es similar al del S60 y el V60, ya que tiene la consola y el sistema de navegación y entretenimiento que estrenaron estos modelos en 2010. Además, cambian el volante, algunas inserciones decorativas y la tapicería, disponible en un nuevo color «Sangiovese Red». También hay variaciones en el equipamiento (más información).
Los asientos delanteros son amplios y muy acogedores. Los deportivos de las unidades que hemos conducido —D5 de 185 y 205 CV con cambio automático— tenían un sistema de ventilación y calefacción, ajustable en tres niveles cada uno. Los apoyacabezas son fijos: no se pueden regular en altura ni en inclinación. A ninguno de los que nos hemos subido nos quedaban mal ajustados ni resultaban incómodos.
En las plazas traseras, hay anchura suficiente para tres personas, pero sólo pueden ir cómodamente dos. El espacio para las piernas tampoco es generoso; hay coches con una carrocería más corta que tienen más espacio en las plazas traseras, como un Ford Mondeo y un Volkswagen Passat.
Los ocupantes de estas plazas tienen unas salidas de aire orientables en el montante de las puertas. En la prolongación de la consola hay una toma de corriente, los mandos de la calefacción de los asientos y unas conexiones para auriculares con mandos.
En el techo hay dos luces de lectura; de noche, pueden molestar al conductor porque están situadas casi a la altura de los asientos delanteros.
En el interior del apoyabrazos abatible hay un cajón con tapa y dos posavasos. En las puertas hay hueco para un botellín de agua y en los respaldos de los asientos delanteros una bolsa elástica. Todos los huecos están recubiertos de goma o tapizados para evitar que los objetos ahí depositados se deslicen o hagan ruido.
El interior del Volvo S80 está al nivel que se espera de un coche de su precio, tanto por los materiales empleados como por lo correcto de los ajustes entre las diversas piezas que lo forman. Para recubrir el salpicadero, Volvo ha utilizado un plástico gomoso al tacto similar al de coches como el BMW Serie 5, aunque algo más duro.
Los paneles de las puertas, salvo la parte que va tapizada y la pieza decorativa, también van recubiertos de este plástico, tanto en las puertas delanteras como las traseras. Nuestra unidad tenía la tapicería de cuero de color gris oscuro, el mismo color que todos los plásticos mencionados anteriormente. El de la parte superior del salpicadero también es gris oscuro en todos los S80, para que no produzca reflejos en el cristal.
El cuadro de instrumentos se lee con claridad. Para manejar el ordenador hay una rueda y un par de botones en la palanca de las intermitencias. Su manejo es sencillo. Desde los botones que hay en la consola se puede configurar algunas funciones del vehículo (entre otras, la asistencia de la dirección, el funcionamiento de los sistemas de seguridad, el plegado automático de los retrovisores, la luz de acompañamiento y el equipo de sonido).
Para manejar todas las funciones del climatizador no es necesario acceder a un sistema de menús ni nada semejante. Volvo ha pensado que es mejor asignar un botón a cada función. Y lo ha hecho sin recargar de botones la consola, haciendo sencilla su utilización. Tras la consola hay un hueco para dejar algún objeto. A nosotros nos parece un lugar poco práctico, porque desde el asiento no se ve lo que hay en él.
Hasta 2011, la pantalla del navegador está oculta en el salpicadero. Un mecanismo la eleva cuando se utiliza. Cuando no, está recogida y sobresale aproximadamente 1 cm de la superficie. No sé si hay algún motivo técnico que impida que quede enrasada, pero quedaría mejor si fuese así. Cuando sale, la pantalla queda inclinada hacia abajo; de este modo se evitan los reflejos que puede crear la luz del sol. Para manejarla hay un mando a distancia y unos botones tras el volante; las funciones del navegador se pueden utilizar incluso con el coche en movimiento.
La unidad que hemos probado tenía los cristales de las ventanillas delanteras laminados, lo que disminuye el ruido y las hace más seguras en caso de accidente, ya que el cristal no se rompe en pequeños trozos. También tenían un tratamiento que repele el agua, algo muy recomendable si se conduce normalmente en zonas lluviosas: al resbalar las gotas de agua, la visión a través del cristal es perfecta. Opcionalmente, es posible pedir unos retrovisores con el mismo tratamiento hidrófugo.
Maletero
Al abrirlo, se encienden las luces de posición traseras y las dos que iluminan el interior del mismo. Dentro, hay una pieza que puede dividir horizontalmente la profundidad del maletero en dos, para que sea más cómodo transportar pequeños objetos sin que se desplacen hasta el fondo. La parte superior del interior del maletero está sin tapizar y ahí es donde se encuentra el tirador para abatir los respaldos traseros.
Dentro del maletero hay cuatro argollas para fijar una red, un par de ganchos y una cinta elástica. Bajo el maletero está el hueco de la rueda de repuesto; en nuestro caso estaba utilizado por el gato y el kit de reparación de pinchazos.