El S80 tiene prácticamente el mismo tamaño que un Audi A6, un BMW Serie 5 o un Mercedes Clase E. No metí el Volvo S80 en ningún garaje, que es donde más se nota si un coche es manejable o no. Y lo cierto es que su diámetro de giro apenas difiere de los teóricos rivales. Pero la sensación que tuve, al pasear por calles estrechas y por una carretera de montaña con curvas muy cerradas y una cinta de asfalto en la que para pasar dos coches a la vez uno tiene que orillarse y detenerse, es la de un coche menos aparatoso que sus teóricos rivales. Es una característica común a otros Volvo, sean los modernos de tracción delantera o los antiguos de tracción trasera.
La configuración de la gama de Volvo es singular si se compara con la de los modelos mencionados y otros de este tamaño.
La versión menos potente del S80, con motor de gasolina, da una potencia máxima de 140 CV. Ningún BMW de la Serie 5 con motor de gasolina da menos de 170 CV, el Mercedes Clase E menos potente tiene una potencia máxima de 163 CV y sólo el Audi A6 se acerca a la potencia inferior del S80, con su motor de 150 CV. Jaguar, por poner ejemplos de otras marcas, no baja de 200 CV con el S-Type y el Lancia Thesis menos pontete tiene 170 CV.
En motores Diesel no existe esta diferencia; hay veriones del Audi A6 y del Mercedes Clase E con potencia similar a la del S80 2.4 D. De momento, en el BMW Serie 5 sólo hay un motor Diesel de 218 CV. Jaguar tendrá un Diesel para el S-Type en 2004, pero será un V6 de más de 200 CV. El Lancia Thesis Diesel menos potente tiene 150 CV.